En el partido número 100 del FC Barcelona Femenino en la UEFA Women’s Champions League, el equipo azulgrana no pudo alcanzar la gloria europea por tercera vez consecutiva.
Un solitario gol de Stina Blackstenius, en los tramo final del encuentro, sentenció la final disputada ante el Arsenal, que conquistó su segunda corona continental tras una actuación sólida, estudiada y contundente.
El resultado dejó una huella emocional en las jugadoras del conjunto culé, que reconocieron el mérito del rival pero no ocultaron la frustración por haber estado lejos de su mejor versión, especialmente en la primera parte del partido.
Aitana Bonmatí, una de las líderes del vestuario, no pudo disimular el dolor tras el pitazo final: “La verdad que sí, muy afectada y muy doloroso, sobre todo porque habíamos planteado muy bien el partido, lo habíamos trabajado bien, pero seguramente hoy no hemos mostrado nuestra mejor versión, sobre todo en la primera parte que nos costó más”, declaró la actual Balón de Oro.

Para la centrocampista, el tanto de Blackstenius fue un golpe anímico definitivo. “Nos faltó imponer nuestro estilo, nuestro ritmo. Esto es fútbol, hay que saber reponerse, lo hemos intentado y me gustaría también felicitar al Arsenal porque se lo merecen hoy”, afirmó con autocrítica y deportividad.
Una de las escenas más emotivas del final del encuentro fue el abrazo entre Aitana y su excompañera Mariona Caldentey, hoy jugadora del Arsenal. “Mariona es una gran jugadora y ayudará a todos los equipos a los que vaya. Que disfrute del título porque se lo merece. Personalmente le tengo mucho cariño, hemos jugado juntas muchos años. Hoy no ha podido ser por nosotras, así que, al menos, que lo disfrute ella”, expresó la catalana con admiración y afecto.
Desde la llegada de Mariona al conjunto inglés, el Arsenal ha mostrado una versión más ambiciosa, más organizada y, sobre todo, más capaz de competir en los grandes escenarios. El equipo dirigido por Jonas Eidevall eliminó en su camino al poderoso Olympique de Lyon, ocho veces campeón del torneo, y logró contener y desarmar a un Barça que ha dominado el fútbol europeo femenino en las últimas temporadas.

Aitana quiso dedicarles unas palabras a la afición cule que fue a apoyar al equipo en Lisboa: “Seguramente todo el dolor que tengo es en gran parte por toda esta gente que ha venido hoy. De nuevo, otro año, se han recorrido Europa para vernos a nosotras y me recuerda un poco la sensación de Turín.
Solo decirles que gracias, que somos el Barça, que seguiremos apostando alto y trabajaremos para volver a estar aquí el año que viene y, si puede ser, ganarlo”.
Alexia Putellas, capitana del Barcelona, coincidió en muchas cosas con Aitana. “La primera parte no nos hemos encontrado, en la segunda parte un poco mejor, pero lo que nos venía ayudando a generar muchas ocasiones era encontrarnos, dar muchos pases entre nosotras, estar cerca, y no lo hemos conseguido”, analizó la mediocampista.

Por su parte, Alexia también compartió su pesar por la afición: “Nos duele muchísimo, por el trabajo que hemos hecho todo el año, pero por ellos sobre todo. No merecen un final así. Estamos muy dolidas, la verdad. Ahora solo siento eso, mucho dolor, y mañana lo volveremos a intentar”.
Aunque el resultado no fue el esperado, el FC Barcelona Femenino reafirma su compromiso con la excelencia y su promesa de seguir compitiendo por todo. La historia no termina aquí.