Zhang Ying, la discreta multimillonaria que custodia el legado de Alibaba

La mujer del fundador representa la cara oculta del éxito de Alibaba: la prudencia, la estabilidad y la discreción

No a todos los ricos les gusta ser el foco de atención. Hay quienes prefieren pasar desapercibidos, como la china Zhang Ying (también conocida como Cathy Zhang), esposa del fundador del gigante del comercio electrónico Alibaba. Pero aunque procure mantenerse en la sombra, algunos de sus movimientos financieros la convierten, sin quererlo, en el centro de atención. Ying acaba de comprar la antigua embajada de Italia en Londres por 19,5 millones de libras, según ha publicado Financial Times.

En un mundo donde los magnates tecnológicos viven rodeados de focos, Zhang Ying ha preferido siempre el silencio. Es la esposa de Jack Ma, el fundador de Alibaba, y acaba de protagonizar una nueva operación que confirma el giro patrimonial e inmobiliario de la familia: la compra de la antigua embajada de Italia en Londres por 19,5 millones de libras, según publicó este lunes el Financial Times. La adquisición refuerza la estrategia inmobiliaria de esta inversora, que en los últimos años ha adquirido varios edificios de alto valor.

Etapa académica

No ha sido siempre multimillonaria. Esta mujer casi anónima —en internet apenas hay publicadas un par de fotografías suyas— conoció a su actual marido, Jack Ma, en la universidad de Hangzhou, una ciudad de diez millones de habitantes al este de China. Cuando se graduaron, a finales de la década de los 80, se casaron y comenzaron a trabajar como profesores de inglés. En ese periodo, Ma montó sus primeros negocios: una empresa de traducciones y una web de páginas amarillas. Nadie presagiaba por entonces que esa pareja de vida sencilla se convertiría en uno de los matrimonios más ricos del mundo, coleccionista de coches eléctricos y mansiones por todo el planeta.

De aquella etapa académica surgió una relación que se transformaría en una alianza de vida. Tras casarse, la pareja vivió modestamente en Hangzhou mientras Ma comenzaba sus primeros proyectos de traducción y negocios digitales.

Capacidad empresarial

Él siempre ha relatado que su esposa fue un pilar decisivo en los momentos de incertidumbre previos al nacimiento de Alibaba. En una entrevista rescatada por la prensa china, Zhang Ying explicó con ironía que “Ma Yun no es un hombre guapo, pero me enamoré de él porque puede hacer cosas que los hombres guapos no pueden hacer”. Ya vio en su marido la determinación empresarial que le guiaría hasta lo más alto. En 1999, montaron el inicio de Alibaba, una plataforma que acabaría conectando a millones de pequeños productores con consumidores globales y que transformaría la economía del país.

También fueron unos visionarios cuando hicieron las primeras ofertas para el Día del Soltero, una invención de un grupo de estudiantes que querían reivindicar su independencia y que quedaría marcada en el calendario como una fecha clave en el consumo anual de los chinos, que mueve en un solo día 150.000 millones de dólares en ventas y que supera a otras celebraciones comerciales como el Black Friday o el Día de la Madre.

Perfil bajo

A diferencia de otras esposas de grandes empresarios chinos, Zhang Ying se ha mantenido al margen de la vida pública. No concede entrevistas, no participa en consejos de administración de las filiales del grupo y apenas aparece en fotografías oficiales. Sin embargo, se la vincula a la Jack Ma Foundation, la organización filantrópica que financia programas educativos, medioambientales y de emprendimiento social tanto en China como en África.

Tras la retirada de Jack Ma de la gestión de Alibaba en 2019 y su posterior reaparición intermitente tras la campaña regulatoria del Gobierno chino contra las grandes tecnológicas, el matrimonio ha reorientado su fortuna hacia inversiones como propiedades inmobiliarias, fondos privados y proyectos educativos.

En la milla de Londres

El Financial Times sitúa la compra de la antigua embajada italiana en Londres dentro de ese movimiento: un símbolo de prestigio internacional más que un simple negocio inmobiliario. La operación se habría formalizado a través de una sociedad patrimonial vinculada directamente a Zhang Ying, lo que refuerza su papel como administradora y gestora de los bienes familiares fuera de China.

Zhang Ying representa la cara oculta del éxito de Alibaba: la prudencia, la estabilidad y la discreción. Mientras su marido se convirtió en el rostro mediático del milagro digital chino, ella consolidó un papel más silencioso, centrado en preservar y diversificar el patrimonio común.

Su última adquisición londinense no solo simboliza la expansión internacional de su riqueza, sino también una cierta vuelta a la calma tras los años de tensión política que siguieron al auge de las tecnológicas chinas. En el corazón de Mayfair, la antigua embajada italiana será ahora una de las residencias o sedes más exclusivas de la familia Ma: un capítulo nuevo en la historia de la mujer que, desde la sombra, acompañó el nacimiento de Alibaba y hoy dirige con mano discreta el destino inmobiliario y filantrópico de una de las mayores fortunas de Asia.