El mundo de la música despide a Rick Davies, fundador, vocalista y pianista de Supertramp, quien falleció a los 81 años en su casa de Long Island tras una larga batalla contra el cáncer.
La noticia fue confirmada por la propia banda en un comunicado en el que subrayan su “amor eterno por la música y su legado imborrable en la historia del rock”.
La figura de Rick Davies fue crucial para entender la trayectoria de Supertramp, una de las bandas británicas más icónicas de los años setenta y ochenta. Su particular forma de tocar el piano eléctrico Wurlitzer y su voz grave marcaron un estilo inconfundible que todavía resuena entre varias generaciones de oyentes.
De Swindon al estrellato internacional
Nacido en Swindon, Inglaterra, en 1944, Rick Davies descubrió su pasión por la música escuchando el tema Drummin’ Man de Gene Krupa durante su infancia. Ese primer contacto con el jazz y el blues marcó el inicio de una carrera que acabaría trascendiendo fronteras.
En 1969 fundó Supertramp junto al guitarrista Richard Palmer y el batería Robert Millar, dando forma a un proyecto que terminaría convirtiéndose en un referente del rock progresivo.

La primera etapa de Supertramp estuvo marcada por la experimentación, pero no fue hasta 1974, con el lanzamiento de Crime of the Century, cuando el grupo alcanzó su primer gran éxito comercial.
Ese disco consolidó a Rick Davies como compositor y líder de la banda, compartiendo créditos con Roger Hodgson, con quien mantuvo una de las asociaciones musicales más recordadas de la historia del rock.
Las canciones eternas de Rick Davies
Entre los temas más emblemáticos escritos e interpretados por Rick Davies destacan Goodbye Stranger y Bloody Well Right, que siguen sonando en radios y listas de reproducción cinco décadas después.
Su estilo se caracterizaba por mezclar letras cargadas de ironía con una base instrumental sofisticada. Un sello que convirtió a Supertramp en una banda de culto.
El punto más alto de su carrera llegó con el álbum Breakfast in America (1979), el sexto trabajo de Supertramp, que alcanzó el cuádruple platino y les valió dos premios Grammy.
Canciones como The Logical Song o Take the Long Way Home, donde la influencia de Rick Davies es innegable, definieron el sonido de una época y llevaron a la banda a giras multitudinarias por todo el mundo.
La separación y la resistencia
En 1983, Roger Hodgson decidió abandonar Supertramp para emprender su carrera en solitario, un golpe que pudo haber acabado con la formación. Sin embargo, fue Rick Davies quien mantuvo el timón del grupo, demostrando su carácter resiliente y su convicción de que el proyecto podía seguir adelante.
Aunque los años posteriores no alcanzaron la gloria de la etapa dorada, Supertramp continuó llenando estadios gracias a la fuerza creativa de Rick Davies y a su habilidad para mantener vivo un repertorio que ya formaba parte de la memoria colectiva.

Su papel fue esencial para que la banda no se desintegrara tras la marcha de Hodgson, lo que le valió el reconocimiento de fans y críticos.
La batalla contra la enfermedad
La vida de Rick Davies también estuvo marcada por la lucha contra la enfermedad. En 2015 anunció que padecía mieloma múltiple. Un tipo de cáncer que le obligó a cancelar la gira de Supertramp y lo apartó de los escenarios.
A pesar de ello, no renunció a la música y encontró en pequeñas formaciones locales, como Ricky and the Rockets, la forma de seguir disfrutando de su pasión en un entorno más íntimo.
En el comunicado oficial de Supertramp, sus compañeros destacaron no solo su talento, sino también su calidez humana y la relación con su esposa Sue, con quien compartió más de cinco décadas de vida. Para la banda, su legado es prueba de que “las grandes canciones nunca mueren, siguen vivas en quienes las escuchan”.