Con apenas 4 años ya se subió a una moto y sin haber cumplido la mayoría de edad, Berta Abellán ya destacaba en el mundo del trial. Su padre amante de este deporte le fue abriendo camino, consiguiendo patrocinadores para que su hija pudiera dedicarse a la que es la pasión de su vida. Y, que ahora ha demostrado con mucho tesón y constancia que es una de las mejores pilotos del mundo.
El 7 de septiembre de 2025 siempre será una fecha marcada en rojo en el calendario de Berta. Ese día en el que por fin consiguió proclamarse campeona del mundo de trial femenino, después de estar durante seis años viendo el éxito de otras desde otras escalón. Ha sido seis veces subcampeona. En Artículo 14 hemos hablado con ella sobre su trayectoria y las desigualdades que todavía existen en el deporte femenino.
Unos inicios disfrutados a la vez que sufridos
Con muchos recuerdos en su cabeza y miles de historia que contar, Berta Abellán recuerda casi a la perfección la textura del primer barro que piso con su moto, mucho más grande que ella por aquel entonces. “Mi primer trial, era en Amposta, a una hora o así de mi casa, y recuerdo que había muchísimo barro y que me lo pasé bien. Pero por otra parte, recuerdo sufrir bastante porque mi moto era muy pequeña, no tenía mucha fuerza, eran de mis primeras veces en barro”.
Unos inicios divertidos pero sufridos, aunque siempre con el apoyo de los suyos, sobre todo de su padre, una pieza fundamental para que Berta haya podido llegar a lo más alto en el mundo del trial. “Mi padre siempre ha luchado para conseguir patrocinadores y cuando empezaba a tener algún patrocinador pues ya fue todo un poco más fácil, porque al final si no te cuesta tanto dinero pues vas tirando. Y, luego entrenar lo máximo que podía y cuanto más entrenaba mejor resultados hacía y gracias a estos resultados pues también era más fácil encontrar patrocinadores”.
Entrenamientos y muchas horas de sacrificio son la clave para que Berta haya podido cumplir su sueño de niña, ser campeona mundial de trial. “Intento hacer de lunes a viernes tres horas o cuatro de entrenamiento, depende del día, con la moto y luego por la tarde voy al gimnasio y estoy entre una o dos horas, según el día”.
Después de seis subcampeonatos… por fin llegó la gloria
Abellán es el claro ejemplo de resiliencia y lucha constante. Durante mucho tiempo se ha tenido que conformar con ver celebrar a otros lo que ella perseguía desde niña. Y, ese anhelo de infancia es lo que le ha mantenido viva y con las fuerzas necesarias para intentarlo una y otra vez, sin flaquear.
Siempre tendré que combinar el trial con otro trabajo porque de esto sé que no voy a vivir
Después de seis subcampeonatos, en 2025 llegó su ansiado premio, el primer campeonato mundial de trial para ella. “Al final sí lo coges con una presión, acaba siendo peor. Yo me lo he tomado distinto, me lo he tomado siempre intentando dar mi mejor versión en todas las carreras. En el 2024 estuve muy cerca y por fin en el 2025 llegó, pero si no hubiera sido este año, hubiera luchado para que hubiera sido en el 2026. Nada me hubiera parado hasta conseguirlo”.
Y, cuando lo consiguió, una sola cosa salió de su cara, lágrimas. “Recuerdo llorar mucho porque al final fue cómo quitarme un peso de encima y me sentí liberada. Muy feliz de toda la gente que me ha apoyado, me ha acompañado en este camino y sobre todo de tantos años de esfuerzo y trabajo, al final llega una recompensa como Dios manda”.
Un campeonato del mundo con una dedicatoria especial. Berta con cierta emoción recuerda a su abuela y reconoce que en la primera persona que pensó al conseguir el que hasta ahora es el mayor logro deportivo de su vida. “Siempre ha estado muy pendiente de mí, siempre me había dicho que algún día llegaría y lo primero que se me ha pasado por la cabeza fue mi abuela y se lo dediqué a ella“.
Su ritual, música y una persona normal
Podríamos decir que Berta es de las pocas deportistas que no cuentan con un ritual establecido antes de un gran campeonato, aunque con los años, ella misma se ha dado cuenta que tiene ciertas manías. “Me he dado cuenta que sin querer me pongo todo lo de la derecha primero, tipo el primer calcetín a la derecha, el primer pantalón, el primer guante a la derecha, pero ya está, lo hago sin querer”.
En lo que sí que coincide con la gran mayoría, es en escuchar música antes de subirse a su querida compañera, su moto.”Me gusta ponerme música, también lo tengo como rutina y me pongo música normalmente como muy motivadora, que me active”.
“Soy casi la misma pero sin moto, me lo intento pasar súper bien con todo lo que hago. Soy una persona normal que siempre le gusta estar haciendo cosas”, cuenta entre risas.
Un éxito, entre los avatares de la vida
Son muchos los deportistas que tras su logros y triunfos disfrutan del premio económico recibido por tanto esfuerzo. Berta vive otra realidad muy distinta. Acaba de tocar la cima de su deporte pero, aún así, sabe de sobra que el trial no le va a dar de comer. “Ahora lo estoy compaginando con las prácticas de lo que estudié de emergencias sanitarias. Siempre tendré que compaginarlo con algún trabajo, porque del trial ya sé que no voy a vivir”.
Abellán tiene claro lo que le falta a su deporte para que los deportistas puedan dedicarse al 100% a su pasión y, en muchos a casos, como el suyo, a lo que es su profesión. “Patrocinadores grandes que apuesten por el trial, yo creo que visibilidad en los medios sobre todo, las carreras emitirlas un poco mejor. Yo creo que es básicamente eso, es que te diría que incluso si lo pusieran en YouTube yo creo que sería mucho más fácil y que la gente siguiera este deporte”.

“Los deportistas no tenemos apoyos económicos suficientes. Dentro del motor es el más económico pero sí que siempre hace falta pues tener ayudas a no ser que tengas una familia con muchos recursos. Las que tenemos una familia normal, te tienes que buscar la vida a no ser que venga un sponsor grande, no se puede seguir, porque al final tienes que hacer desplazamientos, licencias, inscripciones, mochileros, la moto si no estás en una marca, recambios y demás. Si tienes que asumir todos los gastos son muchos y normalmente la gente no puede”, explica.
Una Berta incansable que ya piensa en el futuro
Hace algo más de dos meses que la vimos coronarse como la mejor del mundo en trial pero, sus ganas por seguir impulsando su deporte, no cesan. En su mente inquieta e incansable ya tiene varias ideas. “Mi principal apuesta es crear una escuela de trial, aquí en Terrasa. Tengo muchas ganas de hacer cosas por este deporte. Muchas niñas me escriben para darles clases. Es un proyecto que está bastante cuadrado pero, ojalá salga adelante y pueda tener una escuela para dar clases”.
Una escuela con su nombre es una de sus mayores ilusiones pero, no la única. Sobre la posibilidad de que la veamos competir en la carrera más dura del mundo, Berta lo tiene claro y, quizás sea uno de esos deseos que todo el mundo apunta en su pequeño diario. “Yo siempre lo digo que si alguien me paga el Dakar, voy de cabeza. Me encantaría probarlo alguna vez”.
Y, manda un consejo a esas futuras generaciones del trial: “Que sigan luchando, trabajando y sobre todo disfrutando porque es un deporte que necesita muchas horas, mucha paciencia y que si hay días malos que lo entiendan, que se lo permitan y que luego cuando vaya bien lo disfruten y recuerden esa sensación que el trial es eso, cada día aprender un poco más”.
Has conseguido el primero, ahora ya nadie te baja del primer (2:21) escalón del podio, ¿no?
Bueno, ahora está difícil, me han dicho que lo difícil es mantenerlo y las que suben, suben muy fuertes, están entrenando mucho. Yo creo que me esperan unos años difíciles, pero bueno, para mí mejor también tener rivales así más cerca y le pone más emoción al campeonato, así que por mí bien
¿Cuánto de importante es gestionar las emociones en el trial?
Súper importante, el trial es un deporte que requiere mucha concentración, y para mí es esencial. Asistir a un psicólogo y a mí me fue súper bien, llevo con mi psicóloga desde el 2023 y me va súper bien, yo creo que he evolucionado muchísimo, sobre todo en competición.
¿Momento más duro?
No es un momento duro pero, recuerdo un año que todas mis compañeras lo dejaron, fue como en uno o dos meses empezaron a dejarlo todas, entonces yo ahí me sentí como que también tenía que dejarlo porque parecía que lo dejábamos todas a la vez, pero yo decidí quedarme e intentar luchar al máximo y que si me costaba un poco de dinero ese año, pues invertir un poco más.
¿Cómo gestionas los nervios y la presión antes de competir?
Ahora yo te diría que disfruto de los nervios. Ahora mismo lo llevo bien porque la presión la convierto en concentración.
Viajas mucho por el trial, ¿cómo es ese reencuentro con los tuyos?
La verdad que se me hace un poco bola, porque lo que más me gusta a mí es estar en familia, pero bueno, cuando se acaba temporada, a la que tengo un fin de semana o así, lo disfruto más aún. Pero es verdad que cuando me voy mucho me cuesta gestionar, sí que hacemos videollamada, pero me cuesta.

