La casa mallorquina de perlas Majorica ha dado un giro relevante en su dirección y ha fichado a una mujer como CEO. Se llama Isabelle Aberman y es una ejecutiva con 25 años de experiencia en otra firma balear, Camper. Este nombramiento, el primero que coloca a una ejecutiva al frente de la empresa, simboliza un cambio de aires, refuerza su reputación con liderazgo femenino tras más de un siglo de historia y llega en plena fase de expansión internacional de la marca.
Isabelle Aberman aterriza en la empresa joyera tras su etapa en Camper, la firma de calzado de origen también mallorquín, donde lideró la estrategia de tiendas como Global Retail Director, con establecimientos en más de veinte países. Llega con mirada internacional y conocimiento del retail de lujo asequible y marcas aspiracionales. En Majorica, Aberman sustituye a Jean-Christophe Queyroux, que había asumido el cargo en junio de 2024, cuando la empresa buscaba consolidar su crecimiento tras sus buenos resultados.
135º aniversario
El ascenso de Aberman se produce, además, en un año especial: Majorica celebra su 135 aniversario. La compañía atraviesa una fase de relanzamiento y revalorización de su legado, con planes para reforzar su presencia en los mercados donde ya opera y, a la vez, explorar nuevas vías de expansión. Se trata de una firma muy ligada a Mallorca y a la imagen de las perlas elaboradas a mano: el reto es mantener ese vínculo y, al mismo tiempo, mirar al futuro.
Una tienda de Majorica. Es también un cambio cultural en una empresa con raíces centenarias, que hasta ahora no había confiado su dirección general a una mujer. La decisión tiene relevancia interna y externa. Internamente, envía un mensaje al equipo con nuevas ideas y nueva forma de trabajar. Externamente, encaja con una realidad del mercado: la diversidad en la dirección se valora como palanca de innovación, reputación y buen gobierno. En el caso del icono mallorquín se abre a nuevos liderazgos sin renunciar a su identidad.
Los números acompañan. En 2023 la compañía cerró con un incremento de ventas del 33%, superando los 20 millones de euros. En 2024, Majorica emprendió una redefinición de su identidad orientada a la joyería de mayor valor, con renovación de puntos de venta —incluida su tienda insignia en Mallorca— y aceleración de la expansión internacional. En esa hoja de ruta ha sido clave la adquisición de PerlArt, otra empresa mallorquina especializada en perlas cultivadas, para diversificar la oferta hacia piezas de mayor precio y explicar mejor el producto: materiales, proceso y origen.
En el plano accionario, el control de la empresa está en manos del inversor francés Gregorio Bontoux Halley (a través de Majolaperla), con una estrategia clara: revitalizar y reposicionar Majorica en el mercado global. La llegada de una directiva con experiencia en expansión internacional, gestión de tiendas propias y franquicias y trabajo con clientes de distintos países encaja con esta etapa.
Los desafíos de Aberman son significativos. Como afinar el posicionamiento: reconstruir la percepción de casa de joyería aspiracional, con diseño contemporáneo y acento mediterráneo. También será fundamental impulsar el crecimiento con criterio: priorizar establecimientos donde la marca ya tiene tracción —turismo de calidad, destinos insulares, capitales europeas— y abrir nuevos países solo cuando garantice rentabilidad y consistencia. Y como estandarte fundamental de reputación, la sostenibilidad y trazabilidad: materiales responsables y procesos transparentes, un terreno donde Majorica cuenta con la durabilidad del producto y la producción local como ventajas.
El calendario comercial también jugará a favor —bodas, comuniones, aniversarios, Navidad o Día de la Madre—, en un mercado donde Majorica compite con marcas de lujo, joyería de precio medio y el segmento de segunda mano.
Con liderazgo femenino, la empresa deberá demostrar que el nombramiento no es simbólico, sino que viene acompañado de decisiones concretas y coherencia. Entre los objetivos de la nueva CEO están impulsar ventas con control de costes, mantener la calidad artesanal y cuidar el valor de marca. Si la firma ha sobrevivido a crisis, cambios de propiedad y modas, es porque sabe adaptarse. La llegada de Isabelle Aberman como máxima responsable envía una señal clara: no se trata solo de mirar al pasado con orgullo, sino de reinventarse para crecer y mantenerse en el futuro.