OPA BBVA- Sabadell

El mercado anticipa una segunda OPA, diluye la prima y fuerza una oferta al alza

A un día de conocer el resultado de la operación, el diferencial con el parqué ronda el 0% tras la corrección del vasco. La CNMV fijará el precio de una propuesta nueva, pero se enfrenta a riesgos al retrasar o avanzar la decisión

Imagen de la OPA BBVA - Banco Sabadell.

La tensión en Bolsa se palpa a falta de un día de conocer el resultado de la OPA de BBVA sobre Sabadell. Lo que hasta hace pocos días podría interpretarse como una ventaja clara para el banco vasco se ha difuminado. El valor de la acción catalana resiste, mientras que BBVA retrocede con mayor fuerza. La tendencia, que hasta ahora reflejaba un comportamiento de los títulos de ambas entidades al unísono, se mantiene, pero con ligeros matices en favor del opado.

En el último mes, las participaciones del vallesano corrigen sobre un -1%, mientras que el vasco casi triplica ese recorte. En este sentido, la prima del canje, que llegó a superar el 3%, es ahora prácticamente inexistente -del 0,56%-. Ante la previsibilidad de no alcanzar el mínimo requerido (50%), el mercado ya descuenta el siguiente movimiento. La hipotética segunda oferta -si logra una aceptación superior al 30%- deberá cumplir con los criterios de equidad que fijará la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los analistas y el parqué especulan sobre cómo BBVA podría reunir los 12.000 millones que, según Sabadell, costaría lanzar esta operación, obligatoriamente en efectivo.

Entre las opciones, la posibilidad de una ampliación de capital. El movimiento que permitiría financiar la eventual segunda OPA genera preocupación entre los inversores, ya que la medida diluiría la participación de los accionistas actuales. La expectativa de esta operación ha podido contribuir a la ligera caída en el precio de las acciones del grupo vasco, frente a la resistencia del vallesano por el precio de una eventual siguiente OPA.

Prima al 0%

Antes, a medida que el fin del plazo de aceptación se acercaba, la diferencia entre acogerse a la oferta de BBVA o acudir al mercado crecía en favor de la primera. Y llegó a cerrar en el 3% el pasado 10 de octubre. El diferencial hacía presagiar que el opante conseguiría su objetivo. Ahora, la realidad es completamente distinta. Al cierre de bolsa el 16 de octubre, la prima parece haberse esfumado.

El cálculo actual del valor implícito de la oferta, con un precio del BBVA de 15,72 euros y del Sabadell de 3,23 euros, arroja exactamente 3,25 euros por acción del catalán. Por tanto, la propuesta ya no ofrece casi ningún beneficio adicional frente a vender directamente en el mercado.

¿Segunda OPA?

El banco estadounidense Citi, que ya auguraba que el escenario más probable es que la primera operación alcance entre el 30% y el 50% del capital social de Sabadell, también reconoció el golpe que podría sufrir BBVA si lanzase una segunda oferta. La nueva propuesta podría ejercer una presión temporal a la baja sobre las acciones del banco vasco, tal y como reconocía el fondo americano en su informe.

Citi ya advertía entonces que de decidir el BBVA avanzar finalmente hacia un segundo intento, el banco presidido por Carlos Torres requeriría de mayor capacidad económica. Para ello, la entidad opante emitiría nuevos títulos con “un descuento del 5% respecto al precio de la acción“. La rebaja facilitaría la colocación de los instrumentos financieros y la obtención de liquidez.

Sin embargo, a tenor de lo que ha reiterado en las últimas semana Carlos Torres, esta opción no está sobre la mesa. “No prevemos llevar a cabo una ampliación de capital para acometer la operación”, llegó a defender en recientes entrevistas durante el plazo de aceptación. Y garantizaba que la entidad cuenta con “exceso de fondos propios y palancas suficientes” como para afrontar la eventualidad. Ahora queda por ver si estas declaraciones se mantienen inalterables o si, al igual que la negativa a mejorar la oferta, podrían verse ajustadas en función de los resultados de la primera OPA y de las condiciones del mercado.

Carlos Torres y BBVA - Economía
Carlos Torres, presidente de BBVA, durante una intervención pública.
EFE

Precio de la oferta

El precio de una hipotética segunda propuesta sigue siendo incierto. La situación ha generado tal nivel de confusión que el propio organismo regulador se vio obligado a pronunciarse al respecto el mismo día en que anunció la fecha de publicación de los resultados de la operación. Con ello, buscaba aclarar las dudas surgidas a raíz de las declaraciones cruzadas entre ambas entidades, que trataban de influir en los accionistas. Unas para incentivar su adhesión a la primera ventana y otras para disuadirlos de acudir.

En este momento, a falta de conocer la aceptación, el fondo del asunto está en la fijación del precio de una segunda OPA. Para ello se parte de la primera OPA de BBVA sobre Sabadell y debe considerarse el marco temporal establecido en la ley de opas. La propuesta, basada en el canje de un título del vasco por cada 4,8376 del vallesano, depende directamente de la cotización de ambos bancos, lo que obliga a fijar una fecha concreta como referencia.

En el folleto remitido al regulador, la institución presidida por Torres estableció que el precio se determinaría con base en la “sesión bursátil anterior a la fecha del anuncio de la mejora de la oferta”, es decir, el 19 de septiembre de 2025. Y lo justifica en el artículo 9.2 de la citada ley. Con esa valoración, cada acción de Sabadell equivaldría a 3,39 euros. Sin embargo, la norma -y la falta de precedentes- da lugar a otras interpretaciones.

La última palabra

La última palabra sobre el precio de la segunda oferta la tendrá la CNMV. Según informa El País, su consejo está reunido para abordar esta cuestión. El regulador será el encargado de fijar el valor de la OPA. El supervisor bursátil se enfrenta a un delicado dilema: si retrasa demasiado su decisión, BBVA tendría que lanzar la oferta sin conocer el precio, ya que dispone de solo 24 horas desde el viernes para comunicar su decisión. En cambio, si espera hasta el día de liquidación de la oferta, la fijación se produciría tras varios días de mercado abierto, lo que aumenta el riesgo de especulación y de presión sobre el valor de la segunda OPA. Para evitarlo, la CNMV cuenta con la facultad de modificar el precio de cotización si detecta irregularidades o movimientos sospechosos, con el objetivo de proteger a los accionistas y al propio BBVA.