La posibilidad de una moción de censura a Sánchez ha vuelto al debate político después de la entrada en prisión provisional del exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. El Partido Popular ha iniciado una ronda de contactos con los grupos parlamentarios para evaluar si existe un respaldo suficiente para presentar una moción. Aunque, por el momento, insiste en que no se trata de pedir apoyos explícitos, sino de “escuchar”.
Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso, ha declarado que la situación del Gobierno es “insostenible” y que los grupos que sostienen la legislatura deben decidir si quieren ser “socios o cómplices”. Aunque la moción de censura a Sánchez todavía no ha sido registrada, el movimiento del PP busca comprobar si existen grietas en el bloque de investidura tras el escándalo de corrupción que salpica a altos cargos del PSOE. Empezando por la mano derecha del presidente.
¿Hay apoyos suficientes para una moción de censura a Sánchez?
Para que prospere una moción de censura a Sánchez, el PP necesitaría sumar al menos cuatro votos más a los que ya cuenta junto a Vox. Sin embargo, la realidad parlamentaria actual complica el escenario. Mientras partidos como ERC han cerrado la puerta a cualquier negociación con los populares, Junts y el PNV se mantienen en un plano ambiguo, pero sin comprometer ningún respaldo.
Desde ERC se ha insistido en que si la situación escala, “debe ser la ciudadanía quien decida el futuro del país, no un partido con su propio historial de corrupción”. Junts, por su parte, ha recordado que cualquier conversación sobre el futuro de la legislatura debe hacerse “fuera del Estado”. Es decir, en Waterloo, con la participación directa de Carles Puigdemont.

Esta exigencia ha sido rechazada por el PP, cuyo portavoz ha asegurado que “no harán lo que han criticado”. Una referencia a las visitas del PSOE a Bélgica para negociar con el expresidente catalán. En ese contexto, las probabilidades de que una moción de censura a Sánchez prospere parecen, de momento, muy limitadas.
El papel de los socios del Gobierno en el equilibrio parlamentario
Uno de los argumentos más repetidos por el PP en los últimos días es que los partidos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez deben posicionarse. “No vale criticar la corrupción y seguir sosteniéndola”, ha asegurado Tellado, en referencia a formaciones como Sumar, PNV, Junts o ERC.
Para que la moción de censura a Sánchez avance, el bloque de la investidura debería fracturarse. El PNV, con cinco escaños, y Junts, con siete, son las únicas formaciones que podrían inclinar la balanza. Sin embargo, ambos partidos han mostrado reticencias históricas a respaldar a la derecha española en iniciativas de este tipo. Y aún no han dado señales claras de cambio.

La causa judicial contra Santos Cerdán ha sido el detonante de esta ofensiva del PP. El juez del Tribunal Supremo, Leopoldo López, considera que la trama de mordidas podría haber movido hasta cinco millones de euros, y apunta a la existencia de una estructura organizada dentro del PSOE. Tellado ha recordado que Cerdán fue una pieza clave en la negociación de la ley de amnistía, y que buena parte del actual Gobierno “le debe su cargo”.
Según el PP, es difícil sostener que Pedro Sánchez no estuviera al tanto de los hechos. “Solo la Justicia podrá determinar si actuó con ignorancia, mala fe o participación directa”, ha afirmado Tellado. En este contexto, la moción de censura a Sánchez se presenta como una forma de presionar políticamente en medio de una investigación judicial que aún está en fases iniciales.
¿Una estrategia de desgaste más que una alternativa real?
Algunos creen que el verdadero objetivo del PP con esta posible moción de censura a Sánchez no es necesariamente tumbar al Gobierno, sino acelerar su desgaste público. Colocar a los socios del Ejecutivo en la disyuntiva de respaldar al presidente o desmarcarse podría aumentar las tensiones internas del bloque progresista.
Mientras tanto, Pedro Sánchez guarda silencio sobre el caso Cerdán y confía en que el escudo parlamentario se mantenga firme. Pero el calendario judicial y las presiones políticas podrían cambiar el escenario en las próximas semanas. Si los apoyos empiezan a tambalearse, la moción de censura a Sánchez podría dejar de ser solo un recurso retórico.