¿Por qué Francisco Franco no debió morir el 20 de noviembre?

Un repaso riguroso a los últimos días de Franco: cómo la agonía del dictador estuvo marcada por presiones políticas y una estrategia fallida

Madrid, 20/11/1975.- Todos los periódicos matutinos y algunos vespertinos, en ediciones especiales, han salido a la calle, hoy jueves, con las portadas dando la noticia del fallecimiento del jefe del Estado, Francisco Franco. EFE
Efe

La muerte de Francisco Franco no fue solo el final biológico de un dictador. Fue también el epílogo de un sistema que trató de sobrevivir a cualquier precio. Lo que hoy se conoce sobre aquellos días revela una agonía sostenida artificialmente. Un prolongado deterioro físico que, según periodistas que vivieron la escena, respondió más a intereses políticos que a criterios médicos.

La “larguísima y cruel” cuenta atrás de Francisco Franco marcó el ánimo de una España paralizada entre el miedo, el silencio y la inminencia de un cambio inevitable.

En esa frontera histórica se movía el periodista Miguel Ángel Aguilar, uno de los pocos cronistas en activo durante el final de la dictadura. Cuando Francisco Franco agonizaba en La Paz, Aguilar permanecía en los pasillos del hospital mientras la censura, todavía intacta, decidía qué podía contarse y qué debía quedar sepultado en la penumbra. Aquella cobertura periodística, intervenida y limitada, anticipaba el conflicto entre la información real y la propaganda del régimen.

Las presiones internas para alargar la vida del dictador

Pero, ¿por qué la muerte de Francisco Franco se convirtió en un episodio tan prolongado? Aguilar recuerda en 20 Minutos que el dictador llevaba semanas en una agonía que en cualquier otro paciente habría sido acortada por criterios de humanidad. Sin embargo, la familia del Caudillo tenía otro plan: mantenerlo vivo hasta el 26 de noviembre. No era una fecha casual. Ese día caducaba el mandato de Alejandro Rodríguez de Valcárcel como presidente de las Cortes Falangistas. Un nombre clave en la continuidad del franquismo.

¿Por qué Francisco Franco no debió morir el 20 de noviembre?
Un fotografía del ‘Caudillo’ en blanco y negro.
Archivo

El objetivo era dar la apariencia de que Francisco Franco seguía consciente y había manifestado su deseo de que Valcárcel continuase al frente. Lo que estaba en juego no era la salud del dictador, sino la arquitectura de un régimen que buscaba atornillar su supervivencia con figuras fundamentales del aparato falangista. Cristóbal Martínez-Bordiú, el célebre “yernísimo”, lideraba la operación para sostener la ficción de un Caudillo aún funcional.

La información que todos sabían, pero nadie podía escribir

Quienes trabajaban entonces en la prensa conocían las maniobras, pero escribirlas era otra historia. La sombra de Francisco Franco pesaba sobre cada redacción, incluso cuando su vida pendía de un hilo. Aguilar recuerda en 20 Minutos que tuvo que dividir su voz entre publicaciones españolas sometidas a control y medios extranjeros donde podía contar lo que en España no era publicable. Su trabajo en la revista Posible y en La Libre Belgique se convirtió en una suerte de doble militancia informativa. Una vida profesional vivida entre dos versiones de un mismo país.

En aquel clima, la muerte de Francisco Franco llegó como un secreto a voces confirmado por teléfono, según relató Aguilar. Había pasado el día entero en los vestíbulos del hospital, volvió a casa agotado y, cuando por fin se metía en la cama, sonó la llamada que cambiaría la historia. “Franco ha muerto”, le dijeron. Y lo primero que pensó fue “por fin”. Por fin terminaba una agonía que, en sus palabras, “ni el mayor enemigo de Francisco Franco habría diseñado para él”.

El 20 de noviembre como símbolo… y como error estratégico

Años después, los expertos coinciden en que la fecha del 20 de noviembre no fue la escogida por el destino, sino por la imposibilidad de seguir sosteniendo la ficción política que rodeaba a Francisco Franco. La maquinaria falangista perdió la batalla contra lo evidente. El dictador no podía sobrevivir hasta el 26 de noviembre. La muerte llegó antes, desmontando la operación diseñada para perpetuar el franquismo y alterando los tiempos de la Transición.

¿Por qué Francisco Franco no debió morir el 20 de noviembre?
El general Francisco Franco.
Kiloycuarto

Que Francisco Franco muriera ese día —y no seis días después— frustró la intención de presentar su continuidad política como una decisión voluntaria del propio Caudillo. El 20-N quedó así congelado como un símbolo. Pero también como el punto exacto donde la estrategia falangista se rompió a mediados del camino.

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