Lo que comenzó como el gran proyecto transformador de la Comisión Europea amenaza con convertirse en una promesa descafeinada. En medio de ese proceso de desmantelamiento lento del Pacto Verde, Teresa Ribera es una de las pocas que aún lo defiende con convicción. Politico le dedica un perfil en el que la retrata como una figura tan influyente como solitaria.
La publicación titulada “‘Está bastante sola’: la líder más verde de la UE lucha contra la marea” describe de manera extensa y compleja sobre Teresa Ribera, actual vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea a cargo del Pacto Verde, y su lucha por mantener vivo el proyecto climático europeo frente a una marea política cada vez más hostil.

El fin de una era de esperanza
En la primera línea, Politico nos transporta al 21 de abril: “El Papa había muerto. Y Teresa Ribera estaba de luto, no solo por él”. Este inicio, más propio de una novela que de un informe político, establece de inmediato un tono elegíaco, casi melancólico. La muerte del papa Francisco se convierte en un símbolo del fin de una era de esperanza para las políticas climáticas globales. La figura de Ribera queda así envuelta en un aura de resistencia: “Cuando Francisco murió en abril, Ribera estaba intentando evitar que todo fuera demolido”.
El artículo proyecta a Ribera como una figura trágica, como una excepción política que se mantiene firme en sus ideales: “Su política socialista es claramente tribal, algo notable en un panorama político cambiante”. La frase “Está prácticamente sola” no solo da título a la pieza, sino que es el leitmotiv que la recorre: una comisaria rodeada de adversarios ideológicos, reducida a un puñado de aliados dentro y fuera del colegio de comisarios, defendiendo una visión en retroceso.

“Marginada en la Comisión”
El análisis se construye a partir de entrevistas con más de una decena de funcionarios y colaboradores. Hay una clara simpatía por Ribera, aunque sin dejar de exponer sus tensiones y derrotas. En vez de limitarse a señalar los retrocesos del Green Deal, el texto se enfoca en los dilemas personales y estratégicos de su defensora más tenaz.
El artículo subraya la contradicción entre su autoridad formal y su falta de poder real, revelando fricciones internas con otros comisarios, especialmente con Wopke Hoekstra: “En mi opinión, Wopke Hoekstra domina en esos temas […] Ribera está un poco marginada en la Comisión”. La declaración es demoledora.

“Tiempos oscuros”
Politico emplea recursos narrativos que confieren a Ribera una dimensión casi heroica. Se menciona su militancia emocional con el Atlético de Madrid, equipo famoso por su papel de “eterno perdedor con alma”, como metáfora de su posición dentro de la Comisión: “El profundo romance de su familia con el equipo de fútbol Atlético de Madrid, el eterno perdedor de la capital española”. Esta imagen, aparentemente anecdótica, resume con eficacia el lugar de Ribera en la política europea actual: luchadora, fiel a sus principios, pero casi siempre en desventaja.
También se destaca su intervención emocional tras la muerte del papa, con una carta en El País donde alertaba de una “contra reforma” climática. “Esta ‘contrarreforma’, añadió, debe ser combatida para que el mundo no ‘regrese a tiempos oscuros'”.

“Suavizar la regulación verde”
Aunque el artículo nunca cae en la opinión explícita, deja entrever una crítica clara hacia el rumbo que ha tomado la Comisión Europea en relación al Pacto Verde. Se señala, por ejemplo, que “El espíritu de la época en Bruselas […] gira en torno a suavizar la regulación verde”. Y más adelante, François Gemenne, politólogo belga, aporta la conclusión lapidaria: “Digan lo que digan y proclamen, hay cierto retroceso a nivel de la UE en lo que respecta al Pacto Verde”.
La responsabilidad de ese retroceso no se atribuye solo a los partidos de ultraderecha o al contexto global, sino también a la presidenta von der Leyen y su alianza con el Partido Popular Europeo. A través de fuentes internas, se revela que von der Leyen ha hecho concesiones importantes, diluyendo el alcance del Green Deal, incluso mientras mantiene un discurso pro-climático de cara al público.

Un retrato político disfrazado de elegía
Politico no solo informa sobre el presente político de Teresa Ribera, sino que la convierte en símbolo de una causa en declive. Lejos de tratarse de un simple perfil biográfico o de una crónica institucional, la pieza opera como una elegía política, en la que el compromiso climático es presentado como una lucha moral, casi espiritual, sostenida por una figura solitaria, competente y aislada.
Más que criticar, lamenta. Pero al hacerlo, también propone resistir incluso cuando la marea política va en contra. En palabras de Ribera, recogidas al final del artículo: “Estamos aquí”.