España es uno de los estados más conectados de Europa. Hay más de 61 millones de líneas móviles activas para 49 millones de ciudadanos. Por esa razón, el mercado minorista de las empresas de telecomunicaciones no tiene margen para crecer y obliga a las operadoras a competir agresivamente por retener y obtener clientes de otras marcas. Sin embargo, hay un segmento de negocio cuyo techo todavía no ha sido descubierto, y una medida de la Dirección General de Tráfico (DGT) va a ponerlo patas arriba. Las telecos ya lo saben: en esta guerra, cada coche va a ser una trinchera.
Es el mercado de las balizas V16, que sustituirán a los triángulos de preseñalización en caso de que una avería deje a un coche en el arcén. Estas balizas son legales desde el año 2021, aunque desde 2026 serán obligatorias llevarlas en la guantera. Son unos dispositivos que lanzan flashes, similares a las luces de un vehículo de emergencias, y permite a los conductores instalarlas colocándolas en el techo del coche sin necesidad de bajarse del mismo, con lo que disminuye sensiblemente el riesgo de accidente que provocaba salir para poner el triángulo.
Nueva obligación
A pesar de que serán obligatorias desde el 1 de enero, estas balizas V16 no son gratuitas. Los conductores tendrán que comprarlas -oscilan un rango de precios de entre 40 y 60 euros– y se tendrá que comprobar siempre que la baliza que se ha adquirido cumple con los requisitos técnicos de la DGT. De hecho, las balizas compatibles con la nueva regulación vial suelen incluir un icono en la caja con un sello de que el dispositivo ha sido certificado para la plataforma DGT 3.0. En otras palabras: las balizas tienen que tener la capacidad de conectarse a una plataforma digital de Tráfico, para que en caso de emergencia la señal permita alertar al resto de conductores de la zona, y para ello necesitan llevar instaladas una tarjeta eSIM que las telecos ya ofrecen a los fabricantes.
Vodafone lidera, Telefónica aprieta
La llegada de las balizas V16 va a ser un revulsivo para el mercado de dispositivos conectados (IoT, siglas de internet of things o internet de las cosas) en el que las telecos ya están presentando sus cartas. Telefónica ha anunciado esta semana que el 70% de las balizas V16 que se comercializarán en España con tarjetas eSIM llevarán su línea. De hecho, la compañía que dirige Marc Murtra ha cerrado contratos con más de 30 fabricantes a los que ofrece incluso la placa de la eSIM ensamblada para que el manufacturero solo tenga que instalarla. Además, la compañía va a ofrecer estas balizas en sus más de 800 tiendas Movistar.
Esto es un golpe de mano a la estrategia de Vodafone España, que ahora trata de hacerse fuerte en otros frentes, como es la posible adquisición de Finetwork. En un mercado de telecos que empieza a dar sus pasos hacia la consolidación, Vodafone España, bajo el control del fondo británico Zegona desde hace solo un año, todavía podía presumir de su liderazgo en el segmento IoT. En julio, la operadora aseguraba sumar más de 9,3 millones de líneas IoT y haber comercializado ya 250.000 balizas. Su CEO, José Miguel García, reconocía entonces que el IoT seguía siendo “un motor de crecimiento” para la empresa.
Prueba de cómo se está ajustando esta carrera es que por las mismas fechas Telefónica confirmaba haber cerrado la primera mitad del año con 8,67 millones de líneas IoT, ocupando el 40,37% de la cuota de mercado. Aunque son segundos después de Vodafone España, el crecimiento llama la atención: hace un año, Telefónica tenía solo 4,46 millones de líneas IoT.
Sin elección
En este sentido, los conductores van a tener poca capacidad de elección. Este es un negocio empresa a empresa, por lo que dependerá de qué baliza V16 se compre que esta tendrá señal de una u otra operadora de telecomunicaciones. Las diferencias serán imperceptibles para el usuario, y estos dispositivos tendrán posibilidad de conectarse incluso en zonas de poca cobertura. El propósito de las balizas V16 es que, en caso de emergencia, la señal permita alertar a otros conductores, permitiendo a la DGT lanzar un aviso en algunos de los luminosos que pueblan sus autovías, por ejemplo. Además, las operadoras prometen una vida útil de más de una década para estas tarjetas eSIM que vendrán preinstaladas en las balizas homologadas por la DGT.

Sin embargo, el parqué móvil asegurado es de más de 31 millones de vehículos, excluyendo motos. Esto quiere decir que serán necesarias 31 millones de balizas V16. Por ello, los números del mercado IoT que representan este dispositivo van a crecer exponencialmente: entre Telefónica y Orange solo suman 18 millones. Hay un campo de batalla de 12 millones de guanteras por librar, el 40% de los conductores. Y Telefónica y Vodafone, pero también el resto de operadoras, ya están tomando posiciones.
Desabastecimiento
Eso sí, al cómputo total de los conductores se llegará con dificultades. A pesar de que se sabe desde hace tiempo que estas balizas serán obligatorias desde el 1 de enero de 2026, lo cierto es que muchas todavía no han sido distribuidas y la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (FENADISMER) ha advertido de que su disponibilidad está en riesgo. “Las empresas que disponen de dispositivos homologados por la DGT advierten de que existe posibilidad de desabastecimiento de balizas V16”. “En internet son numerosas las empresas que anuncian dispositivos V16, pero, la mayoría de ellos no serían válidos al no contar con la homologación de la DGT”.
🚨 A partir del 1 de enero de 2026, la baliza #V16Conectada será el único dispositivo de preseñalización de peligro autorizado en España. ¿Quieres saber por qué la #V16Conectada puede salvarte la vida? Consulta más ℹ️ y vídeos sobre la #V16Conectada 👉 https://t.co/DwPcDEo7yl pic.twitter.com/YHZbu56ZHS
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) September 25, 2025
El mundo IoT se expande
La llegada de las balizas V16 a las guanteras de los coches de toda España es una enorme oportunidad para el negocio IoT en el que las operadoras tienen mucho que decir. Vodafone, Telefónica y Orange, entre otras, han ido desarrollándose en este segmento en los últimos años mediante despliegues en sectores industriales y de servicios. Un reflejo de que el internet de las cosas está cada vez más presente en diversos ámbitos: contadores de luz, sensores industriales, gestión de residuos, alumbrado, control de plagas en explotaciones agrícolas…
Telefónica, por ejemplo, cuenta con un laboratorio IoT asignado a su filial tecnológica en Valencia. Desde este desarrollan aplicaciones para industria o eficiencia energética de edificios, con termostatos conectados, e incluso aparatos para flotas de vehículos, al igual que Orange. Las grandes telecos coinciden, además, en crear sus propias plataformas en las que analizan datos en tiempo real para darle más funcionalidades a los aparatos.
En el caso de las balizas V16 esta plataforma tecnológica la firma DGT, y desde el 1 de enero de 2026 será esa DGT 3.0 la razón por la que ya no se verán triángulos de preseñalización en los arcenes de las Red Nacional de Carreteras. En su lugar habrá un dispositivo dando fogonazos, un nuevo campo de batalla para el mercado de la conectividad nacional.