La doctora Lina Nikolopoulou ha dedicado su trayectoria a estudiar la complejidad del tabaquismo en Europa y las alternativas que pueden contribuir a reducirlo. Procedente de Grecia, investiga desde hace años cómo las estrategias de reducción del daño pueden complementar las políticas de control del consumo, buscando vías efectivas para disminuir el número de fumadores en el futuro.
Bióloga y doctora en Fisiología por la Universidad de Oxford, Nikolopoulou ha desarrollado su carrera en ámbitos diversos como la industria farmacéutica, las tecnologías de la información, las publicaciones científicas y la comunicación en salud. Actualmente dirige la red científica internacional SCOHRE, dedicada al control del tabaquismo y a la promoción de políticas basadas en evidencia.
Grecia ha tenido un descenso de tabaquismo del 6% entre 2021 y 2023 con un nuevo marco regulatorio y mantiene su reducción como un reto sanitario prioritario. El país ha centrado su política de control del tabaco en evidencia y una estricta evaluación científica de los nuevos productos de nicotina, incluida su nocividad relativa. Como uno de los países pioneros en este abordaje, Atenas acogió el 8º Congreso Internacional sobre Reducción de Daños del Tabaco. En este evento, Nikolopoulou destacó también el ejemplo de Suecia, donde el uso del snus, un producto de nicotina oral sin humo, ha permitido alcanzar tasas de fumadores cercanas al 5%.
En España, el debate sobre cómo abordar este tipo de productos continúa presente. El Anteproyecto de Ley del tabaco, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 9 de septiembre, plantea una regulación más restrictiva respecto a las bolsas de nicotina, con el objetivo de proteger la salud pública y evitar su uso entre la población joven.
Nikolopoulou atiende a Artículo14 durante el encuentro en Atenas, al que asistió invitado por Philip Morris Spain, para analizar las experiencias europeas en la aplicación de políticas de reducción del daño y los desafíos que plantea su implementación.
Estrategias
Como experta, ¿qué diferencia ve entre los países que apuestan por las estrategias de reducción del daño y otros, como España, que siguen aplicando políticas tradicionales a la hora de reducir las tasas de tabaquismo?
El Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace 20 años fue adoptada por 183 países. Así que la mayoría simplemente sigue lo que dicta la OMS. Sin embargo, hay otros países que tienen una visión más independiente, que analizan más los datos y cuentan con científicas capaces de influir en los gobiernos o en los reguladores. Vimos, por ejemplo, que Reino Unido fue de los primeros en decir “intentemos que las personas fumadoras pasen al vapeo”, y eso ocurrió hace muchos años.
Muchos países están empezando a hablar de prohibir el vapeo, pero los datos realmente no confirman esa visión. Sabemos que la carga que supone fumar es distinta, y hay muchos países que nos dicen: “ayúdennos a convencer a nuestros gobiernos”, porque estos se ciñen a las políticas de la OMS.
Creo que, en gran medida, la OMS tiene mucho poder. Y, por supuesto, ha hecho grandes cosas en muchos ámbitos. Por eso hoy decimos que hay que replantear esas estrategias y convencerles de que no basta con repetir lo que se puso en el artículo uno del Convenio, donde también se hablaba de reducción del daño.
Reducción del daño
¿Cree que es posible impulsar estrategias de reducción del daño a través de productos alternativos y, al mismo tiempo, proteger a los menores de su consumo?
Yo diría que debemos dejar que los datos hablen. Lo que sabemos es que las generaciones más jóvenes tienen tendencia a probar cosas nuevas. Sí, prueban los vapeadores porque es una novedad, porque tiene ese halo de tecnología, de modernidad, pero eso no significa que se queden enganchados. Que una persona joven pruebe a vapear a los 16 años no quiere decir que vaya a ser fumadora a los 20.
Al menos por ahora, los datos no lo han verificado. Eso no quita que tengamos que hacer todo lo posible por evitar que los jóvenes prueben tabaco, alcohol o cualquier otra sustancia. La responsabilidad es la misma en todos los casos.
#NoSmokeSummit25 closed with 2 days of rich dialogue; from global policy discussions to the pivotal Consensus Session.
Thank you to all who joined! Here’s to more collaboration ahead.🙏 #SCOHRE #THR #HarmReduction #PublicHealth #SmokingControl #SmokeFreeWorld pic.twitter.com/lAaTQ0c9KL
— 8th Summit on Tobacco Harm Reduction (@No_Smoke_Summit) October 2, 2025
Generación libre de humo
Si la reducción del daño es la estrategia más eficaz, ¿cree que veremos una generación libre de humo en Europa en los próximos años?
No, no lo creo. Sé que nos gustaría y lo soñamos, pero aún estamos muy lejos. Te pongo el ejemplo de mi país, Grecia: hace unos años la prevalencia era del 41%, hoy está en torno al 27%. Ha bajado, pero sigue siendo altísima, somos, junto a Bulgaria, los países con más fumadores de Europa.
Tenemos un largo camino por recorrer. Sueño con una futura generación en la que alcancemos el 5% de fumadores, como en Suecia. Ellos han logrado ese objetivo gracias al uso del snus, pero todavía estamos lejos. No creo que vayamos a cumplir pronto la meta de la OMS, aunque no me atrevo a hacer predicciones.
Liderazgo femenino
Cada vez vemos más mujeres en investigación, regulación y comunicación en torno a la nicotina y el tabaquismo. ¿Qué barreras siguen existiendo para que lleguen a ocupar esas posiciones de liderazgo?
El mundo es difícil para las mujeres y existe una gran brecha en salud femenina: los ensayos clínicos, en su mayoría, se han hecho tradicionalmente con hombres. Esto se ha reconocido y, en los últimos tres años, ha estado muy presente en la agenda. Creo que las mujeres están encontrando su camino en este sector, igual que lo están haciendo en el resto de la medicina.
Te pongo de nuevo el ejemplo de mi país: la profesión médica estaba dominada por hombres y ahora las mujeres van ocupando cada vez más posiciones de liderazgo. Veo venir a la próxima generación de mujeres líderes antes incluso de que logremos esa meta del 5% de fumadores.
Un ejemplo reciente: organizamos un concurso de bioinnovación hace unas semanas y todos los premios se los llevaron investigadoras jóvenes. Eso demuestra que el cambio ya está en marcha.