En el vasto universo de la literatura fantástica, donde los dragones, las espadas legendarias y los reinos olvidados ocupan los primeros planos, hay joyas que pasan desapercibidas. Entre extraños, de Jo Walton, es una de esas novelas que, sin hacer ruido, consigue reinventar el género desde sus propias entrañas.
Con una estructura intimista, una voz narrativa profundamente humana y una sensibilidad literaria que bordea lo místico, Entre extraños ha sido considerada por muchos críticos como una de las obras de fantasía más originales de la historia reciente. Y sin embargo, casi nadie la ha leído. O no todo el mundo la tiene en su radar, las cosas como son.
‘Entre extraños’: una novela escrita como un diario
Lejos de la épica tradicional, Entre extraños se construye como un diario personal. La protagonista, Morwenna Phelps, es una joven galesa que ha huido de una madre poderosa y peligrosa, refugiándose en un internado inglés. A través de sus entradas diarias, conocemos su mundo interior, sus lecturas compulsivas de ciencia ficción y fantasía, sus reflexiones sobre la magia, el duelo por la pérdida de su hermana y su intento desesperado por encontrar un lugar en el mundo.
Ésta es una obra que desmonta todos los clichés del género fantástico. No hay guerras por el trono, ni batallas colosales, ni criaturas monstruosas. Lo que hay es algo mucho más perturbador y real: el dolor de crecer. La soledad. El duelo. La necesidad de crear sentido en medio del caos. Y en ese paisaje emocional, la magia se cuela como algo posible, sutil, casi invisible, pero profundamente transformador.

Uno de los elementos más fascinantes de Entre extraños es su metatextualidad. Morwenna lee sin parar: Ursula K. Le Guin, Samuel R. Delany, Roger Zelazny, Tolkien, Vonnegut. Su diario está plagado de referencias literarias que no solo funcionan como guiños a los lectores, sino que también construyen su identidad. Los libros que lee son, literalmente, su refugio y su forma de interpretar la realidad.
Esto convierte a Entre extraños en una novela dentro de otras novelas. Es un homenaje a toda una tradición literaria, pero también una meditación sobre lo que significa leer, sobre cómo la ficción moldea nuestra percepción del mundo y sobre cómo la fantasía puede salvarte incluso cuando el dolor parece insuperable.
Un cuento de hadas moderno
Lo que Jo Walton hace en Entre extraños es, en cierto modo, escribir un cuento de hadas moderno. Hay hadas, sí. Y magia. Pero también hay internados grises, adolescentes crueles, profesores indiferentes y una protagonista coja que carga con una historia traumática. El equilibrio entre lo cotidiano y lo fantástico es tan sutil que muchas veces el lector se pregunta si la magia es real o una invención de Morwenna para sobrevivir al trauma.
Y ahí está precisamente uno de los grandes logros de esta novela: su ambigüedad. Es una novela fantástica que se puede leer como realismo. O al revés. Jo Walton nunca lo aclara del todo. Y esa decisión narrativa potencia la fuerza del relato. Porque la magia, en esta historia, no necesita demostraciones espectaculares.