Alberto Núñez Feijóo saca músculo político en la cuenta atrás para el congreso nacional del PP en el que será reelegido presidente. Sin rivales internos, presentó los 94.501 avales de su candidatura, un 78% más de los que presentó en el cónclave de 2022. Una potente fotografía en clave interna.
Con esa fuerza, se reivindicó como un líder con perfil propio que no se deja llevar “por opinadores externos”, en palabras de su equipo. Y que tiene como aval su gestión al frente de la Xunta de Galicia. “Ahí queda demostrado que cumple su palabra”.
Con esa hoja de servicios, y su labor de oposición pese a ganar en las últimas elecciones generales, se postula de nuevo para liderar el partido, con el objetivo de dar el “último paso” hacia la Moncloa. “Quiero que se me exija más que a nadie”, señaló en rueda de prensa.
Feijóo formalizó su candidatura en la sede nacional del partido, rodeado de miembros de la dirección nacional, pero ya prepara una ronda por España para presentar su propuesta política ante las bases. Y hacerse en ese periplo la instantánea con todos y cada uno de sus presidentes autonómicos, que le respaldan. Este mismo viernes estará en Valladolid con Alfonso Fernández-Mañueco y el domingo estará con Isabel Díaz Ayuso.
“No es verdad esa tesis de que Sánchez siempre resiste. Los españoles tienen que saber que hay alternativa”, según el entorno de Feijóo. De ahí que quiera al partido preparado para cualquier escenario, en modo electoral. “Ya hay hasta dimisiones. Esto no se sostiene. Hay vida más allá del Sanchismo”, en palabras de un miembro de la dirección nacional.
“Decálogo del cambio”
Como guía de esa nueva etapa que ofrecerá a los españoles, Feijóo presentó su “decálogo del cambio”, un paquete de medidas económicas, fiscales, migratorias e institucionales que quiere activar desde “el primer día” si logra ganar las próximas elecciones y gobernar.
Dos asuntos serán clave en el discurso del líder gallego, según las fuentes consultadas. La migración y la política económica. Dos cuestiones, además, con las que pretende aplacar el ascenso electoral de Vox, a fin de lograr una mayoría lo más holgada posible. “Cuanto más escaños, menos posibilidades de tener que sentarlos en el Consejo de Ministros”.
Sobre migración, Feijóo fue rotundo. Muy contundente. “El que venga a trabajar, bien; el que no, fuera”, resumen su política en Génova. Ante los periodistas, él mismo se pronunció en estos términos: “Quien venga a aportar será un ciudadano con derechos y obligaciones” y “quien no cumpla con nuestras normas y con nuestros valores tendrá que irse por donde ha venido”. Una mano dura que quedará negro sobre blanco en la ponencia política.
El líder popular también quiere recuperar la bandera de la bajada de impuestos. Será “agresiva”, enfatizan. Esto es, busca recuperar el discurso político que, admiten en privado, ha perdido en los últimos meses. En concreto, propone revertir las 97 subidas de impuestos que, según él, ha aprobado el Gobierno. Y plantea una auditoría general para combatir el “despilfarro”, suprimir duplicidades administrativas y reducir trabas burocráticas. “El Estado debe dejar de ser un obstáculo”, apuntó.
También apostó por liberar suelo para facilitar el acceso a la vivienda y por un mix energético basado en la neutralidad tecnológica. Asegura que la transición ecológica debe ir de la mano de precios “baratos” y garantía de suministro. Y alerta: el agua debe abordarse como un “reto de país” y no como una guerra partidista.
Feijóo empieza a esbozar así las líneas maestras de lo que está llamado a ser su programa electoral, que quedará esbozado en su ponencia política. “En 2023 nos quedamos a un paso”, dijo sobre su investidura fallida. “No nos vamos a conformar con obtener el paso que nos falta”, sentenció.