De nuevo, una cuenta atrás agónica. Si nadie lo remedia este martes Juana Rivas deberá entregar a su hijo Daniel en un Punto de Encuentro Familiar de Granada para que vuelva con su padre, Francisco Arcuri, a pesar de que en apenas unas semanas, se le juzga por maltrato físico y psicológico a sus dos hijos en Italia. Las asociaciones de víctimas no pueden entender cómo se ha llegado a esta situación y piden que se escuche al pequeño de once años.

Gregorio Gómez Mata, cofundador y secretario de la asociación ALMA
“Es más de lo mismo. Tomar decisiones sin escuchar realmente a quien la está sufriendo y no tenerlo en cuenta. Existe una imagen ya preconcebida sobre toda la lucha de Juana Rivas y, veo que, por desgracia, está condicionando a los juzgados. No lo han escuchado realmente. Al crío hay que ayudarle sí o sí y nada más que hay que ver lo que manifiesta su hermano Gabriel. La solución pasa porque el interés superior del menor verdaderamente prevalezca y yo no veo aquí que prevalezca por ningún lado. Haría falta que realmente se tomaran decisiones velando por la seguridad de los menores que a día de hoy siguen estando en en la cuerda floja cada vez que se ven inmersos en una situación de violencia de género”.

Andrea Cabezas, presidenta de Stop Violencia Vicaria
El sistema judicial está blindando al maltratador. La Fiscalía mira hacia otro lado.
Y los tribunales están perpetuando la violencia contra las mujeres e infancias bajo toga, informes y sentencias. Hoy gritamos por Daniel, un niño de 11 años que ha pedido ayuda. Y por Juana, su madre, que lo protegió cuando nadie más lo hizo. Gritamos también por miles de hijas e hijos que sufren la revinculación forzada, el contacto obligado y forzoso con sus agresores, y la negación sistemática de su sufrimiento. Porque cuando una infancia denuncia, el sistema lo castiga. Porque cuando una madre protege, el sistema la revictimiza. ¿Hasta cuándo los tribunales seguirán siendo cómplices del maltrato? ¿Hasta cuándo se condenará a las madres por denunciar? ¿Hasta cuándo se forzará a la infancia a convivir con padres violentos? El Estado tiene una deuda histórica con nuestras infancias”.
Asociación Libres de Violencia Vicaria
“Estamos luchando mucho para que Daniel sea escuchado. La jueza de Granada que que ha tomado la decisión de que el niño tiene que ser entregado, dicen que está recibiendo que ha recibido presiones para ello. Lo único que pedimos es que se escuche a Daniel, que se escuche al niño. Ningún niño se inventa que no quiere ir con el padre por nada.
Existe una responsabilidad moral, ética y política. Él no mandar a un menor con un maltratador. Nosotros sabemos que es un maltratador y la justicia italiana lo va a juzgar en septiembre por ello. Siempre, ante la duda, sería más prudente esperar a que a que se celebre esa vista en septiembre antes de enviar al niño con un presunto maltratador, pero siempre por proteger el interés del menor sería conveniente mantener al niño en España y bajo la jurisdicción española. No podemos entender qué puede haber por encima de proteger a un niño español que está en riesgo”.
Natalia Morlas, de la asociación Somos Más
“Nuestra justicia va a desoír como siempre a un menor. Mujeres como nosotras, llevamos años sufriendo lo que Juana y sus hijos están sufriendo: que no nos crean, ni a nosotras ni a nuestros hijos e hijas. Que no nos escuchen, ni a nosotras ni a nuestros hijos e hijas. Que pese a pruebas aplastantes, entreguen a nuestras criaturas a los maltratadores. Sufrimos violencia institucional, violencia vicaria, nos revictimizan una y otra vez, como a Juana y sus hijos. Juana Rivas debe estar en España, con sus hijos. Basta ya de separar a las criaturas de sus madres”.

Rosalía Iglesias, asociación MAMI
“No se escucha a los niños, la gente solamente ve a una mujer y a las mujeres se nos demoniza por querer ser madres, se nos demoniza por querer exigir que nos dejen maternar. Es increíble que en un país como España una mujer lleve tantos años sin patria potestad, sin tener a sus hijos, cuando ya sabe todo el mundo, tanto Italia como España, que ese señor es un maltratador. No dan veracidad al testimonio de dos niños y de una mujer que ya lo ha sufrido con sus carnes. Es que ¿qué más quieren?”,