Desde que vistió por primera vez la camiseta de la Juventus en 2018, Cristiana Girelli no solo sumó goles: cambió la historia. La delantera bresciana se convirtió en el rostro visible y el alma competitiva del ambicioso proyecto que transformó el fútbol femenino en Italia. Su nombre es sinónimo de constancia, liderazgo y clase; su presencia, la garantía de que la Juve lucharía por todo.
Con su capacidad goleadora y una personalidad que combina elegancia y carácter, Girelli llevó al conjunto turinés a lo más alto, marcando mucho más que cifras en las estadísticas. Es la capitana que unió talento y visión, una futbolista que encarna la pasión y la disciplina que impulsaron la revolución del fútbol femenino italiano en la última década. En cada gol, en cada gesto dentro y fuera del campo, dejó claro que el éxito no se mide solo en títulos, sino en la capacidad de inspirar a todo un país.

Leyenda viva de la Juventus
Procedente del Brescia, la llegada de Cristiana Girelli a la Juventus coincidió con el paso decisivo del club turinés hacia el profesionalismo, un movimiento que cambiaría para siempre el panorama del fútbol en Italia.
En ese momento, Girelli se convirtió en el símbolo del dominio bianconero. En su palmarés brillan seis Scudetti consecutivos (2018–2024), tres Coppe Italia, cinco Supercoppe Italiane y más de cien goles oficiales con la camiseta juventina. Su nombre, asociado a récords y noches de gloria, es hoy sinónimo de eficacia y elegancia.

Pero el impacto de Girelli va más allá de los números. Dentro del vestuario, su voz es la del equilibrio, la calma y la ambición silenciosa. En un equipo repleto de talento, ella representa la mentalidad ganadora que distingue a las campeonas. Su figura no solo ha liderado una generación de jugadoras: ha consolidado la identidad de un club que, bajo su guía, se acostumbró a levantar trofeos y a mirar a Europa de frente.
Una referente europea
En el escenario más exigente del fútbol femenino, la UEFA Women’s Champions League, Cristiana Girelli ha dejado una huella imborrable. Con goles ante gigantes como Lyon, Chelsea o Wolfsburgo, la delantera italiana transformó a la Juventus Women de promesa a potencia. Sus actuaciones no solo elevaron al equipo turinés al máximo nivel continental, sino que también consolidaron su reputación como una de las delanteras más completas y temidas de Europa.
Cada vez que la Juventus salta al césped europeo, Girelli es su brújula ofensiva y su voz de experiencia. En noches complicadas, cuando la presión se volvía asfixiante, ella respondía con lo que mejor sabe hacer: goles con carácter y elegancia. Su frialdad en el área y su sentido táctico le permitieron desafiar a defensas históricas, demostrando que el fútbol italiano puede competir, estar y mantenerse en la élite.

Girelli representa una nueva identidad para el fútbol femenino italiano: profesional, competitivo y sin complejos frente a los grandes nombres europeos. Dentro y fuera del campo, se ha convertido en una embajadora del fútbol italiano, una figura que inspira a las nuevas generaciones de jugadoras a soñar con vestir algún día la camiseta bianconera. Su ejemplo combina talento y humildad, dos ingredientes que han hecho de ella una referente que trasciende fronteras.
El orgullo de Italia
Más allá de los límites de Turín y los colores bianconeri, Cristiana Girelli es mucho más que una goleadora: es un símbolo del fútbol italiano moderno. Con la camiseta azzurra ha vivido noches que ya forman parte de la historia del deporte nacional. Capitana, referente y una de las máximas goleadoras de todos los tiempos, su trayectoria con la selección italiana refleja una carrera construida sobre talento y amor por el país.
Ha disputado los Mundiales de 2019 y 2023, además de varias ediciones de la Eurocopa, convirtiéndose en la voz de la experiencia dentro del vestuario. Su registro supera los 50 goles internacionales, una cifra que la coloca entre las mejores delanteras en la historia del fútbol femenino italiano. Pero más allá de los números, lo que define a Girelli es su capacidad para aparecer cuando más se la necesita: en los momentos grandes, cuando el fútbol se convierte en emoción pura.
Esa esencia se plasmó en la Eurocopa 2025, donde firmó uno de los goles más icónicos del torneo. Fue ante Portugal, en la fase de grupos, un disparo majestuoso que combinó técnica, potencia y precisión. El tanto, elegido por los aficionados como el “Gol del Torneo – Fans’ Choice” de la UEFA, se viralizó en toda Europa y se convirtió en una imagen representativa del torneo.

Pero más allá del reconocimiento, ese gol fue algo más profundo. En un solo gesto, Girelli condensó lo que el fútbol italiano lleva en el ADN: garra, elegancia y orgullo. Su celebración, con los brazos abiertos y el rostro encendido de emoción, fue la postal de una jugadora que ha hecho de la pasión su bandera.
Hoy, su nombre se pronuncia en Italia con el respeto que se reserva a las leyendas. Cristiana Girelli es la prueba de que el fútbol femenino no solo ha alcanzado la madurez, sino que tiene en ella a una de sus grandes embajadoras. Y cada vez que viste de azzurro, Italia entera late al ritmo de sus goles.
Del gol a la llama olímpica
El 2025 no solo ha consolidado a Cristiana Girelli como una leyenda del fútbol, sino que también la ha elevado al rango de símbolo nacional. Su trayectoria impecable, su liderazgo y su influencia más allá del campo la llevaron a recibir uno de los honores más emotivos del deporte italiano: ser portadora de la llama olímpica de los Juegos de Invierno Milano Cortina 2026.
El anuncio fue celebrado con entusiasmo por la Juventus, que no tardó en destacar el orgullo de ver a su capitana representar los valores que definen tanto al club como al olimpismo: pasión, esfuerzo, humildad y excelencia. No es casualidad. Girelli, que ha construido su carrera sobre esos mismos principios, encarna la esencia del compromiso deportivo en su forma más pura.
Junto a figuras tan reconocidas como el director Giuseppe Tornatore y la actriz Alessandra Mastronardi, Girelli participará en un relevo que unirá cultura, arte y deporte bajo un mismo mensaje de inclusión y esperanza. Su presencia en este selecto grupo refuerza su condición de embajadora del espíritu italiano, una deportista que no solo compite, sino que inspira.

En un país que vive el deporte con pasión casi religiosa, ver a Cristiana Girelli sostener la antorcha olímpica es mucho más que un homenaje. Es el reconocimiento a una generación de mujeres que, como ella, abrieron camino con esfuerzo y coraje. Una llama que no solo iluminará los Juegos, sino también el futuro del deporte italiano.


