En libertad provisional la exabadesa de Belorado y otra religiosa tras declarar por el expolio de obras de arte

Las dos exreligiosas dicen sentirse "aliviadas y libres como pajarillos" tras pasar una noche de "frío y ansiedad" en el calabozo

El Juzgado de Instrucción de Briviesca (Burgos) ha dejado en libertad provisional a la exabadesa del monasterio de Santa María de Bretonera de Belorado, Laura García de Viedma, y a Susana Varo, de la misma comunidad, que han prestado declaración esta mañana tras su detención acusadas, presuntamente, del expolio de obras de arte pertenecientes al citado cenobio. Un anticuario de León, acusado de receptación, ha quedado igualmente en libertad después de que la Guardia Civil completara el atestado.

La magistrada de la capital de la Bureba decretaba libertad provisional para ambas exreligiosas después de una declaración de casi dos horas. Alrededor de las 15.00 horas salían caminando ambas, acompañadas del abogado Enrique García de Viedma, hermano de la exabadesa.

Las dos cismáticas fueron detenidas, la primera en Belorado y la segunda en Orduña, en la tarde de ayer en el marco de una investigación por la presunta apropiación indebida de bienes catalogados como patrimonio histórico y pertenecientes al propio convento.

Sin medidas cautelares

El letrado García de Viedma, presente en el interrogatorio, ha asegurado que de momento no hay “ninguna medida cautelar”, más allá de que estén a disposición del Juzgado “cuando se las llame”.

Las dos religiosas han declarado que no han incurrido en “nada punible”, al tiempo que ha recordado que el auto judicial se refiere a unos hechos ocurridos, las ventas de bienes, “en el año de 2023”, cuando no se había producido el cisma y la entonces abadesa era administradora de los bienes del convento. El delito que se les imputa es el de “apropiación de bienes patrimoniales o de patrimonio artístico e histórico”.

La defensa alberga “muchas dudas de que realmente fuese procedente” la detención, que considera “totalmente improcedente”. García de Viedma se ha mostrado cauto con respecto a los pasos siguientes a dar aunque, eso sí, ha asegurado que de momento estudiarán si existe alguna posibilidad de impugnar lo que se ha hecho hasta ahora. En ningún caso van a revelar la estrategia de defensa.

Las mayores

El letrado ha recordado los hechos ocurridos en la tarde noche del jueves, cuando la Guardia Civil apareció en Orduña a las 19.00 horas con la intención de hacer “un registro buscando algunas obras de arte” que podrían haberse trasladado desde al convento vizcaíno. La Benemérita solicitó en la mañana de ayer la autorización para acudir a Orduña y recibió el visto bueno del juzgado.

García de Viedma ha subrayado que en algún momento llegó otra diligencia, entre las 20.00 horas y las 21.00 horas, así como una llamada a los agentes en la que les comunicó que “van a aprovechar la situación” para ejecutar la medida “de traslado” de las monjas mayores, medida que, en su opinión, constituye “una irregularidad procesal” ya que una jueza como la de Briviesca no puede llevar a cabo una orden de este tipo, debido a que la ejecuta un juzgado sin jurisdicción para ello, “lo que constituye una irregularidad procesal”.

El abogado ha asegurado que desde el día 8 de agosto ha pedido “la nulidad de todas las actuaciones” relacionadas con el traslado de las mayores y con la suspensión de la ejecución de esa medida. Sin embargo, el Juzgado de Briviesca “no ha movido ni un papel”, ha lamentado García de Viedma.

Alegría y alivio en las detenidas

Una vez que la jueza de Briviesca ha acordado la libertad provisional de las dos mujeres, éstas salieron caminando junto a sus abogados por las calles de la ciudad burebana. Aliviadas por la decisión judicial, mostraron su satisfacción y alegría después de escuchar la decisión de la instructora.

Así, tanto Susana Varo como Laura García De Viedma han confesado sentirse “aliviadas y libres como pajarillos”. Han reconocido vivir unas horas de incertidumbre y ansiedad y no van a olvidar las fechas del 27 y 28 de noviembre, días marcados en su memoria y una noche en la que han pasado “frío, ansiedad, soledad y la dureza del calabozo” y han asegurado que resistieron en esos momentos rezando.

Cuando a Susana Varo, sor Paloma, le dijeron que quedaba detenida, simplemente respondió que se iba con su “madre abadesa”. En su caso, el sitio no le agobiaba, pero “sí la falta de libertad para lo más básico”.

Ambas exreligiosas han reconocido que el trato de la Guardia Civil con ellas ha sido “maravilloso”. Aseguran que encontraron “humanidad” en los agentes, aunque entendían las medidas estrictas porque ahí va gente más peligrosa que ellas. Sin embargo, han criticado con dureza “la falta de humanidad” de la jueza. Pasaron la noche separadas, aunque podían escucharse entre pasillos y puertas metálicas.

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