Por qué que Mar Flores no denunciase malos tratos no invalida su testimonio

Tan solo el 21,7 por ciento de las víctimas denuncia violencia de género. El año pasado, el 70 por ciento de las mujeres asesinadas no habían acusado de malos tratos a sus asesinos

Marflores
Carlo Constanzia padre, Mar Flores, y Carlo Constanzia hijo
KiloyCuarto

“Has hablado con tu padre, imagino, de las actitudes que tu madre dice que tuvo con ella”. El presentador Santi Acosta formula esta pregunta a Carlo Constanzia, hijo de Mar Flores, sobre los malos tratos que la presentadora y modelo relata en su libro Mar en calma. Lo hace en prime time, el pasado 3 de octubre, durante el programa De viernes. La respuesta del joven es inquietante: “Ni le he preguntado, ni le he reprochado. No habiendo ningún tipo de denuncia, de desarrollo judicial, pues entiendo que no ha sido así“.

El hijo de Mar Flores, Carlo Constanzia
EFE

El joven asegura no creer en la palabra de su madre porque no se formalizó una acusación en su momento. Sin embargo, parece desconocer que esta circunstancia es de lo más común, incluso en la actualidad.

No denunciar violencia es, desgraciadamente, la normalidad

Este año, previsiblemente, se publicará la macroencuesta de Igualdad sobre violencia de género. En ella se calcula qué porcentaje de mujeres denuncian las violencias machistas que sufren. Los datos que manejamos son de 2019, y aunque se espera que esas cifras se incrementen, lo cierto es que apenas se denuncia la violencia de género en el ámbito de la pareja o expareja. Tan solo lo hacen el 21,7 por ciento de las víctimas. Algo más de dos de cada diez mujeres.

Los malos tratos que narra Mar Flores sucedieron, según cuenta, a principios, mediados de los noventa, cuando ni siquiera se vislumbraba la Ley contra la Violencia de Género, que se aprobó a finales del 2004.

Mar Flores
EFE

En aquella época, los casos se tramitaban como “lesiones” o “faltas”, sin distinguir si se trataba de pareja o expareja y, por supuesto, sin enmarcarlos dentro de una violencia estructural. Tampoco existían juzgados especializados, órdenes de alejamiento ni protocolos policiales de atención a víctimas.

Denunciar a un marido o a una pareja estaba mal visto. No se creyó a muchas mujeres que no encajaban en el estereotipo de víctima o que no cumplían con los requisitos de un problema que algunos consideraban propio de mujeres sumisas, con dependencia económica y sin poder.

La propia Mar Flores ha explicado que sintió esos sesgos machistas cuando fue a denunciar los malos tratos. Contó que tanto la policía como el juez la trataron con prejuicios y restaron importancia a su denuncia por el hecho de ser famosa y porque “vestía minifalda” y “salía en televisión”.

En los noventa no existía la conciencia social actual

No se conoce el porcentaje de denuncias en los años noventa, pero hay que tener en cuenta que no existía la conciencia social actual y, por tanto, muchas mujeres no identificaban el maltrato que sufrían ni querían cargar con el estigma o exponerse al escarnio público.

De hecho, Mar Flores ha reconocido que sí formalizó varias denuncias, pero decidió retirarlas en aras de una “armonía familiar” que, al parecer, nunca se materializó.

La expareja de Mar Flores y padre de su hijo, Carlo Constanzia
Telecinco

En España no se conoce el número de denuncias por violencia de género que se retiran, pero sí existen datos sobre cuántas mujeres se niegan a declarar contra sus agresores. En 2024, 18.629 mujeres renunciaron a declarar contra su maltratador, lo que supone el 10,13 % del total de víctimas que denunciaron.

El 70 por ciento de las mujeres asesinadas por violencia de género en 2024 no había denunciado

Retirar la denuncia no significa que el maltrato no existiera. Muchas veces la víctima sufre presiones, miedo, inseguridad, amenazas u otros factores que le impiden continuar el proceso. Que un procedimiento sea archivado o sobreseído no implica falta de veracidad en la denuncia; puede deberse a la falta de pruebas suficientes o a la escasez de evidencias objetivas.

El dato más demoledor, que quizá Carlo Costanzia desconoce, ilustra la magnitud del problema: el año pasado, casi el 70 por ciento de las mujeres asesinadas por violencia de género no había denunciado su situación, y en 2023 ese porcentaje ascendía al 74,1 %. Es decir, la ausencia de denuncia no significa que no exista violencia.

No se deben lavar los platos sucios en casa

En otro momento de la entrevista, el hijo de Mar Flores volvió a mostrar un importante grado de desconocimiento sobre la violencia de género. Se confesó molesto porque la denuncia de malos tratos de su madre fuese pública: “Yo, desde luego, siempre he sido partidario de que los trapos sucios se tienen que lavar en casa. No es plato de buen gusto que toda España sepa todo”.

Es importante recordar que, gracias a la Ley contra la Violencia de Género de 2004, hace veinte años que la violencia machista dejó de ser un problema exclusivamente personal de pareja e íntimo. Se trata de un problema social que nos interpela y nos atañe. De hecho, todos podemos detectar, ayudar y denunciar la violencia de género.

Además, los testimonios de mujeres conocidas tienen un gran impacto en otras víctimas y pueden ayudar a identificar el maltrato, romper el silencio e incluso, salvar vidas.

Si algo de lo que has leído te ha removido o sospechas que alguien de tu entorno puede estar en una relación de violencia puedes llamar al 016, el teléfono que atiende a las víctimas de todas las violencias machistas. Es gratuito, accesible para personas con discapacidad auditiva o de habla y atiende en 53 idiomas. No deja rastro en la factura, pero debes borrar la llamada del terminal telefónico. También puedes ponerte en contacto a través del correo o por WhatsApp en el número 600 000 016. No estás sola.