El último informe de la UCO de la Guardia Civil, al que ha tenido acceso Artículo14, desvela que Cristina Álvarez ayudó a Begoña Gómez más allá de su agenda oficial. Por ejemplo, gestionando su actividad docente e, incluso, a través del correo electrónico de Presidencia.
El argumento de Moncloa y los abogados de Gómez para negar irregularidades pasa por asegurar que esos correos eran un “favor personal”, tal y como declaró ella misma ante el juez Juan Carlos Peinado. Algo que intentan sostener subrayando que los mensajes que aparecen en el último informe de la Guardia Civil fueron enviados desde una cuenta privada de Álvarez.
“Estamos hablando de unos correos mandados desde una cuenta de gmail que demuestran lo que ya sabíamos, que aquí no hay nada”, aseveró Pilar Alegría, portavoz del Gobierno, al término del Consejo de Ministros del pasado martes.
No solo era gmail
Si ese es el argumento para desmontar la investigación por malversación a Begoña Gómez, solo hay que remontarse a uno de los más de trece tomos con cientos de páginas que acumula la causa para ver que Cristina Álvarez también usó su correo oficial de la Moncloa.

Por ejemplo, organizando un evento de la vida privada de Gómez. Se trata de una mesa redonda en IFEMA en noviembre de 2021 en la que participaba como directora de la Cátedra que codirigía en la Universidad Complutense. “Tal y como has quedado con Begoña, te hago llegar los datos técnicos para que puedas hacérselos llegar a Renzo Liaj sobre el acto del 25 de noviembre 18 horas a 19 horas en IFEMA feria de Silver Economy (Evento Vida Silver)”, anunciaba Álvarez a una directiva de Reale.
El quid de la cuestión pasa por dilucidar si estos indicios que acumula el juez Peinado son constitutivos de un delito de malversación. De momento, para el instructor son suficientes para seguir investigando.
La posición de su defensa
Por su parte, su defensa no niega estas gestiones, que Begoña Gómez reconoció ante el juez como “favores de amiga”. Eso sí indicó que eran “puntuales” aunque, tras el último informe de la UCO, queda constatado una continuidad en el tiempo. Pese a ello, su defensa sostiene que “los correos electrónicos representan solo una mera parte mecánica de transcripción o traslado de mensajes dentro de toda la gestión administrativa realizada”.
Según juristas consultados, la relación entre Gómez y la asesora solo podría enmarcarse en la malversación si esta última hubiera dejado de lado las funciones regladas por el puesto que ocupaba. Extremo que no se ha demostrado que haya ocurrido.
La clave del horario laboral
Sin embargo, para Peinado y las acusaciones, el hecho de que en su horario laboral se dedicara a ayudar a Gómez con las gestiones de su vida privada ya es razón suficiente como para pensar que hubo una desviación de dinero público -su salario- a fines privados que beneficiaban a la mujer de Pedro Sánchez.
De hecho, las acusaciones populares representadas por Hazte Oír entregaron al juez un escrito con una lista cronológica con fotos de todos los eventos y reuniones de la Cátedra que codirigía Gómez en su ámbito privado y a los que acudía como acompañante Cristina Alvarez. Así, en febrero de 2019 le acompañaba a un Encuentro Estatal de Emprendedoras Ruraltyvty, en noviembre de 2020 a la firma del Convenio de la Cátedra Extraordinaria de Transformación y en abril de 2021 a una mesa como Experta en Impacto Social.
Este debate lo zanja la defensa amparándose en que no está regulada la figura institucional que ocupa Álvarez: “Las funciones que se atribuyen a los asistentes de los cónyuges de los Presidentes de Gobierno están ayunas de cualquier tipo de regulación, no existe norma alguna que establezca cuales son las funciones que ha de desarrollar”.
Por ello entiende que “la realización de un favor a la persona para la que trabajas y con la que, además, mantienes una relación de amistad nunca puede interpretarse como malversación pública”.