El polvorín del PSOE de Castilla y León: alcaldes críticos con Sánchez y un candidato desconocido

El partido llega a las elecciones autonómicas sumido en una crisis interna, con los alcaldes de León y Palencia exigiendo la dimisión del presidente

El PSOE en Castilla y León es un auténtico polvorín a la espera de que Alfonso Fernández-Mañueco convoque elecciones, previsiblemente en marzo. La organización territorial se encuentra inmersa en una profunda crisis interna, marcada por la falta de liderazgo y con voces críticas con Pedro Sánchez, como el alcalde de León.

La reciente debacle del PSOE en Extremadura ha actuado como detonante para encender las alarmas. En este escenario, la ausencia de un candidato con suficiente proyección pública y capacidad de aglutinar al partido se ha convertido en una de las principales debilidades.

Formalmente, el liderazgo autonómico recae en Carlos Martínez, aunque figura no termina de consolidarse ni dentro ni fuera del partido. En sectores internos recelan de él por ser un dirigente “impuesto” por Santos Cerdán y por la falta de conocimiento general sobre su figura. La sombra de Óscar Puente sobre el tablero político regional tampoco ayuda. Aunque no es candidato, tiene un gran predicamento interno -fue regidor de Valladolid- y en el PP de Castilla y León se le considera el verdadero rival encubierto, un hecho que subraya la debilidad del liderazgo socialista autonómico.

Las críticas del alcalde de León

En paralelo, las tensiones internas se han hecho públicas de forma especialmente visible en los últimos días. El alcalde de León, José Antonio Díez, ha reclamado la celebración de un congreso extraordinario para abordar el relevo de Pedro Sánchez al frente del partido. Díez ha denunciado una deriva “errática”, alejada de los valores tradicionales del socialismo, y ha advertido de que el PSOE se debe no solo a su militancia, sino también a sus votantes.

En la misma línea, aunque con un tono distinto, se ha expresado la alcaldesa de Palencia, Raquel Miriam Andrés Prieto. Su intervención en el Comité Federal, en la que pidió abiertamente la dimisión de Sánchez tras los escándalos de corrupción, la ha convertido en una voz crítica poco habitual dentro del grupo socialista. Para la regidora palentina, la unidad del partido no puede confundirse con la uniformidad, y mantener el actual liderazgo podría conducir a un severo castigo electoral para los candidatos territoriales en el futuro inmediato.

Por su parte, Carlos Martínez ha reconocido públicamente que algunas de las estrategias tradicionales del partido han dejado de ser eficaces. En recientes declaraciones, admitió que el discurso basado en el miedo a la extrema derecha ya no moviliza al electorado, como evidencian los resultados en Extremadura.

Con este panorama, el PSOE de Castilla y León se enfrenta a una campaña marcada por la división interna y la incertidumbre estratégica, mientras el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, parte con ventaja, según los sondeos que manejan en el territorio. Las elecciones podrían celebrarse el uno o el quince de marzo, tal y como publicó este periódico.

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