Cada noche, la terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas se transforma. A partir de las once, cuando la actividad decae y el flujo de pasajeros se reduce, cientos de personas sin hogar ocupan los bancos, los pasillos y los rincones más apartados de la instalación. Según el sindicato Alternativa Sindical Aena/Enaire, más de 500 personas pernoctan cada día en el aeródromo madrileño, convertido en refugio improvisado ante la falta de recursos habitacionales en la capital.
La situación está generando problemas de salubridad, con plagas de chinches en zonas de uso común, y deteriorando la convivencia diaria entre trabajadores, pasajeros y las personas que viven en la práctica en esa terminal.
AENA, que ya ha tenido que fumigar varias veces, insiste en que no tiene competencias sociales y hace unos días remitió al Ayuntamiento de Madrid un escrito exigiéndole que “cumpla con sus obligaciones legales”. El presidente del ente gestor, Maurici Lucena, acusó al consistorio de “inacción” y “dejación de funciones”. Como consecuencia, la empresa pública tomó la decisión este miércoles de imponer controles de acceso en el aeropuerto para impedir el paso a las personas sin hogar.
En paralelo, el Gobierno central también señaló a la Comunidad de Madrid y negó que las personas que pernoctan allí sean solicitantes de asilo; caso en el que sí tendría competencias.
La respuesta fue prácticamente inmediata. Este martes, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, reiteró la necesidad de una mesa de gestión con el Gobierno para poder “ocuparse” de esas personas. “Los Servicios Sociales de Madrid no pueden entrar y llevarse a esas personas”, explicó en rueda de prensa tras la Junta de Gobierno. “Sin los ministerios no hay solución. Pero yo no hablaré de competencias. Son personas”, sentenció.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también terció en la bronca política, que cada día que pasa va a más: “Son instalaciones de AENA y, por tanto, son ellos los responsables, los que tienen que tomar cartas en el asunto (…) Lo que no puede ser es negarse en banda a actuar”, declaró esta semana. Ayuso ofreció su colaboración pero recordó que “sin competencias es muy difícil ayudar”.
Ofensiva en el Senado
La guerra institucional por los alojados en Barajas llegará también al Senado. La portavoz del grupo parlamentario popular, Alicia García, registró este martes una batería de preguntas por “la caótica situación que se vive en el aeropuerto de Madrid” y exigió al Ejecutivo que actúe de inmediato
El Gobierno tiene un plazo de un mes para responder a las quejas de los populares, que le acusan de “abandono” y apuntan directamente a los ministros Óscar Puente y Fernando Grande-Marlaska. Alicia García considera que están “de brazos cruzados mientras la situación se hace cada vez más peligrosa” y acusa a Pedro Sánchez de estar “más preocupado de sus mensajes con Ábalos que de los problemas de los españoles”. “Las consecuencias son estas”, concluye, “abandono de las infraestructuras y empeoramiento de los servicios públicos”.
En su ofensiva parlamentaria, a la que ha tenido acceso este periódico, el PP exige explicaciones sobre las actuaciones de AENA, los protocolos de limpieza y seguridad aplicados en la T4, la posible pérdida de reputación internacional del aeropuerto y el papel de la Policía Nacional y la Guardia Civil ante la presencia permanente de personas sin hogar. “Barajas representa la puerta de entrada a España y tiene la categoría de ‘hub internacional’”, subraya la senadora popular, que denuncia además “el deterioro de la imagen” del aeropuerto.