El Tesoro Público español ha señalado que la posible condonación de deuda de las comunidades autónomas no afectará a su estrategia de financiación prevista para 2026. Actualmente, el proyecto de ley para asumir parte de la deuda autonómica -que supera los 83.000 millones de euros- se encuentra en trámite en las Cortes Generales y plantea que el Estado asuma de forma voluntaria pasivos de las regiones para aliviar su carga financiera.
La medida, aprobada en Consejo de Ministros y remitida al Congreso, busca reducir el sobreendeudamiento que arrastran muchas comunidades desde la crisis financiera, con un potencial ahorro de unos 6.700 millones de euros en intereses, tal y como reconoció recientemente la ministra María Jesús Motero.

Así, Paula Conthe, secretaria general del Tesoro y Financiación Internacional, ha explicado en rueda de prensa que aunque la condonación autonómica puede tener efectos relevantes en las cuentas de las administraciones regionales, sus efectos -tanto máximos como mínimos- ya están contemplados en los diferentes escenarios que guían la política de financiación para 2026, y no “alterarán los objetivos fundamentales” del organismo.
Además, Conthe ha señalado que la medida se centra principalmente en los préstamos que las comunidades mantienen con el Estado a través del Fondo de Comunidades Autónomas, por lo que su influencia directa en la planificación de la deuda pública central “es limitada”. En este sentido, la condonación no modifica los planes del Tesoro de emitir obligaciones de forma regular y predecible el próximo año, ni cambia la estructura general de su estrategia de financiación.
Hoja de ruta para 2026
Al mismo tiempo, la secretaria general del Tesoro ha presentado la estrategia de financiación prevista para 2026, confirmando las líneas generales adelantadas la semana pasada por el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo. Según explicó, el próximo año se mantendrá un enfoque continuista basado en “la prudencia y la flexibilidad que caracteriza la política del Tesoro”. El programa de emisiones seguirá siendo regular y predecible. Y combinará las subastas mensuales habituales con entre tres y cuatro operaciones sindicadas a lo largo del año.
Para 2026, el organismo proyecta una emisión neta de 55.000 millones de euros. Mientras, la emisión bruta ascenderá hasta los 285.677 millones, principalmente por el aumento de las amortizaciones previstas durante el ejercicio. Además, se espera recibir desembolsos de préstamos europeos por un valor total de 6.500 millones de euros. Estos últimos correspondientes a los Fondos de Recuperación y Resiliencia de la Comisión Europea. Ya aprobados para España, pero todavía no entregados.
Renuncia de los prestamos europeos
Entre los objetivos estratégicos, Conthe ha apuntado a que será prioritario mantener la vida media de la deuda, que actualmente se sitúa en torno a los ocho años. Y continuar diversificando la base de inversores. Esto incluye la expansión del programa de bonos verdes y la continuidad de los instrumentos ligados a la inflación, con los que se busca atraer diferentes perfiles.
Respecto a la renuncia a los 60.000 millones de transferencias de la “red de seguridad” europea, la secretaria general de la institución aclaró que la evolución positiva de la economía española ha eliminado la ventaja financiera que ofrecía la Comisión Europea. Por lo que la financiación se gestionará principalmente a través de la emisión de deuda española. Y ha garantizado que los fondos previstos de ICO y BEI se mantendrán.
Un 2025 “positivo” para España
La mejora de la calificación crediticia del país, que ha sido fijada en el escalón ‘A’ por las principales agencias -S&P Global Ratings, Fitch y Moody’s-, y la reducción de la prima de riesgo, que se sitúa ahora por debajo de los 50 puntos básicos, ha dado lugar a un 2025 “muy positivo para España”, según ha reconocido Conthe. El país cerrará el año con una emisión neta de 54.775 millones de euros, cinco mil menos de lo previsto. Así, la secretaria general confía en que la tendencia a la baja de los costes de financiación de las nuevas salidas a mercado se mantenga e incluso pueda continuar reduciéndose en los próximos meses. Aunque teme que un ajuste al alza de Fráncfort “aumente levemente” el importe medio.
No obstante, el Tesoro solo refinancia el 13% de su portafolio. Lo que permite estabilizar el coste medio de la deuda y proteger al Estado frente a posibles cambios en los tipos de interés. En paralelo, se ha ampliado la base de inversores gracias a visitas y diálogos continuos. Así como a instrumentos innovadores, que han abierto nuevos mercados y atraído a nuevos perfiles inversores.
Inversores extranjeros y diversificación
La participación de los inversores extranjeros ha sido clave en 2025. Mientras el Banco Central Europeo ha reducido su tenencia en deuda española, esta ha sido absorbida por inversores privados. Especialmente de países nórdicos y de Oriente Medio.
En cuanto a la inversión minorista, esta se ha estabilizado y representa actualmente un 25% del total. El atractivo de la rentabilidad anual próxima al 4% conforme a la política restrictiva del BCE atrajó a muchos ahorradores conservadores. En cambio, ahora Conthe ha indicado que al reducirse la rentabilidad de los instrumentos, el peso relativo de estos tenedores “podría reducirse ligeramente”.

