Inditex ha malacostumbrado a los inversores. Desde su debut en Bolsa, su trayectoria ha sido una constante al alza con algún que otro ‘susto’. Tras la crisis de la Covid-19, la revalorización de la acción parecía imparable. Entonces, puso a prueba su modelo omnicanal y logró salir reforzada. En diciembre de 2024, tocó máximos históricos en 55,78 euros y su capitalización superó los 155.000 millones. Ahora, el idilio con el mercado no atraviesa su mejor momento: en lo que va de año, Inditex pierde más de un 15%. Y hoy, 15 de julio, se presenta ante sus accionistas con un perfil bursátil deslucido.
Desde la última cita, la caída es inferior: casi un 8%, tras perder ayer un 1,57% y cerrar en 42,73 euros. El dueño de Zara fue de los valores más afectados por la decisión de Estados Unidos de aplicar un arancel del 30% a los productos europeos. Sucedió algo similar con Puig, compañía de consumo también muy expuesta al mercado americano, que bajó un 1,93%. De esta forma, Inditex se aproxima al mínimo del año con los que reaccionó el mercado con motivo del Día de la Liberación.
Cambio de ritmo
Este vaivén bursátil refleja un cambio de ritmo en su crecimiento: la etapa del doble dígito queda atrás, y el grupo tiene que demostrar su capacidad para sortear la incertidumbre comercial y la ralentización del consumo global. La primera señal fueron los resultados del último ejercicio que, aunque en cifras récord, tuvieron un impacto en el valor. Y volvió a ocurrir lo mismo en los resultados del primer semestre de su ejercicio fiscal 2025/2023, que estuvieron por debajo de las expectativas de los analistas.
Como explicaba entonces a Artículo14, Elena Fernández-Trapiella, analista de Bankinter, “a pesar de un modelo de negocio impecable, con la mayor flexibilidad y eficiencia del sector, los próximos trimestres apuntan a una continua desaceleración de ventas y ligera erosión de márgenes en una fase de pico de inversiones”.
Frente a los inversores

Son precisamente esos fundamentales, los elementos que pondrán en valor su presidenta no ejecutiva, Marta Ortega, y su consejero delegado, Óscar García-Maceiras, ante sus accionistas. Explicarán su visión estratégica, la solidez de sus márgenes y de su posición financiera -con una caja neta de más de 10.000 millones de euros-, además de su apuesta por la tecnología y la sostenibilidad. Tendrán que convencer de que podrá capear el impacto arancelario en Estados Unidos, el segundo mercado en importancia. De momento, Zara ha subido los precios al otro lado del Atlántico y ha notado los efectos adversos del tipo de cambio.
A favor de los accionistas, Inditex presenta su política de dividendo. La compañía someterá a la Junta, la aprobación de la remuneración con cargo a los resultados de 2024, que asciende a 1,68 € por acción, dividido en dos abonos de 0,84 € cada uno: el primero ya fue entregado el 2 de mayo de 2025 y el segundo se realizará el 3 de noviembre de 2025.
Remodelación del consejo
En paralelo, se propondrá el nombramiento de Roberto Cibeira Moreiras, consejero delegado de Pontegadea, como nuevo consejero dominical, en sustitución de José Arnau. Arnau, vicepresidente desde 2012, se jubilará como consejero el próximo octubre tras 24 años ligado al grupo, aunque seguirá asesorando en la familia Ortega y desde la Fundación Amancio Ortega. El consejo considera que Cibeira aporta una sólida experiencia en gestión de activos, auditoría, riesgo y gobierno corporativo, alineada con los requisitos estratégicos actuales.
La asamblea someterá también a votación la aprobación de un plan de incentivos a largo plazo destinado al equipo directivo. Están incluidos los consejeros ejecutivos y hasta 750 empleados seleccionados. Se trata de un plan mixto, compuesto por un bonus plurianual en efectivo y una entrega gratuita de acciones, condicionados al cumplimiento de objetivos y a un periodo de consolidación temporal.
Incentivo a su consejero delegado

Este programa permitirá la entrega máxima de 4,5 millones de acciones, lo que equivale al 0,14 % del capital social, valoradas aproximadamente en 195,3 millones de euros, según el precio actual de mercado. De este total, hasta 105.556 títulos están reservados específicamente para su CEO. El plan tiene una duración de cuatro años y comprende dos ciclos consecutivos e independientes: el primero, del 1 de febrero de 2025 al 31 de enero de 2028; el segundo, del 1 de febrero de 2026 al 31 de enero de 2029.
Sin duda, en la junta de este año se destacará además el 50 aniversario del nacimiento de Zara, el buque insignia del grupo. La enseña abrió su primera tienda en A Coruña en 1975 y hoy opera en más de 90 mercados. En un año en el que la acción ha perdido brillo, el grupo gallego confía en las costuras de su modelo basado en la proximidad, el control de costes y la innovación siga siendo, también para los inversores, un valor de fondo de armario.