Martha Bátiz, escritora mexicano-canadiense, ha publicado una novela que promete emocionar y rescatar del olvido una historia apenas conocida: la vida de Isabel de Saavedra, la hija ilegítima de Miguel de Cervantes.
Su obra, A Daughter’s Place, ofrece una mirada íntima y poderosa sobre esta mujer silenciada por la historia, devolviéndole la voz y el protagonismo.
Una figura eclipsada por el genio literario
Isabel de Saavedra nació el 9 de abril de 1584, fruto de la relación entre el autor del Quijote y Ana de Villafranca, una joven tabernera madrileña. Aunque Cervantes la reconoció años después, Isabel creció al margen de la legitimidad y del prestigio de su apellido. Fue criada por su tía Magdalena y durante años permaneció en un segundo plano, relegada por una sociedad que no perdonaba su origen.
Ficción y realidad entrelazadas con sensibilidad
A Daughter’s Place recrea con notable precisión el Madrid del Siglo de Oro. La autora guía al lector por los entresijos del hogar cervantino, donde Isabel es forzada a vivir como sirvienta en casa de su propio padre, sin poder revelar su verdadera identidad. Mientras Cervantes trabaja en su inmortal obra Don Quijote, su hija lucha por no desaparecer en un mundo que parece no tener lugar para ella.
La novela deslumbra por su narrativa rica en detalles y su capacidad de emocionar sin caer en dramatismos excesivos. La historia de Isabel se convierte en un símbolo de tantas otras mujeres cuya existencia fue ignorada o borrada.

Una historia de lucha, resistencia y dignidad
Uno de los mayores aciertos de la novela es su tratamiento de la lucha de Isabel por encontrar su sitio en una sociedad profundamente patriarcal. Su vida está marcada por la necesidad de validar su existencia y de encontrar amor, respeto y autonomía en una época que negaba esos derechos a las mujeres. En este contexto, su figura se vuelve emblemática de la resiliencia femenina, no solo frente al olvido histórico, sino también frente al desprecio cotidiano.
Un homenaje literario a las voces silenciadas
Con esta obra, Martha Bátiz da un paso firme en su compromiso por rescatar historias que se encontraban en la sombra. A Daughter’s Place no solo recupera a Isabel, sino que invita a reinterpretar la figura de Cervantes, no solo como el genio literario universal, sino como un hombre real, con luces y sombras, cuyas decisiones afectaron profundamente a los que le rodeaban.
Redescubrir a Cervantes a través de su hija
A Daughter’s Place no pretende juzgar, sino comprender y completar la imagen del pasado. Al ofrecer una visión más humana del entorno del autor del Quijote, la novela obliga al lector a mirar con otros ojos la figura de Cervantes. Ya no es solo el gran escritor que cambió la literatura, sino también el padre distante, el hombre atrapado en las contradicciones de su tiempo.

Una novela imprescindible
Con su sensibilidad, rigor histórico y una narrativa envolvente, A Daughter’s Place se convierte en una lectura imprescindible para quienes buscan redescubrir la historia desde una perspectiva feminista y humana. La obra no solo reivindica la memoria de Isabel de Saavedra, sino que también rinde homenaje a todas las hijas sin lugar, a todas las mujeres cuyos nombres no figuran en los libros, pero que merecen ser contadas.