Tras la polémica por la subida de las cotizaciones para los trabajadores autónomos en 2026, que obligó a Elma Saiz a rectificar, la negociación entre el Ministerio y el colectivo está en pausa. Las organizaciones de autónomos -ATA, CCOO, UGT y UPTA- recibieron la propuesta de manera desigual y están pendientes de una nueva convocatoria de la mesa de negociación. De momento, a 31 de octubre esta no tenía fecha.
Tras el cambio de Saiz, las cotizaciones quedarán congeladas para aquellos autónomos con ingresos inferiores a 1.167 euros. A priori, no se prevén cambios en la última propuesta del Ejecutivo para actualizar las cotizaciones de 2026. Salvado el mayor escollo -las cotizaciones del año próximo-, quedan pendientes otras reivindicaciones.
Reformas sobre la mesa
Una de ellas es la mejora de la cobertura de cese de actividad, la prestación por desempleo que se aplica en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) y equivale al 70% de su base reguladora. Según denuncia ATA, dista mucho de ser una protección real y efectiva comparable al paro. Uno de los problemas es que se deniegan el 60% de las solicitudes.
Ni han hablado nada de mejorar los derechos de las autónomas y autónomos, ni en el paro, ni en el subsidio para mayores de 52 años, ni el permiso de lactancia para las autónomas.
Tampoco en corregir los errores de la regularización de 2023 (pluriactividad, no cotizar por encima… pic.twitter.com/HiwRlEm0yt
— Fed. Autónomos 𝗔𝗧𝗔 (@autonomosata) October 20, 2025
Otras reclamaciones tienen un especial impacto en el colectivo femenino, como las mejoras en las bonificaciones de cuota para cuidados de menores o dependientes o los permisos de lactancia. Según las fuentes consultadas, esta cuestión está en la mesa y sería asumida por la Seguridad Social. Además, se vez como factible un acuerdo entre las partes. Mucho más complejo es el acceso del colectivo al subsidio para mayores de 52 años. Esta última demanda no es nueva y tiene como objetivo cerrar la brecha en la protección social, que históricamente ha discriminado a los autónomos. A diferencia del Régimen General, las personas autónomas de más de 52 años quedan desprotegidas una vez que finalizan su prestación por cese de actividad.
El subsidio, una patata caliente
En este sentido, desde ATA inciden sobre el desamparo de las mujeres autónomas en paro mayores de 52 años, que viven en hogares monoparentales con hijos a su cargo. Ellas no cuentan con la ayuda asistencial que sí tiene una trabajadora asalariada. Esta petición de momento está en el limbo de la mesa de negociación pues tanto Trabajo como Seguridad Social se pasan las responsabilidad.
Desde el Departamento de Yolanda Díaz explican que el cese de actividad de los autónomos no es su competencia. Trabajo solo asume como propias las prestaciones y subsidios del régimen general o relacionados relacionados con él. Por su parte, fuentes del ministerio de Elma Saiz apuntan que este tipo de ayudas corresponden a Trabajo como gestor de las mismas.

Competencias difusas
La línea competencial entre ambos es gris, como admite a Artículo14 Fernando Luján, vicesecretario general de UGT: “Yo sinceramente, no lo tengo claro y tampoco que vaya a tener una solución en este momento”. Recuerda que el subsidio para mayores de 52 años es una prestación de Trabajo, mientras que el cese de actividad, lo pagan las mutuas como delegadas de la Seguridad Social. “A quién correspondería esta prestación es muy buena pregunta y está sin resolver”, añade.
Por su parte, desde ATA interpretan que corresponde a Trabajo, pero van más allá. En su opinión, la protección social es una responsabilidad del Ejecutivo con independencia de las carteras ministeriales. “El Pacto de Toledo insta al Gobierno a equiparar la protección social. En la mesa de negociación está el Gobierno y es este el que tiene que solucionar los temas pendientes de protección social”, subrayan. En esta tesitura, como alertan desde UATAE, la realidad es que ninguno de los ministerios ha optado por abanderar esta reivindicación.
Discriminación para mayores de 52 años
El acceso al subsidio que reclaman los autónomos para mayores de 52 años es aquel que acceden las personas que, tras agotar el paro, no han podido reengancharse al mercado laboral por razón de edad. Para UATAE, su aplicación técnica podría solucionarse si se eliminara la obligatoriedad de cotización por desempleo.
Esta organización propone modificar este requisito y permitir que se compute un periodo de cotización mínima en cualquiera de los regímenes de la Seguridad Social, sin necesidad de ningún cambio adicional. La organización cifra en unas 50.000 personas los potenciales beneficiados, con un coste en torno a los 250 millones de euros.
Las mujeres tiran del empleo

Con los últimos datos de septiembre de 2025, el RETA cuenta con 3,43 millones de autónomos, de los que un 37% son mujeres (1,27 millones). Son ellas las que tiran de este empleo, ya que en proporción suponen el 44% de las altas (20.000 más respecto al mismo periodo de 2024), una cifra superior a su participación en conjunto. Más del 58% de las mujeres autónomas tienen más de 46 años y la franja de más de 56 años suma 346.200 profesionales (27%).
Del total, dos millones de autónomos (59% del total) son personas físicas, porcentaje que también se mantiene en el caso de las mujeres. Y más de 2,8 millones cotizan desde la base mínima hasta la siguiente franja de 1,5 veces la misma. Es decir, el 82,5%, cifra que en las mujeres sube al 86%.
Solución antes de fin de año

“Vamos a seguir trabajando en la mesa del diálogo social con los representantes de los autónomos para traer una propuesta antes del 31 de diciembre que cuente con el aval de esta Cámara, para que puedan tener las mismas prestaciones”. Este es el compromiso que Elma Saiz trasladó la semana pasada en el Congreso de los Diputados. La cuenta atrás está en marcha.


