No solo en los cómics o en las películas de superhéroes existen figuras enmascaradas que patrullan la ciudad al caer la noche. En Bilbao, un personaje singular ha comenzado a llamar la atención en redes sociales y en las calles: se hace llamar Basque Guardian y se presenta como el “protector nocturno” de la capital vizcaína. Vestido con un traje diseñado por él mismo, Basque Guardian ronda por la ciudad cuando la mayoría duerme. Sin superpoderes ni intención de usar la violencia, este justiciero asegura que su propósito es ayudar, cuidar y, sobre todo, inspirar. “No soy policía, no soy soldado. “Solo soy un ciudadano que decidió no mirar hacia otro lado”, afirma en uno de sus vídeos. La identidad del hombre tras la máscara sigue siendo un misterio, pero su mensaje ha empezado a resonar con fuerza.
Un héroe de carne y hueso
Lejos de tener una vida de película, Basque Guardian se define como una persona común con una misión clara: hacer de Bilbao un lugar mejor. Con cerca de 2.000 seguidores en Instagram y TikTok, y algunos vídeos colgados en YouTube, utiliza sus redes para compartir reflexiones, mostrar sus patrullas nocturnas y relatar pequeñas acciones solidarias. Entre ellas, destaca su participación en marchas solidarias, como la carrera contra el cáncer, o su ayuda en la búsqueda de animales perdidos, como el caso del gato Koda en Santutxu. En uno de sus vídeos, grabado en lo alto de Artxanda, lanza un mensaje que resume su filosofía: “Desde aquí arriba la ciudad parece dormida, pero bajo las luces aún hay quienes sufren, luchan y esperan. Por ellos sigo en pie”.
¿Qué lleva en sus patrullas?
A diferencia de los superhéroes clásicos, Basque Guardian no porta armas ni pretende ejercer la fuerza. En sus publicaciones aclara que su equipo está pensado para proteger, no para hacer daño. Lleva consigo una linterna táctica, un spray de defensa homologado –“efectivo cuando alguien cruza la línea”– y un pequeño botiquín, porque, como dice él, “lo primero es evitar que quienes protegemos sufran”. “Mi trabajo no es destruir, sino proteger. No llevo armas, llevo herramientas”, explica en una grabación en la que responde a quienes se preguntan si va armado.
Más allá del traje: un mensaje contra el odio
Además de su labor en las calles, Basque Guardian ha utilizado sus redes para combatir el discurso de odio, especialmente el racismo. En uno de sus vídeos, rechaza con firmeza los comentarios xenófobos y defiende la dignidad de quienes llegan a Bilbao buscando una vida mejor: “Estaré en la calle para proteger a quien lo necesite, sin importar su origen. El racismo no te hace fuerte, te hace parte del problema”, sentencia.
Un símbolo inesperado para Bilbao
Desde mayo, cuando comenzó a compartir sus andanzas, el misterioso vigilante bilbaíno ha publicado apenas una decena de contenidos, pero todos ellos desprenden un mensaje claro: cualquiera puede ser parte del cambio. Basque Guardian no vuela ni detiene a supervillanos, pero sí invita a la reflexión, al compromiso y a la acción comunitaria. ¿Quién se esconde detrás de la máscara? Esa sigue siendo una incógnita. Pero si de algo está seguro este superhéroe sin poderes es que su ciudad puede ser mejor, y está dispuesto a aportar su granito de arena, noche tras noche, desde las sombras.
