El inicio de curso causa vértigo y sudor frío. La publicidad, con razones para el optimismo, nos satura con la cuesta de septiembre, como si la factura de la vuelta al cole no fuese más dura aún que escalar un ochomil. Este curso vuelve a marcar un récord: 422,05 euros por alumno, según el comparador financiero digital Banqmi. Si tomamos los datos del Observatorio Cetelem, la previsión de gasto sube a 425 euros. Euro arriba, euro abajo, cada curso escolar exige un máster matemáticas avanzadas. Y no olvidemos el encarecimiento de la cesta de la compra: alrededor del 3% más que en 2024 por estas fechas.
Trataremos de digerirlo por partes. Tanto la partida en libros (entre 192,6 y 365 euros) como la de los uniformes (229,79) son las más elevadas desde que este comparador hace seguimiento. El precio de los libros ha aumentado un 2,39%. En mochilas, cuadernos, estuches y papelería básica se van entre 40 y 60 euros por alumno, aunque puede aumentar según la calidad y variedad de los productos. A esto hay que añadir el estirón del verano, que deja la ropa reducida a la mínima expresión, más las actividades extraescolares, con sus correspondientes equipamientos. Echando cuentas, la suma supera con creces los 500 euros. Y si hablamos de las exigencias tecnológicas de cada centro, la tarjeta se pone definitivamente en alerta roja.
Hay que tirar de ingenio
Frente a estos cálculos, el estudio anual de Privalia, parte de Veepee –ecommerce, nos deja un dato preocupante. El 54% de los hogares concentrará su gasto entre los 100 y los 300 euros, mientras que el 16% cuenta con un presupuesto por debajo de los 100 euros.

Incapaces de estirar más el dinero, los padres multiplican su ingenio para ahorrar o comprar más barato. Reutilizan los libros y planifican algunas compras aprovechando las rebajas y promociones de verano. Un 15% adelanta antes de las vacaciones, en lugar de esperar a septiembre, cuando la cartera ya está seca. Cada vez resultan más socorridos el material de segunda mano y los sistemas de préstamo y cooperativas de algunos colegios.
De acuerdo con el estudio de Privalia, el 66% de las familias asegura que utilizará artículos escolares heredados de familiares o conocidos, principalmente ropa, libros, uniformes y mochila. El calzado y los dispositivos electrónicos son los productos menos reutilizables. En esto no varía con respecto a años anteriores. A pesar del esfuerzo, la calidad de los productos es el aspecto más valorado por el 80% de los encuestados, aunque al final cinco de cada diez familias tengan que optar por los productos más baratos.
Las búsquedas de libros de texto usados aumentaron en julio un 207% respecto al mes anterior, según datos de Milanuncios. La demanda se disparó especialmente en los manuales de la ESO, un 266% más. Los de Bachillerato, 192%; y los de Primaria, 122%. El ahorro, si comparamos con los nuevos, oscila entre 100 y 300 euros.
¿Por qué la cuesta se hace cada vez más empinada?
Sin entrar en demasiados tecnicismos, la inflación y la pérdida de poder adquisitivo se resienten directamente en los bolsillos, lo que explica que el gasto escolar tenga un peso tan significativo en la economía doméstica. Para el 59% supone entre el 10% y el 30% de su salario mensual, de acuerdo con Privalia.
La presión es fuerte y una de cada diez familias recurre a la ayuda de su entorno más cercano. El 7% solicita un préstamo bancario. Según datos del Banco de España, los créditos al consumo se dispararon un 20% en el primer trimestre del año.
El estudio de Privalia ha preguntado por primera vez sobre el uso de la inteligencia artificial (IA) para la gestión de la vuelta al cole. De momento, solo el 3% de las familias recurre a la IA, principalmente para elaborar listas, planificar compras o generar ideas.
Valencia, Cataluña y Navarra, las más caras
Según se desprende de los informes y comparadores, no es lo mismo ser padre en un colegio público que en uno concertado o en un centro privado. Tampoco es igual en la Comunidad Valenciana, donde las familias tienen que desembolsar 481,30 euros de media por hijo, que en Canarias, la comunidad más económica, con 398,87 euros.
Las comunidades autónomas que encarecen más la vuelta al cole en 2025 son, además de Valencia, Cataluña y Navarra, donde el coste por alumno supera ampliamente la media nacional y puede alcanzar los 474 o 500 euros. Este coste se debe a la menor implantación de programas de préstamo gratuitos, precios altos en libros de texto y uniformes, y mayor demanda de equipamiento escolar. En estas comunidades, el acceso a uniformes y libros se realiza, sobre todo, a través del propio centro escolar, donde los precios suelen ser más altos que en tiendas.

En Cataluña el gasto escolar más alto que la media por el elevado pago de cuotas en escuelas concertadas, con un promedio anual de 1.696 euros por alumno. Es un 46% más que en Madrid y mucho más que la media nacional. Ni siquiera la mitad de los centros concertados reciben suficiente financiación pública, lo que obliga a complementar el presupuesto con aportaciones familiares. La inversión de Cataluña por alumno es baja, comparada con comunidades como Castilla y León, en relación con su PIB.
En Navarra lo que encarece significativamente la vuelta al cole es el precio de los libros, con un gasto medio cercano a los 197 euros por alumno. Es una comunidad bilingüe, lo que implica la necesidad de libros en dos lenguas (castellano y euskera o navarro). Esto eleva los costos en la edición y adquisición. No obstante, en Navarra el salario es relativamente alto.
De acuerdo con el análisis realizado por el comparador financiero Banqmi, Extremadura, Castilla-La Mancha, Canarias, Asturias, Galicia y Castilla y León se sitúan por debajo de los 400 euros gracias a programas de gratuidad, mayor acceso a préstamos de libros, y oferta libre en uniformes.
Qué está pasando con los libros
El aumento del precio de los libros de texto en un 2,39%, según los editores, se debe principalmente a la subida de los costes básicos de producción, como papel, impresión y distribución, en muchos casos por encima del índice general de precios al consumo (IPC), lo que repercute en el precio final. A pesar de que los libros de texto no están afectados por la subida del IVA, otros materiales escolares sí lo están.
Por otra parte, según el informe de la Asociación Nacional de Editores de Libros de Texto (ANELE), las aportaciones de las administraciones a este capítulo se han reducido en más de un 75%, pasando de más de 200 millones a cerca de 50 millones de euros, lo que implica que las familias deben asumir más coste directamente.
Los padres llegarán al primer día de cole con los bolsillos vacíos y la tarjeta de crédito echando humo, pero resistiendo. Al menos lo suficiente para soportar los eslóganes que continúan taladrando los oídos con la dichosa cuesta de septiembre.