Fútbol

El regreso de Koko, la hija pródiga que vuelve a la Liga F

La marfileña vuelve tras su paso por Arabia a enfundarse la camiseta de un Tenerife en su mejor momento. "Hablar de Koko es hablar de historia y corazón" apuntaba su presidente

El curso liguero no ha podido comenzar mejor para el Costa Adeje Tenerife. A sus números y rendimiento, viéndose al iniciarse la sexta jornada en cuarto puesto, se suma el del regreso de un efectivo tremendamente importante. Un año y medio después, Koko Ange (1990, Costa de Marfil) vuelve a casa.

Su paso de un año por el fútbol saudí, tras militar en el Al-Ula FC dirigido por Ray Farrugia, desde diciembre del 2024, le ha engordado aún más un currículum y un pasaporte en donde figuran países como Chipre o Lituania.

Para nosotros, hablar de Koko es hablar de identidad, de historia y de corazón. Su vuelta significa mucho más que la llegada de una gran futbolista. Recuperamos a alguien que forma parte de lo que somos como club”, señaló Sergio Batista, presidente del CD Tenerife demostrando el calor del club que siempre ha sentido como hogar.

Tras una infancia ligada siempre al balón, se formó en Abiyán, su ciudad natal, la más grande de Costa de Marfil, uno de los países africanos con más tradición futbolera. A los cinco años, África celebraba el primer Balón de Oro de un jugador no europeo. George Weah marcó a toda una generación.

A los 18 años Koko ya era una promesa en el club Omness de Dabou, donde comenzó a forjar su estilo como extremo: explosiva, técnica y valiente. Pero su destino no estaba solo en África.

El gol que le cambió la vida

Se puede decir que el 11 de junio de 2015 un gol nacido de sus botas le cambió la vida. Canadá acogía el Mundial y Costa de Marfil se enfrentaba a Noruega. En el minuto 70 iban perdiendo por 3-0 cuando un error en la defensa noruega propició la contra, le cayó el balón a Koko que no dudó con un disparo fuerte, certero, que sorprendía a la portera nórdica. Era el primer tanto en una Copa del Mundo para su selección y a pesar de lo que significaba, Koko haciendo gala de una madurez insólita para sus veinte años, apretó los dientes sin celebrarlo. Como era de esperar, su nombre cruzó fronteras. Europa la esperaba.

Ese verano fichó por el Gintra Universitetas lituano para comenzar una andadura en el fútbol continental que dura hasta hoy. De Lituania pasó a Chipre y de ahí a su gran oportunidad: el Barça la fichó en 2016, y con la elástica azulgrana levantó la Copa de la Reina.

Emblema del Tenerife

Hace ya ocho temporadas y tras pasar por el Granadilla donde volvió a brillar a base de goles, recaló en un club que la marcaría su destino. En Tenerife, se convirtió en un auténtico emblema de la entidad: más de 200 partidos, una veintena de goles y, sobre todo, una huella imborrable dentro y fuera del terreno de juego.

en su etapa anterior era una de las fijas en el once de José Herrera, pero ni aún así, daba nada por hecho. “Jugar en este equipo es muy complicado ya que hay una competencia muy sana entre nosotras, y esa quizás, sea una de las claves del éxito de este equipo” comentaba para el Diario de Avisos un año antes de su marcha.

Quizá esa humildad es el secreto de Koko, un gran talento que vuelve de regreso a la Liga F dispuesta a que su Tenerife siga soñando en grande.