El examen teórico de la DGT es, para muchos, el primer gran reto antes de ponerse al volante. Esa prueba de treinta preguntas tipo test, con un máximo de tres fallos permitidos, ha sido durante décadas el filtro que separa a los aspirantes a conductor de su ansiado permiso de circulación. Pero desde este 1 de octubre, todo ha cambiado. La Dirección General de Tráfico ha decidido transformar el modelo para dejar atrás la simple memorización de respuestas y apostar por una evaluación más razonada, práctica y adaptada a la realidad actual de las carreteras.
El nuevo enfoque del examen teórico de la DGT
Hasta ahora, el examen teórico de la DGT se centraba en valorar el conocimiento memorístico sobre señales, normas y seguridad vial. Sin embargo, el nuevo modelo introduce un giro completo en el planteamiento. A partir de este 1 de octubre, lo importante no será recordar la respuesta correcta, sino entender las normas y saber aplicarlas ante situaciones reales.
La DGT pretende que los futuros conductores razonen sus decisiones y sepan reaccionar con criterio cuando se enfrenten a un peligro en la carretera. Por eso, las preguntas dejarán de ser tan literales. Se centrarán más en contextos prácticos, como una incorporación a una autopista con tráfico intenso o una frenada en una curva bajo lluvia.
El objetivo, según fuentes del sector, es formar conductores más conscientes, capaces de interpretar correctamente las circunstancias del tráfico, más allá de repetir una respuesta aprendida de memoria.
Las nuevas señales también entran en el examen teórico de la DGT
Uno de los cambios más visibles en el examen teórico de la DGT está relacionado con la actualización del catálogo oficial de señales de tráfico, en vigor desde el 1 de julio de 2025. Se trata de una reforma histórica del Reglamento General de Circulación que moderniza la señalización española, adaptándola a los nuevos tiempos.

Las nuevas señales incluyen referencias a vehículos de movilidad personal (VMP), símbolos más claros y pictogramas que reflejan una sociedad más inclusiva y moderna. A partir de ahora, estas señales actualizadas formarán parte del examen teórico de la DGT, mientras que las más antiguas y obsoletas quedarán descartadas.
De este modo, los aspirantes deberán familiarizarse con un entorno visual más actual y con una simbología pensada para mejorar la comprensión de todos los usuarios de la vía. Las autoescuelas ya están adaptando sus materiales didácticos para que los alumnos lleguen preparados a esta nueva etapa.
Comprender en lugar de memorizar: la filosofía del cambio
El cambio que introduce la DGT en el examen teórico de la DGT no se limita a actualizar preguntas o señales. Lo que realmente cambia es la filosofía. La intención del organismo es fomentar la comprensión real del tráfico, algo que —según reconocen desde las autoescuelas— llevaba tiempo siendo necesario.
La clave está en enseñar a los alumnos a razonar situaciones complejas, en lugar de limitarse a estudiar de memoria. Ejemplos típicos serán los supuestos de riesgo en adelantamientos, gestión de imprevistos climáticos o la interpretación correcta de prioridades en rotondas y cruces complicados.
Este enfoque busca acercar el examen a la conducción real, haciendo que el futuro conductor interiorice las normas y entienda por qué existen, en lugar de responder mecánicamente. En definitiva, se trata de mejorar la seguridad vial desde el aprendizaje.
¿Qué va a pasar en 2026?
La transformación del examen teórico de la DGT no acaba aquí. A partir de finales de 2026, se prevé que la DGT introduzca vídeos cortos que simulen situaciones reales de tráfico. Este nuevo formato —ya implantado en países como Francia o Reino Unido— permitirá evaluar la percepción del riesgo y la capacidad de análisis del alumno.

Durante estas pruebas, el aspirante deberá observar una escena y responder sobre lo que ocurre: qué tipo de riesgo se presenta, qué acción sería la más adecuada o cómo debería reaccionar el conductor ante un imprevisto.
De este modo, el examen teórico de la DGT se convertirá en una evaluación mucho más completa, donde no solo importará saber la teoría, sino también demostrar criterio y capacidad de observación.