Crónica negra

La última ‘chica Manson’ seguirá en prisión porque todavía es un peligro

A Patricia Krenwinkel le han vuelto a negar la libertad. A sus 77 años, es la mujer que lleva más tiempo encarcelada en Estados Unidos, desde los 21

Sadie, Patty y Lulú recorrieron radiantes los pasillos de la Corte penal de California como si fueran tres jóvenes más que asistían de oyentes a uno de los juicios más impactantes de la historia criminal de Estados Unidos. Pero ellas eran las auténticas protagonistas, junto al resto del Clan Manson. Susan Atkins ‘Sadie’, Patricia Krenwinkel ‘Katie’ y Leslie Van Houten ‘Lulú’ se sentaron en el banquillo de las acusadas a principios de 1970. Lo más parecido en nuestro país fueron Iria y Raquel, las llamadas “Brujas de San Fernando” que con 16 y 17 años asesinaron a su compañera Klara García, en 1999, porque querían saber qué se sentía al matar. Es lo que explicaron al ser detenidas. Sus predecesoras americanas, que actuaron justo tres décadas antes en aquel sangriento 9 de agosto de 1969, buscaron respuestas a sus crímenes estando ya en prisión. Tiempo tuvieron. Condenadas en un primer momento a muerte, les conmutaron la pena por una cadena perpetua de la que Patricia Krenwinkel ha intentado librarse una veintena de veces.

Susan Atkins ‘Sadie’, Patricia Krenwinkel ‘Katie’ y Leslie Van Houten ‘Lulú’, en 1970

Krenwinkel es la mujer que más tiempo lleva presa en una cárcel de Estados Unidos. Sus amigas de matanza y posterior paseíllo judicial, ‘hermanas’ de esa terrorífica Familia Manson que formaron a finales de los años sesenta bajo el amparo sectario y psicópata de Charles Manson, tampoco corrieron mucha mejor suerte. Susan Atkins murió en prisión en 2009 de un cáncer terminal, pese a que su abogado -con el que llevaba casada 21 años- lo solicitó hasta en dos ocasiones cuando apenas le quedaban unos meses de vida y tenía una pierna amputada y la otra paralizada.  Pero el comité de evaluación de California lo denegó de forma unánime. Decidieron tener la misma piedad que ella tuvo con una de sus víctimas, la actriz Sharon Tate -esposa de Roman Polanski- a la que asesinó embarazada de ocho meses. Como reveló más tarde, Tate les rogó por su bebé y sólo halló esta respuesta de Atkins: “Le dije que no tenía misericordia de ella”. Una confesión que no le sirvió para atenuar su condena.

“Creía que Manson era Jesucristo”, alegó la devota Leslie Van Houten cuando las décadas en prisión disiparon la obnubilación y revisó aquella etapa. Se convirtió en una presa disciplinada, como en su momento se entregó a la Familia. De hecho, se perdió la jauría en la casa de Polanski porque era la encargada “de cuidar de los niños”. Y se desquitó días después en la siguiente matanza, la que llevaron a cabo en el hogar de Leno y Rosemary LaBianca. Con la sangre del matrimonio pintaron el famoso “Helter Skelter”, escrito mal con la intención de desviar la atención de la policía y hacerles creer que había sido fruto de radicales negros. Pero, como al resto, a Van Houten le cayó condena de por vida. La que con 17 años había sido la reina del baile del instituto logró la libertad 53 años después, la veinteava vez que la pidió, en 2023.

Peligrosa, con 77 años

Con este último, Patricia Krenwinkel acumula diecisiete intentos frustrados. El primero lo pidió en 1977, cuando aún no alcanzaba la treintena. Ahora, a sus 77 años, muchos daban por hecho que se la concederían. Pero ni la edad ha jugado a su favor. Para el gobernador de California, Gavin Newsom, que reconoce su “admirable” progreso, Krenwinkel todavía “representa un peligro para la sociedad si es liberada”. La distorsión de la realidad que vivió atrapada en las fauces de Manson ha tenido una peculiar progresión entre rejas. Según el psicólogo que la ha vuelto a evaluar, “ha realizado una introspección productiva, pero muestra algunos déficits de autoconciencia, como una tendencia a externalizar la culpa por sus transgresiones pasadas”.

La última imagen más reciente de Patricia, cuando solicitó su libertad en 2011

Esta vez no han trascendido las posibles justificaciones de por qué participó en los crímenes. Pero durante estas décadas ha hablado de la presión de formar parte de una secta como la Familia Manson, de las drogas que consumían y del abuso psicológico al que estaba sometida.  Tanto es así, que en 2017 -el mismo año en que Manson murió entre rejas, con 83 años– el abogado de la entonces sexagenaria apeló al llamado “síndrome de la mujer maltratada” para alegar por qué una joven de 21 años -a la que entonces apodaban ‘Big Patty’- participó en siete crímenes. Aunque ese alegato tampoco caló. En el documental “My life after Manson”, grabado en 2014, ella misma lo resumió con un simple y llano: “Era una cobarde”.

De guía de Manson a consejera en prisión

Apenas una cuarta parte de su vida en libertad. Krenwinkel acumula todo un historial de buen comportamiento en prisión: programas de autoayuda, capacitación vocacional, múltiples títulos universitarios y trabajo de consultoría. Un expediente que el gobernador de California ha valorado en positivo, pero que aun así considera insuficiente. Newsom tenía hasta el próximo 27 de octubre para haber revisado con más detenimiento la última petición de la única acólita de Manson que sigue en prisión. Aparte de Van Houten -que en estos dos años libre se ha mantenido alejada de los focos-, el resto del Clan ha muerto. “Patricia merece la libertad condicional”, ha insistido su abogado, que volverá a presentar otro recurso: “Ha pasado de ser una joven perdida de 19 años, que buscó la guía de Charles Manson, a una consejera compasiva en prisión”, destacó.

Patricia Krenwinkel escoltada por un agente antes de ir a declarar en 1970

De aquella joven hippy, a Krenwinkel le queda su afición por la guitarra. Cuentan que escribe música y poesía, y que incluso en estas décadas jugaba en el equipo de voleibol de la cárcel y daba clases de baile a las reclusas. En una de las escasas entrevistas que ha concedido entre rejas, Krenwinkel explicó cómo era su día a día:”Me despierto cada mañana sabiendo que soy una destructora de lo más preciado, que es la vida, y lo hago porque sé que es lo que merezco, despertar cada mañana y saberlo”.

‘La familia’ al completo, con su líder Charles Manson en el centro