Es habitual que los embajadores extranjeros acreditados en España acudan a la recepción del 12 de octubre en el Palacio Real. Este año, no será una excepción, sólo que un nombre sonará por encima de los demás, dadas las relaciones bilaterales que se mantienen con el país: Dana Elrich.
Según confirman a este medio fuentes cercanas a la máxima representante israelí en nuestro país, asistirá a la celebración salvo cambios de última hora. Elrich es la encargada de negocios de Israel en España. Y tiene este cargo porque, en la actualidad, Israel no tiene embajador en Madrid, debido a la crisis diplomática que reina entre el Estado hebreo y nuestro país desde mayo del pasado año. El presidente israelí, Benjamin Netanyahu, retiró a su representante tras reconocer el Gobierno de Sánchez el Estado Palestino.
Elrich sustituyó a Dan Poraz como encargada de negocios el pasado mes de agosto, y desde entonces Albares la ha llamado a consultas hasta en tres ocasiones. Las dos primeras: el 11 y el 16 de septiembre, se deben a las acusaciones de Netanyahu contra Sánchez. La escala de ataques no cesó entre ambos. El presidente israelí llamó al presidente español “antisemita” en distintas ocasiones, y éste llegó a afirmar que no podía acabar con el “genocidio” por no tener “bombas nucleares”. Las manifestaciones violentas en la Vuelta Ciclista en contra de que Israel participara fueron el desencadenante en la última llamada a consultas.
La detención por parte de Israel, a principios de este mes, de la flotilla que pretendió cruzar el bloqueo naval de las aguas israelíes para llegar a Gaza ha sido el último incidente.

Durante todo este tiempo, el tono que ha mantenido Elrich ha sido de búsqueda de conciliación y a la vez de denuncia por el antisemitismo, asegura, que se vive en Madrid desde la masacre del 7 de octubre. “Vamos en un camino que me alarma”, afirmó, durante una entrevista con este medio. “Las protestas no son pro palestinas, buscan demonizar a Israel. No es una crítica contra el Gobierno de Israel, se busca deslegitimar a todos los israelíes. Es antisemitismo y no hay otra palabra para definirlo”.
Sin vistas a romper las relaciones bilaterales
Con las relaciones bilaterales entre España e Israel más tensas que nunca, la asistencia de Elrich a la recepción del 12 de octubre ayuda a rebajar la tensión. La encargada de negocios ha dicho en distintas ocasiones -la última durante una entrevista en Telemadrid- respecto a la posible situación de que se suspendan las relaciones diplomáticas -Israel cerró su embajada en Irlanda por “políticas extremas antiisraelíes”- que su labor es conseguir mejorarlas, no destruirlas. Este mensaje zanja, de momento, que la cuerda se rompa.

La Corona, un activo para normalizar relaciones diplomáticas
La recepción este domingo en el Palacio de Oriente tendrá de fondo el alto el fuego alcanzado entre Estados Unidos, Catar, Egipto y Turquía, una paz que ha vestido de júbilo -aunque también de cautela- las calles de Gaza y de Israel, que, por fin, tendrá a los rehenes en casa si se cumplen los preceptos establecidos y se alcanza la paz. El clima propicia un tono de normalidad diplomática en la asistencia de Elrich.
El papel activo que desempeña la Monarquía en estos momentos es clave. El ejemplo más reciente ha sido la Cumbre de la OTAN, en la que Felipe VI se hizo la fotografía con Trump en el saludo previo a la recepción en el hotel Lotte. Porque Sánchez tiene a otro país en la diana: Estados Unidos, cuyo presidente ha llegado a afirmar que sería conveniente sacar a España de la Alianza Atlántica. Al ir Felipe VI, Sánchez evitó hacerse una foto que no encaja en su discurso político.