Muchas personas están recibiendo estos días una notificación del banco avisándoles de que el depósito que contrataron hace un año está a punto de vencer. La oferta de renovación es rápida y sencilla, pero la cifra que aparece al lado del tipo de interés resulta más baja de lo esperado. Hace doce meses se aceptaba sin pensar un 3%, incluso algo más. Ahora, la propuesta se queda en el 1,5% o menos.
El cambio tiene una explicación clara. Desde mediados de 2024, el Banco Central Europeo (BCE) ha iniciado un ciclo de bajadas de tipos de interés. El motivo principal es el descenso progresivo de la inflación. Tras la última bajada de tipos en junio hasta el 2%, las previsiones de firmas como Bank of America, AXA IM o Federated Hermes apuntan a que el ciclo de relajación será limitado. Se contemplan, en el mejor de los casos, dos recortes adicionales, hasta situar la tasa de depósito en el entorno del 1,5 % a finales de año. A partir de ahí, el BCE podría adoptar una postura más neutral.
En consecuencia, muchos ahorradores se enfrentan a una decisión que hasta hace poco parecía sencilla. Renovar el depósito ofrece tranquilidad, pero cada vez proporciona menos rendimiento. La buena noticia es que todavía existen opciones conservadoras que permiten proteger tu capital y obtener rentabilidades de entre el 3% y el 5% anual y prácticamente el mismo riesgo. Y aquí van tres de ellas.
Fondos de renta fija a corto plazo
Para alguien que venga de un depósito, esta puede ser la transición natural. Estos fondos invierten en deuda pública o privada, pero siempre con vencimientos muy cortos, normalmente entre uno y dos años. ¿Por qué es esto importante? Porque al tener una duración tan breve, son mucho menos sensibles a las variaciones de tipos de interés, lo que reduce su volatilidad. En otras palabras, son fondos que no se despeinan ni cuando hay ruido en el mercado.
Además, tienen liquidez diaria, lo que significa que se puede recuperar el dinero prácticamente en cualquier momento. A diferencia de los depósitos, donde cancelar antes del vencimiento puede hacer perder parte de los intereses, aquí el dinero no queda bloqueado. Y en un entorno de tipos a la baja, eso puede dar flexibilidad para mover ficha si surgen mejores oportunidades.
¿Y la rentabilidad? Sin ser espectacular, es sólida. Muchos fondos de este tipo están ofreciendo entre un 3% y un 4% anual en 2025, .el doble o más que muchos depósitos actuales. Fondos como el CaixaBank Renta Fija Corto Plazo o productos similares de otras gestoras pueden ser una buena alternativa para el perfil conservador que no quiere sorpresas, pero tampoco resignarse a ganar un 1%.
Fondos mixtos conservadores
Otra opción cada vez más utilizada entre perfiles conservadores es la de los fondos mixtos defensivos. Estos productos combinan una mayoría de activos de renta fija (al menos un 70%) con un pequeño porcentaje de renta variable, que suele moverse entre el 10% y el 30% del total.
Esta combinación permite acceder a una rentabilidad adicional en contextos favorables de mercado, sin comprometer en exceso la seguridad general de la cartera. La renta fija aporta estabilidad, mientras que la exposición a bolsa puede aportar un extra en momentos de crecimiento o bajadas de tipos, como los actuales.
¿Y por qué merece la pena asumir ese pequeño extra de riesgo? Porque esa parte variable permite aprovechar los ciclos de mercado sin comprometer demasiado la seguridad del conjunto. Además, en un entorno donde los tipos bajan, no solo los bonos suben: también lo hacen las acciones. Y eso da un plus que no se encuentra en depósitos ni en letras.
A lo largo de 2025, varios fondos mixtos conservadores han superado el 4% de rentabilidad anual. Algunos incluso alcanzan el 5% o el 6%, como es el caso del DNCA Invest Eurose. Lo importante en estos casos es buscar fondos con rentabilidades anualizadas contrastadas en los últimos cinco ejercicios, y calificaciones elevadas en los rankings de Morningstar, que miden la consistencia del rendimiento ajustado al riesgo.
Letras del Tesoro y bonos a medio plazo
Volvamos un momento a los clásicos. Aunque ya no están en su mejor momento, las letras del Tesoro siguen siendo una opción válida, sobre todo para ahorradores que buscan algo sencillo, muy seguro y con rentabilidad asegurada desde el inicio. Eso sí, conviene tener claro que ya no ofrecen lo que ofrecían hace unos meses. Si antes hablábamos de letras por encima del 3%, hoy muchas apenas superan el 2%.
Aun así, siguen siendo más atractivas que muchos depósitos a plazo. Y para aquellos que prefieran algo con un horizonte más amplio, también puedes optar por bonos a 2 o 3 años, que dan un poco más y se pueden negociar en el mercado secundario si se necesita liquidez antes de vencimiento.
¿Tiene sentido entonces elegir letras o bonos ahora? Depende del perfil. Por ejemplo, si se combinan con un fondo conservador para diversificar el riesgo, pueden ser una herramienta útil. O si se necesita saber con exactitud cuánto vas a cobrar y cuándo. Pero lo importante es tener en cuenta que si los tipos siguen bajando la ventana de oportunidad para contratar estos productos con cierto interés se irá cerrando pronto.