Dolores Redondo vuelve a estremecer a los lectores con su nueva y poderosa novela

La nueva obra de Dolores Redondo promete convertirse en uno de los grandes títulos del año

Dolores Redondo
La escritora vasca Dolores Redondo

Con su nueva novela Las que no duermen (NASH), Dolores Redondo reafirma su talento como narradora de thriller psicológico y mitología del norte peninsular. En esta historia, la escritora nos transporta de nuevo a los inquietantes paisajes de Navarra, específicamente a los llamados Valles Tranquilos, un territorio tan bello como hermético, donde el pasado se oculta entre supersticiones, y la verdad es algo que pocos están dispuestos a desenterrar.

La novela, publicada recientemente y ya en su tercera edición, supone una nueva incursión de Redondo en los rincones más oscuros del alma humana, pero también en los lazos invisibles que unen a las mujeres a través del tiempo, el dolor y la resistencia. Su protagonista, Nash Elizondo, es una psicóloga forense que no sólo investiga con datos y teorías, sino que se atreve a caminar por el terreno pantanoso de lo simbólico y lo ancestral.

Un cadáver en la sima

Todo comienza cuando Nash acude a la sima de Legarrea, una cavidad escondida entre los bosques navarros, para documentar el origen de una leyenda relacionada con la brujería. Pero lo que esperaba ser un estudio antropológico se transforma en una pesadilla: en el fondo de la sima encuentra el cuerpo de Andrea Dancur, una joven desaparecida tres años atrás, cuyo caso marcó al país entero y cuya supuesta asesina cumple condena.

Las que no duermen NASH, de Dolores Redondo.
Las que no duermen NASH, de Dolores Redondo.

Este hallazgo cambia por completo el rumbo de la historia. La justicia, que parecía haberse cerrado en falso, debe reabrir una investigación marcada por errores, prejuicios y omisiones. Pero más allá del proceso judicial, la novela se sumerge en las emociones, las pulsiones y los traumas de los implicados.

Dos planos, una verdad

Dolores Redondo estructura la narración en dos planos narrativos que se entrecruzan de forma magistral: por un lado, el análisis científico y criminal, sustentado en el trabajo metódico de Nash y su equipo; por otro, la exploración psicológica y simbólica de los protagonistas, en especial de las mujeres que han sido silenciadas o castigadas por hablar demasiado alto.

En ese territorio ambivalente donde lo racional y lo inexplicable conviven, Nash se convierte en algo más que una investigadora: es una guía entre mundos, una mujer que se atreve a romper el pacto de silencio que impera en los Valles Tranquilos. Su personaje no solo crece en profundidad, sino que lidera una especie de linaje secreto de mujeres que “no se doblegan ni siquiera cuando son las víctimas”.

Una atmósfera inquietante y poderosa

Como es habitual en Dolores Redondo, la ambientación es clave. La atmósfera que envuelve la historia está cargada de presagios, intenciones ocultas y una naturaleza que respira como un personaje más. Las cuevas, los bosques, el clima húmedo y las supersticiones locales funcionan como marco, pero también como símbolo de todo aquello que permanece enterrado, esperando salir a la luz.

Los personajes secundarios están construidos con la misma solidez que la protagonista: desde autoridades locales con secretos, hasta familiares rotos por la pérdida o el miedo, pasando por figuras femeninas que encarnan la memoria colectiva del valle. Todos ellos contribuyen a tejer un tapiz narrativo denso, turbador y emocionante.

Un thriller feminista y emocional

Las que no duermen (NASH) no es solo un thriller. Es una obra que explora la memoria colectiva, los efectos de la injusticia judicial y la capacidad de las mujeres para sostener el peso de la historia. Redondo firma una de sus novelas más ambiciosas y comprometidas, donde la fuerza femenina no es un eslogan, sino una realidad emocional y narrativa.

La autora de la exitosa Trilogía del Baztán demuestra que todavía tiene muchas historias que contar, y que lo hace con una potencia literaria que pocas voces contemporáneas igualan. Las que no duermen es una lectura inquietante, adictiva y profunda, que deja huella mucho después de la última página.

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