GASTRONOMÍA

Del fuet al vermut, el mapa del sabor español según Eva Longoria

La actriz celebra sus 50 años con la segunda temporada de ‘Searching for Spain’, un documental en el que recorre España y su gastronomía

A sus 50 años, Eva Longoria se encuentra en un punto de madurez personal y profesional que le ha llevado, literalmente, a dar una vuelta por toda España. Lo hace de la mano de CNN, que estrena la segunda temporada de Searching for Spain, una serie documental en la que la actriz texana, con raíces asturianas, se sumerge en el paisaje gastronómico y cultural de nuestro país como nunca antes. No es solo un viaje de sabores, es una declaración de amor a una tierra que, dice, siente ya como propia.

Su primera parada emocional es Asturias, en el pequeño pueblo de Longoria, del que proviene su apellido. Allí descubre que tiene un 85 % de sangre española y se deja conquistar por la hospitalidad local, el queso artesanal y la tradicional sidra escanciada, en un reencuentro familiar con fuerte carga simbólica. Pero su recorrido no se detiene ahí. En Madrid se atreve con las propuestas más rompedoras de la capital: lengua de pato, cochinillo frito o callos reinterpretados por chefs como Dabiz Muñoz y Javi Estévez.

En Galicia, aprende a cocer pulpo al estilo tradicional junto al chef Pepe Solla, y se maravilla con la carne gallega que, según dice, “sabe al paisaje”. En el País Vasco recorre rutas de pintxos en San Sebastián, saborea una gilda como si fuera un manjar sagrado, y visita restaurantes con estrellas Michelin que mezclan innovación con respeto al producto local. En Andalucía, se rinde a los espetos de sardinas frente al mar y comparte mesa con Dani García en Marbella, donde vive parte del año y planea establecer su residencia definitiva.

Uno de los momentos más comentados del documental y también de sus entrevistas recientes fue su confesión sobre el fuet. “No puedo vivir sin fuet. Siempre llevo uno o dos en la maleta cuando regreso a Estados Unidos”. A este fetiche gastronómico se suman el aceite de oliva -“lo uso para todo, incluso para mojar pan o cocinar huevos”- y las aceitunas, que considera un auténtico manjar. Su maleta de regreso parece un bodegón ambulante.

Pero más allá de los sabores, Longoria se muestra profundamente conmovida por la historia detrás de cada receta. Habla del legado árabe en Andalucía o de cómo cada plato tiene detrás siglos de tradición, resistencia y orgullo. También reflexiona sobre el estilo de vida español, ese arte de tomarse el vermut sin prisa, de alargar la sobremesa, de saborear la vida tanto como los alimentos. “Me recuerda a mi cultura mexicana”, dice, “donde también lo importante es estar juntos alrededor de la comida”.

Searching for Spain, además de servir como escaparate para la riqueza gastronómica de España, revela una nueva faceta de Eva Longoria: la de exploradora emocional, conectada con sus raíces, con un paladar curioso y sin miedo a mojar pan, abrir una botella de sidra o comerse un buen plato de fabada. Si algo queda claro tras ver esta segunda temporada, es que su amor por España no es pasajero. Y que, con fuet en mano, ha encontrado aquí algo más que un destino.

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