Educación

“El abuso de las pantallas impide el desarrollo normal del cerebro en los niños”

Artículo14 reúne tres expertas en psicología, neuropsicología y educación para debatir sobre el impacto del abuso de la tecnología en los más jóvenes

La tecnología y las pantallas de los dispositivos electrónicos impregnan todos nuestros hábitos y están continuamente presentes en nuestra vida desde muy temprana edad. Los más pequeños crecen en el hogar rodeados de teléfonos, tablets y ordenadores y, en paralelo, empiezan a usarlos e integrarlos en sus vidas sin darse cuenta.

Como consecuencia, el 36% de los jóvenes de entre 12 y 17 años comete un uso abusivo de las pantallas (de más de seis horas al día). Pero, además, la Fundación Pau Gasol estima que el 54% de los niños de entre ocho y 16 años supera lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dictamina como seguro. Esta dependencia, que genera adicción, despierta la preocupación de los padres.

Ante esta inquietud, Artículo14 ha juntado a tres expertas en psicología, neuropsicología y educación para un nuevo Examen14 bajo el nombre ¿Más tecnología, mejor educación? celebrado el pasado miércoles en la sede de Asisa en Madrid, en colaboración con el Grupo HLA. Rosa Coba Sánchez, Elena Notario y María Solano debatieron sobre el impacto emocional y cognitivo de las pantallas en los más pequeños y concluyeron que sí o sí su uso tiene que disminuir para un mejor desarrollo cerebral.

Rosa Coba, especialista en psicología general sanitaria y neuropsicología clínica y neurorrehabilitación explicó: “El impacto [de las pantallas] es muy grande y cada vez lo sabemos más. La sociedad va más rápido que el conocimiento científico que vamos teniendo a este respecto”.

Para la OMS, los bebés menores de un año deben pasar cero horas frente a una pantalla, mientras que los niños de entre uno y cuatro años deben tener máximo una hora al día. La Sociedad Española de Pediatría, en paralelo, recomienda uso cero en niños de hasta seis años. Ahora, cada vez más evidencia habla de mermas en el desarrollo cognitivo por el uso tan prolongado y reiterado de estos dispositivos desde tan temprana edad: Coba recuerda que el uso de pantallas tiene “un impacto directo en el cerebro en neurodesarrollo“. “Un niño, cuando nace, tiene su sinapsis (conexiones de las neuronas) en pleno apogeo y sabemos que el uso de pantallas impacta negativamente sobre ese neurodesarrollo”, añade.

Para María Solano, “el drama no lo vimos venir”. “Ha llegado como una pendiente silenciosa que no vimos venir; no nos dimos cuenta de todo lo que entrañaba”, añade. Para esta experta, “el gran problema es la multitarea“: “Nos vendieron la idea de que gracias a la tecnología podríamos hacer más cosas a la vez pero lo único que podemos hacer es saltar más veces de una cosa a la otra, no más cosas a la vez, entonces tenemos un sentimiento permanente de frustración porque nunca completamos todas esas tareas que tenemos pendientes y eso genera un impacto emocional que esa desidia y ese estrés. Nos está condicionando”.

Kiloycuarto
Kiloycuarto

Coba recuerda que “hasta hace cuatro días” se tenía completamente normalizado que un niño entre ocho y 10 años tuviese en su habitación una televisión, un ordenador portátil, una tablet y un teléfono móvil. “Hemos pasado a tener dependencia de las pantallas“. Esta experta incide también en que padres y madres están hiperconectados en exceso, algo ya normalizado y de lo que el teletrabajo tiene buena parte de culpa.

Para esta experta, el tránsito hacia las pantallas deber ser muy progresivo y no normalizando el uso de estos dispositivos sin más. “Lo normal debe ser jugar, explorar, tocar, lo manipulativo, lo auditivo…”. “Muchos problemas de atención hoy en día vienen dados por un exceso de estimulación de la corteza visual y no tanto de la corteza auditiva”. “Es mucho más interesante que, en edades tempranas, manipulen, toquen, jueguen… Tendrá un impacto positivo mucho mayor en el desarrollo cerebral que no viéndolo a través de una pantalla”.

Menos estímulo a través de la pantalla

Coba recuerda un reciente estudio que habla de que cuando un niño ve “una emoción a través de una pantalla, ni de lejos se activan las neuronas espejo como cuando se hace en persona”.  Por su parte, Elena Notario matiza que la tecnología no se puede utilizar “como un chupete”. “No es el todo; el exceso de estimulación visual puede tener efectos sobre el lenguaje”. Esta psicóloga recomienda ante todo “aumentar el contacto, la empatía y el pensamiento crítico”.

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