España es un país que respira gastronomía en cada rincón, y no solo por la calidad de sus productos o la variedad de sus platos. También lo hacen especial las costumbres asociadas a la mesa: los horarios, la abundancia de las raciones y la cultura social que rodea cada comida. En la Comunidad Valenciana, existe un ritual gastronómico que resume a la perfección esa manera tan nuestra de entender la vida: el esmorzaret, un almuerzo de media mañana que ha conquistado a la BBC y que el chef José Andrés no ha dudado en definir como una experiencia casi “religiosa”.

El descubrimiento de José Andrés
El popular cocinero asturiano, embajador de la cocina española en Estados Unidos, viajó por toda la geografía nacional en su serie documental José Andrés y familia en España (HBO Max). En el capítulo dedicado a Valencia, además de disfrutar de las Fallas y profundizar en el arte de la paella, se detuvo junto a sus hijas en esta costumbre tan arraigada entre los valencianos. “No es un desayuno, es un esmorzaret. Es un ritual”, explicaba con entusiasmo tras probarlo.
Una comida que es mucho más que un tentempié
Lejos de ser un simple bocado, el esmorzaret es un auténtico banquete dividido en varias fases. La jornada comienza con la picaeta: pequeños aperitivos como aceitunas, altramuces, cacahuetes o encurtidos, siempre acompañados por una cerveza fría o el clásico vi amb llimonà (vino con gaseosa).
Después llega el plato fuerte: el bocadillo gigante, de tamaños que sorprenden a cualquier visitante y con rellenos tan variados como contundentes. Longaniza y morcilla en el famoso “Blanco y Negro”, sobrasada con queso fundido en el “Almussafes”, lomo y bacon en el “Chivito” o ternera con jamón y cebolla en la “Brascada” son solo algunos ejemplos. La imaginación no tiene límites y las combinaciones reflejan el carácter creativo y abundante de la gastronomía local.
El colofón llega con el cremaet, un café flambeado con licor, canela, corteza de limón y granos de café, que pone el punto final a este ritual que se disfruta entre las 9 y las 12 de la mañana.
Una costumbre con siglos de historia
Aunque hoy se vive en bares y cafeterías de toda la provincia, el origen del esmorzaret es mucho más antiguo. Según el historiador Vicent Baydal, ya en la Edad Media los campesinos almorzaban a media mañana tras varias horas de trabajo en el campo, compartiendo carnes, verduras y productos locales. Con la industrialización, en el siglo XIX, la tradición se trasladó a fábricas y talleres, donde los obreros aprovechaban el descanso de media mañana para comer juntos y socializar.
De las huertas a la BBC
Lo que comenzó como una necesidad laboral se ha convertido en una costumbre identitaria, presente tanto en los pueblos de la huerta como en la capital valenciana. Para la BBC, que dedicó un reportaje al tema, el esmorzaret es tan representativo como la propia paella. La cadena británica se sorprendió con los bocadillos “de medio metro” y con el precio asequible de este festín: entre 6 y 8 euros por un menú completo que incluye picaeta, bocadillo y café.
Hoy, el esmorzaret no solo sigue siendo el combustible diario de miles de valencianos, sino también un motivo de orgullo cultural que traspasa fronteras. Un ejemplo perfecto de cómo la tradición, la comida y la vida social se entrelazan en una costumbre que convierte la media mañana en el momento más esperado del día.