Pablo Iglesias ha aprendido muchas cosas desde que se quitó la coleta. A hablar como tertuliano, a mirar a cámara con solemnidad, a poner cara de indignación con pausa medida… y, sobre todo, a dominar una de las herramientas favoritas del populismo: señalar con el dedo. Hace unos días volvió a hacerlo. Dedicó parte de […]