TENIS

“Todo el mundo me decía que no podría jugar”: Océane Dodin responde con victorias tras las críticas por su aumento de pecho

La tenista francesa demuestra que la cirugía estética no limita el rendimiento ni la confianza deportiva y vuelve al tenis profesional.

Océane Dodin

Casi un año después de su última aparición en el circuito profesional, Océane Dodin vuelve a empuñar la raqueta con una determinación renovada. La tenista francesa, ex número 46 del mundo, vio frenada su carrera por un persistente problema en el oído interno que le provocaba vértigos y la obligó a alejarse de la competición.

La tenista Océane Dodin
@oceane_dodin

Tras pasar por el quirófano para tratar de aliviar los síntomas, Dodin decidió que su tiempo fuera de las pistas no sería un paréntesis perdido. Aprovechó la pausa para cumplir un deseo personal que llevaba años posponiendo: someterse a una operación de aumento de pecho.

Una elección íntima que muchos podrían considerar arriesgada, pero que ella ha convertido en un gesto de libertad y autoconfianza. Lejos de afectar su carrera, su decisión simboliza el regreso de una deportista que no teme romper moldes, dentro y fuera de la cancha.

Decisión poco común entre deportistas

Durante su baja médica, Dodin, de 29 años, decidió aprovechar el parón competitivo para dar un paso poco habitual en el tenis profesional. “Si voy a estar seis meses fuera, quiero hacer algo que realmente me apetezca”, confesó la francesa, que lleva su carrera con una mezcla de ambición y espontaneidad.

La intervención estética, realizada por su cirujano y amigo personal, se planificó con precisión milimétrica para no interferir en su rendimiento deportivo. “Hablamos mucho sobre cómo colocar las prótesis para que no me molestaran al jugar. Todo se hizo con cuidado”, explicó la jugadora, que asegura sentirse cómoda y sin molestias desde su regreso a las pistas.

Su decisión, más allá de la estética, refleja la seguridad con la que Dodin afronta tanto su vida personal como su carrera profesional: sin miedo, sin excusas y con la misma seguridad que la llevó a estar entre las 50 mejores del mundo.

Risas ante la controversia

Cuando Océane compartió en redes sociales su cambio físico, las reacciones no tardaron en llegar. Entre muestras de apoyo, también surgieron comentarios que cuestionaban si su aumento de pecho podría poner en riesgo su rendimiento deportivo.

Lejos de dejarse afectar, la francesa respondió con la naturalidad y el sentido del humor que la caracterizan: “Todo el mundo me decía que no podría volver a jugar… ¡como si me hubiera puesto sandías!”.

Fiel a su estilo directo, Dodin zanjó la polémica defendiendo su libertad para decidir sobre su cuerpo. “Estoy feliz, no me arrepiento de nada y no me molesta para jugar. Era algo que quería hacer desde hace tiempo”, aseguró.

Además, la tenista no esconde su orgullo por abrir un camino inédito en el circuito: “Puede que sea la primera jugadora profesional en competir después de una cirugía de aumento de pecho. ¡Alguien tenía que ser la primera!”, declaró entre risas, dejando claro que su confianza pesa más que cualquier crítica.

El regreso al triunfo

Después de meses de rehabilitación y trabajo físico, Océane Dodin volvió a las pistas con fuerza renovada. Su reaparición en el torneo de Reims, donde alcanzó los cuartos de final, fue mucho más que un resultado: fue una respuesta directa a quienes dudaron de su capacidad para regresar al máximo nivel.

“Echaba de menos la adrenalina del partido, el estrés antes de competir… Todo eso me hacía falta”, confesó la francesa tras su victoria. “Estoy volviendo poco a poco, pero con mucha ilusión”.

Aún lejos del ranking que llegó a ocupar en su mejor momento —fue la número 46 del mundo y hoy figura en el puesto 363 de la WTA—, Dodin mantiene la mirada puesta en un objetivo concreto: clasificarse para el Open de Australia 2026.
“Voy paso a paso, sin presión, pero con ganas de recuperar mi nivel”, aseguró la jugadora, que vive este regreso como una nueva etapa de madurez, serenidad y confianza.

Más allá de imagen y rendimiento

El caso de la francesa rompe con la norma en un circuito donde la imagen y el rendimiento suelen ir de la mano. Su decisión contrasta con la de otras figuras del tenis, como Simona Halep, quien en su día optó por una reducción mamaria para evitar dolores y mejorar su movilidad.

Dodin, en cambio, reivindica que cada cuerpo y cada mujer son únicos, y que las decisiones personales no deberían convertirse en motivo de debate público. Su elección, lejos de buscar provocación, transmite libertad y autenticidad en un entorno donde todavía pesan los estereotipos.

El aumento de pecho es una operación poco común en tenistas que se encuentran en activo.
@oceane_dodin

“Soy una persona natural, no me complico la vida. Hago lo que me hace feliz y sigo adelante”, asegura la francesa, que hoy se ha convertido en una voz distinta dentro del tenis profesional: la de una atleta que juega sin miedo, vive sin etiquetas y recuerda que la confianza también puede ser una forma de victoria.

Deporte y cirugía: un equilibrio posible

El aumento de pecho no está reñido con la práctica deportiva, aunque exige una recuperación gradual y cuidadosamente planificada. Los especialistas coinciden en que las primeras seis a ocho semanas tras la operación son decisivas: durante ese tiempo, debe evitarse cualquier esfuerzo intenso o movimientos de impacto, especialmente los que implican brazos y pectorales, como ocurre en el tenis.

En los días posteriores a la cirugía se recomienda reposo relativo y el uso de un sujetador postoperatorio que estabilice las prótesis y favorezca la cicatrización. Pasado el primer mes, es posible retomar actividades ligeras como caminar o hacer bicicleta estática, siempre bajo supervisión médica.

En el caso de las deportistas de élite, la vuelta al entrenamiento se diseña junto al cirujano y el preparador físico, considerando factores como la posición de los implantes, el tipo de ejercicio o la intensidad del trabajo. Las prótesis actuales, combinadas con sujetadores de compresión deportiva, facilitan una adaptación completa al movimiento sin comprometer el rendimiento.

Por eso, tenistas como Océane Dodin pueden regresar a la competición sin restricciones, siempre que el proceso se haya llevado con precaución y disciplina. “Hay sujetadores que se adaptan perfectamente. No me molesta ni me limita”, explicó la francesa, que ha demostrado que la cirugía no la aleja del alto rendimiento, sino que la acompaña en su nueva etapa profesional y personal.

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