En apenas tres jornadas de la Liga F, una estadística resalta con fuerza en medio de la igualdad reinante: solo dos porteras siguen sin recoger un balón de sus redes. Antonia Canales, guardameta del FC Badalona Women, y Noelia Ramos, referencia bajo palos del Costa Adeje Tenerife, se han convertido en las grandes protagonistas de este arranque liguero.
Ambas han hecho de la sobriedad y los reflejos un muro infranqueable para sus rivales. En una competición donde cada error se paga caro y la diferencia entre sumar o quedarse sin premio suele depender de un detalle, arrancar la temporada con la portería intacta va mucho más allá de un simple dato estadístico: es la prueba de que la estructura defensiva funciona y de que sus porteras marcan la diferencia.
Canales y Ramos no solo detienen balones, también transmiten seguridad, confianza y carácter. Y ese intangible es el que hoy mantiene invictas las porterías de Badalona y Tenerife.
Antonia Canales, el muro catalán
El Badalona Women ha arrancado la temporada con una seña de identidad muy clara: la solidez defensiva. En su estreno liguero frente al Deportivo Abanca, el choque terminó en tablas (0-0) tras un pulso físico y equilibrado en el que Antonia Canales emergió como figura decisiva para mantener a raya las acometidas gallegas.
Una semana más tarde, el equipo catalán dio un paso al frente en Granada. Con autoridad y sangre fría en los momentos de mayor apuro, Canales sostuvo a las suyas en la primera parte para después celebrar un triunfo por 0-2 que consolidó su segundo partido consecutivo sin encajar.

La tercera jornada, ante la SD Eibar, reforzó la idea de que este Badalona quiere construir su proyecto desde atrás. Otro empate sin goles, otro ejercicio de concentración y oficio, y una nueva muestra de confianza en su portera. Tras tres capítulos disputados, el balance es revelador: una victoria, dos empates, dos tantos a favor y, lo más llamativo, ninguno en contra.
Ramos blinda el sueño tinerfeño
Si el Badalona ha sorprendido por su solidez, el Costa Adeje Tenerife ha confirmado que su proyecto va muy en serio. Y gran parte de ese crecimiento tiene nombre propio: Noelia Ramos. La guardameta canaria ha firmado un inicio impecable, convirtiéndose en un muro infranqueable en las tres primeras jornadas.
La primera prueba llegó en Bilbao, donde el Athletic buscó con insistencia romper el empate, pero se topó una y otra vez con la seguridad de Ramos. El duelo terminó 0-0 y dejó claro que las tinerfeñas no iban a regalar nada esta temporada.
La segunda jornada mostró la cara más ambiciosa del equipo. En Sevilla, las de Eder Maestre arrollaron al conjunto hispalense con un contundente 0-4. Aunque la guardameta tuvo menos trabajo, su fiabilidad fue la misma, transmitiendo una calma que permitió a la defensa soltarse y al ataque desplegarse con total confianza.

La tercera cita llevó la acción a Tenerife, frente a un Espanyol correoso que supo incomodar al Tenerife. El encuentro acabó otra vez sin goles para las visitantes gracias a intervenciones claves de Ramos, que prolongó así su racha de imbatibilidad.
Con un triunfo y dos empates, el balance es más que positivo: cuatro goles a favor y ninguno en contra. Un inicio que sitúa al Tenerife en la pelea por los puestos de arriba y que consolida a Ramos como una de las porteras más en forma de la Liga F.
Dos estilos, mismo mérito
Lo de Antonia Canales y Noelia Ramos no es fruto de la casualidad. Ambas porteras representan estilos distintos, pero han alcanzado el mismo objetivo: blindar su portería. Canales, sobria y contundente en los balones aéreos, ha sido la pieza decisiva en partidos ajustados donde un simple error podía cambiar el guion. Ramos, por su parte, combina reflejos felinos con liderazgo, ejerciendo de voz de mando en cada jugada y ordenando con carácter a toda su defensa.
En una Liga F plagada de delanteras de nivel internacional y equipos con clara vocación ofensiva, encadenar tres jornadas sin recibir un solo gol es mucho más que una estadística llamativa: es una prueba de excelencia colectiva e individual. Mantener la portería intacta no depende solo de grandes paradas, sino también de la coordinación, la comunicación constante y la lectura inteligente de cada partido.