El final de las vacaciones trae consigo no solo la vuelta al trabajo, a la rutina y a los estudios, sino también la necesidad de recuperar el equilibrio financiero. Después de los gastos propios del verano —viajes, terrazas, planes improvisados o caprichos—, septiembre se convierte en el momento ideal para organizar las cuentas y empezar a planificar el ahorro de cara a los últimos meses del año.
Lo cierto es que con unos pequeños cambios de hábitos, cualquier persona puede conseguir acumular un buen colchón de aquí a diciembre. Siguiendo algunos trucos sencillos es posible guardar entre 300 y 800 euros en apenas cuatro meses, dependiendo del compromiso y de los ingresos de cada uno.
1. Revisar gastos fijos y eliminar suscripciones olvidadas
El primer paso para ahorrar es saber en qué se va el dinero cada mes. Teléfono, internet, plataformas de streaming o gimnasios suelen suponer un buen pellizco del presupuesto. Muchas veces mantenemos suscripciones que ni usamos o servicios duplicados.
La recomendación es hacer una lista de todos los gastos fijos, identificar cuáles son realmente necesarios y cancelar los que no aportan valor. Esta medida puede liberar entre 20 y 50 euros al mes, lo que en cuatro meses supondría hasta 200 euros extra en la cuenta.
2. Planificar las comidas y apostar por el tupper
Comer fuera de casa varias veces a la semana es uno de los grandes enemigos del ahorro. En Madrid, Barcelona o Sevilla, un menú del día cuesta entre 12 y 18 euros. Si en lugar de eso se cocina en casa y se lleva tupper al trabajo, el gasto se reduce prácticamente a la mitad.
Organizar un menú semanal, comprar solo lo necesario y preparar raciones extra para congelar es una estrategia sencilla y eficaz. El ahorro medio puede ser de 150 euros mensuales, lo que supondría 600 euros hasta diciembre.
3. Ahorrar con la regla del 1, 2, 3
Un truco muy utilizado por expertos en finanzas personales consiste en aplicar la llamada regla del 1, 2, 3. Se basa en guardar 1 euro el primer día del mes, 2 euros el segundo, 3 euros el tercero… y así sucesivamente. Aunque parezca poco, al final del mes la suma alcanza casi 500 euros si se mantiene constante. Adaptando el sistema a la capacidad de cada persona —por ejemplo, empezando con 50 céntimos diarios— se puede conseguir un colchón interesante en poco tiempo.
4. Reducir transporte privado y usar más el público
El coche es uno de los mayores gastos familiares: combustible, aparcamiento, peajes o mantenimiento. Siempre que sea posible, optar por transporte público, bicicleta o incluso caminar reduce considerablemente la factura.
Si se dejan de usar dos o tres veces a la semana los trayectos en coche para ir al trabajo, el ahorro mensual ronda los 60 euros en gasolina, lo que al final del año puede suponer unos 240 euros adicionales.
5. Apostar por el reto de los sobres
Una técnica clásica y muy efectiva consiste en retirar en efectivo una cantidad determinada al inicio del mes —por ejemplo, 300 euros— y dividirla en sobres destinados a ocio, compras personales o pequeños caprichos.
La regla es clara: cuando el dinero del sobre se termina, no se repone. De esta manera se aprende a controlar los impulsos y se evita tirar de tarjeta para gastos innecesarios. Con este sistema, muchas personas consiguen guardar al menos 100 euros adicionales cada mes.
Una meta alcanzable de aquí a diciembre
Combinando estos cinco trucos, es posible llegar a diciembre con entre 700 y 1.000 euros ahorrados, una cifra que puede marcar la diferencia de cara a los gastos navideños o incluso servir como colchón para el inicio de 2026.
El secreto está en ser constante y tener siempre presente que cada pequeño gesto suma. El regreso de las vacaciones es, por tanto, el mejor momento para empezar a construir un hábito de ahorro que, con un poco de disciplina, puede mantenerse todo el año.