La dirección nacional del PP pide a María Guardiola una tregua y que reconduzca su relación con Vox para desbloquear cuanto antes la gobernabilidad en Extremadura. Dos días después de las elecciones, la tensión entre el PP y Vox en el territorio sigue disparada y ello preocupa a importantes sectores del partido, tal y como ha podido saber saber Artículo14.
Los resultados electorales dejaron “una evidencia” incontestable, según Génova, y es que toca llegar a un acuerdo con Vox, a pesar de la guerra de Guardiola con los de Santiago Abascal. Así, tras una campaña a cara de perro y una noche electoral en la que presidenta no bajó las espadas, tanto la dirección nacional como algunos de sus barones le sugieren que trabaje para rebajar el pulso con Vox.
Tal y como avanzó este periódico, Guardiola ofrecerá a su interlocutor de Vox en las negociaciones la presidencia de la Asamblea de Extremadura, aunque evitará por todos los medios que entren en su Gobierno. “Ellos tampoco quieren”, sugieren en su equipo. Si bien, en aras de recomponer puentes, incluso dejó la puerta abierta a esa posibilidad en Cope: “Si Abascal quiere estar, se necesita un compromiso de seriedad”, dijo.
Incluso hay un sector del PP que pide la intercesión de “una tercera persona” si la animadversión entre Guardiola y Santiago Abascal y sus interlocutores se mantiene. “O alguien templa o complicado”, resumen fuentes populares del PP en Extremadura. “La tensión es evidente”, dice este cargo autonómico.
Barones piden paciencia
En Extremadura, hay voces que apuntan a que la situación es “ingobernable” en Extremadura, y no descartan el adelanto electoral. Un extremo en el que no quiere oír en Génova, que está trasladando la necesidad de que baje el suflé. “Cualquier otra cosa le penalizaría”, dicen desde el territorio. “Paciencia” y “no tirar la toalla”, es la receta que ofrecen distintos cargos consultados a Guardiola.
De fondo, el discurso en la dirección nacional del PP también se modula respecto a Vox tras un año en el que las relaciones entre Feijóo y Abascal se han deteriorado. El análisis que se hace ya en la dirección nacional es que el miedo a Vox no funciona. “Los pactos que dan miedo a los extremeños no son los pactos del PP con Vox, son los pactos del PSOE”, reflexionó la portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz.
En consecuencia, lo que descarta el equipo de Alberto Núñez Feijóo es llegar a ningún tipo de acuerdo con el PSOE. “Es difícil pactar nada con el PSOE de Pedro Sánchez”, defendió la portavoz del PP. “Extremadura quiere un gobierno de derechas”, recalcó, para luego reconocer que tendrán que “ponerse de acuerdo”. “La mano del PSOE es el aguijón del escorpión y si se la cogemos al final nos va a picar”, añadió Jorge Azcón, el siguiente en enfrentarse a unas elecciones, el ocho de febrero.
Por último, hay en el PP quienes también opinan que llegará el momento de la autocrítica pese a la victoria electoral en Extremadura. ¿El motivo? Varios dirigentes apuntan a “errores” durante la campaña como limitar la exposición pública de Guardiola o que no fuera al debate electoral de RTVE. “Génova tendría que haber intervenido”, sugieren.
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