Análisis

Europa: ¿un giro hacia la extrema derecha?

Las elecciones de Portugal, Polonia y Rumanía revelan una tendencia al alza en el apoyo a la extrema derecha, y que estos partidos populistas mejoran su porcentaje de voto y se quedan a las puertas del Gobierno

UE
El auge de la extrema derecha, ¿pone en peligro a la UE?
KiloyCuarto

A pesar de su resultado, las elecciones en Rumanía, Polonia y Portugal sugieren que la extrema derecha está en alza en toda Europa. Otros, sin embargo, creen que esta observación debe matizarse.

En Rumanía, el candidato centrista y proeuropeo Nicusor Dan acabó ganando las elecciones presidenciales del pasado domingo frente al ultranacionalista George Simion. En Polonia, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el candidato proeuropeo, ligeramente por delante, quedó empatado con el candidato nacionalista, mientras que en Portugal, el grupo de extrema derecha Chega superó la barrera del 20% en las elecciones legislativas anticipadas. Hasta hace poco, Portugal era uno de los pocos países europeos sin movimiento de extrema derecha.

El populismo en la UE está en alza

Por ello, muchos analistas y medios de comunicación consideran que estas tres elecciones ilustran el meteórico ascenso de las nuevas fuerzas de la derecha radical. Tres elecciones, un mensaje: los populistas europeos están en alza.

Portugal
El líder de Chega, Andre Ventura, celebra los buenos resultados de su partido
Efe

Sin embargo, las lecciones que se pueden extraer de estas tres elecciones son bastante divergentes. En Rumanía, la segunda vuelta de las elecciones presidenciales muestra, por el contrario, que existe una fuerte oposición y movilización contra la perspectiva de que la extrema derecha llegue al poder. En Polonia, la extrema derecha tiene posibilidades de ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales dentro de quince días. No necesariamente. El principal partido populista de derechas de Polonia, Ley y Justicia (PiS), estará en el poder hasta 2023. No es nada nuevo. Por otro lado, es cierto que en Portugal hemos visto una subida de Chega, que le pisa los talones al Partido Socialista, pero sigue rondando el 20%.

Ola de extrema derecha

Esta impresión de una ola de extrema derecha que recorre Europa se remonta a la elección de Donald Trump en Estados Unidos. Justo después de su elección, hubo la sensación de que estábamos entrando en una nueva era, con el ascenso de un populismo de derecha extremadamente radical, apoyado por cierta tecnocracia. Vimos en Rumanía y Francia que la extrema derecha, cuando amenazaba con llegar al poder, también podía generar un verdadero movimiento en su contra por parte de una mayoría de votantes. Parece que las realidades son bastante diferentes, tanto ideológicamente como en términos de fuerza electoral.

Le Pen
La líder de extrema derecha, Marine Le Pen, abandona la corte de París sin escuchar el veredicto
Efe

En Europa, los movimientos de derecha radicales, soberanistas y populistas gozan ciertamente de un resurgimiento de popularidad, pero no ganan muchas elecciones. La extrema derecha está ahora en el poder en Italia y Hungría, y en gobiernos de coalición en Bélgica, Países Bajos, Eslovaquia y Finlandia. Y, en general, hay un realineamiento a la derecha en el continente europeo. Pero también aquí es difícil sacar conclusiones definitivas.

Entre un centroderecha liberal y una extrema derecha que puede ser extremadamente radical en algunos países, hay poca unidad, ya sea en las posiciones económicas, en las posiciones sobre los valores o en las posiciones sobre la integración europea y las cuestiones internacionales. Incluso cuando no están en el poder, los partidos de extrema derecha consiguen influir en la dirección de los gobiernos y de la Unión Europea.

Acaparan la agenda

La realidad de las encuestas es distinta de la de los resultados en las urnas en Europa. La derecha radical, soberanista y populista disfruta de un resurgimiento de su popularidad, pero de relativamente pocas victorias electorales. Pero incluso sin gobernar, la derecha radical está consiguiendo imponer sus temas en el debate público, reforzando la sensación de que los extremos están en alza. Esto es particularmente cierto en los temas de la inmigración y la lucha contra el cambio climático. En estos dos temas, incluso cuando no están en el poder, los grupos de extrema derecha son capaces de influir en la dirección de los gobiernos y de la Unión Europea, porque el Partido Popular Europeo, de centro-derecha, se ocupa de estos mismos temas en el Parlamento Europeo.

Alemania
Alice Weidel, líder del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD)
EFE/EPA/CLEMENS BILAN.

Los movimientos de extrema derecha aumentan hoy en Europa por tres razones: profunda desconfianza política, ansiedad social y cuestiones sobre cultura e identidad. El actual auge de la derecha radical es comparable al de los años 30, cuando las democracias parlamentarias fueron objeto de violentas críticas por parte del comunismo, el fascismo italiano y el nazismo. Hay temas comunes, como la idea de un retroceso nacional o la decadencia de cada país. Los partidos de extrema derecha actuales también critican a los regímenes democráticos.

Los grupos de extrema derecha actuales también critican a los regímenes democráticos. Sin embargo, hay algunas diferencias importantes. A diferencia del pasado, oficialmente no quieren instaurar regímenes autoritarios, sino ser, como ellos dicen, los mejores demócratas. Esto nos recuerda que las democracias son frágiles y que necesitan renovarse lo más rápidamente posible y responder a las expectativas contradictorias con las que juegan estas formaciones. Para responder a estas expectativas, las democracias deben apoyarse en un liderazgo sólido y en figuras políticas capaces de tomar decisiones firmes, ofreciendo al mismo tiempo a los ciudadanos una mayor participación democrática.

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