En los últimos dos años, el panorama musical español ha vivido un fenómeno inédito: tres de las giras internacionales más esperadas —The Eras Tour (Taylor Swift), Mañana Será Bonito (Karol G) y Debí Tirar Más Fotos World Tour (Bad Bunny)— concentran alrededor del 18 % de las entradas revendidas en plataformas de venta legal, según un análisis de Rebel Tickets, firma especializada en el mercado secundario de entradas.
El informe señala que, de las 700.000 entradas puestas a la venta para los 12 conciertos de Bad Bunny en España, más de 126.000 han sido adquiridas posteriormente a través de reventa. Algunas personas, según la compañía, compran en varias fechas por temor a quedarse sin evento, y luego revenden fechas menos convenientes una vez amplían la gira con nuevas paradas.

No todos los vendedores tienen fines especulativos: el CEO de Rebel Tickets, Asier Bengoa, advierte que “no toda la reventa son bots o especuladores”, y que muchas transacciones obedecen a cambios imprevistos en la agenda del comprador, o simplemente a la búsqueda de una ubicación diferente en el mismo concierto.
Artistas nacionales que también destacan
Aunque el top de reventa está dominado por estrellas internacionales, los españoles también dejan huella. Dani Martín encabeza la lista nacional con su gira 25 Pts Años, con una tasa de reventa estimada entre el 7 % y el 11 %. Le siguen empatados Melendi y Joaquín Sabina, ambos con cifras entre el 6 % y el 10 %, una estadística relevante considerando el número de conciertos más limitado en sus giras.
En cuarto lugar figura Bruce Springsteen, con un 8 %–12 % de reventa en su gira de 2024, mientras que en puestos más bajos aparecen artistas como Myke Towers, Maluma y el popular grupo argentino Erreway.

Más de 6.000 euros en reventa
El auge de la demanda, combinado con los sistemas de precios dinámicos empleados por plataformas como Ticketmaster, ha elevado los precios. Así, las entradas para Bad Bunny y Taylor Swift en reventa alcanzan cifras oficiales de más de 500 €, y en ocasiones superan los 2.000 € o incluso 6.000 €, según el caso.
Ante este contexto, el Ministerio de Consumo anunció una investigación sobre prácticas poco transparentes en la venta de entradas, que incluyen cobros ocultos y algoritmos que ajustan los precios al alza sin previo aviso. La OCU también ha presentado quejas formales, denunciando que los consumidores a menudo desconocen el precio real hasta el final del proceso de compra.
Frente a este escenario, empresas como Rebel Tickets han apostado por diseños de reventa autorizada y controlada. En colaboración con promotores y organizadores, han desarrollado plataformas donde se reemplaza el código de barras original y se regula el precio de reventa. El objetivo: evitar fraudes, duplicidades y especulación descontrolada, sustituyéndolas por transacciones más transparentes y seguras.