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Diccionario del (des) amor digital: las nuevas palabras para que no jueguen contigo

Shrekking o Banksying son las nuevas palabras para hablar de las relaciones amorosas, y todas acaban igual: decepcionando

Imagen: Kiloycuarto

A la interminable lista de conceptos que han colonizado el diccionario del amor moderno —ghosting, breadcrumbing, gaslighting, orbiting, zombing…— se suman ahora nuevas etiquetas que van un paso más allá de las “clásicas”. La Generación Z se ha encargado de ponerles nombre y viralizarlos, aunque, en realidad, las situaciones no son tan nuevas: otras generaciones ya las han experimentado, solo que sin hashtag ni bautizo oficial.

Shrekking

Inspirado en el famoso ogro verde de Shrek, el shrekking apunta directamente a los estándares de belleza. Consiste en salir con alguien que, a priori, no cumple con los requisitos físicos que uno mismo consideraría “su tipo”. Lo que antes se resumía en un “es feo pero simpático” ahora tiene nombre propio.

No siempre desemboca en una relación romántica: también puede tratarse de una cita puntual con alguien por quien no sientes atracción física, pero que, gracias a su carisma, personalidad o sentido del humor, termina resultando mucho más interesante de lo esperado. En definitiva, un recordatorio de que la belleza no lo es todo.

 

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Banksying

Tomando prestado el aura misteriosa de Banksy, este término define relaciones que parecen fluir de maravilla… siempre a través de la pantalla. Nunca en persona. Todo ocurre en el terreno digital —propio de la Generación Z— hasta que llega el momento de concretar una cita real.

Entonces, ¡boom!: la persona desaparece sin dejar rastro a pesar de que parecía ir viento en popa y a toda vela. Cuidado, no confundir con slow fading, cuyo resultado es el mismo (desaparecer del mapa) pero haciéndolo paulatinamente. 

Su interés, como el globo, salen volando sin control

Reverse catfishing

El catfishing —hacerse pasar por otra persona más atractiva o con fotos falsas— dio para un programa de enorme éxito en MTV en los 2000. El reverse catfishing consiste en lo contrario: mostrarse mucho peor de lo que uno realmente es.

Fotos borrosas, aspecto descuidado o perfiles sin esfuerzo que, en el cara a cara, se convierten en sorpresa positiva. Una estrategia que algunos interpretan como forma de escapar de la superficialidad aunque otros lo ven como una manera de salir ganando siempre.

 

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Clout hopping

“¿Me das tu Insta y seguimos hablando allí? En Tinder casi no entro”. Una frase familiar para cualquiera que haya usado apps de citas. El clout hopping (deseo o esperanza de influencia) describe cómo aprovechar la excusa del traspaso de conversación a otra red para, en realidad, pescar seguidores. 

Una vez conseguido el follow, el interés desaparece. Es la estrategia más barata (y quizá menos honesta) de hacer crecer un perfil sin invertir en paid media, y con el plus de dopamina que muchos buscan. 

 

Paperclippping 

Probablemente sean los boomers y millennials quienes mejor entiendan este fenómeno. El término proviene de Clippy, el icónico clip con ojos saltones que actuaba como asistente en Word a principios de los 2000. Su función era aparecer de repente para ofrecer ayuda, aunque rara vez resultaba útil y, más bien, acababa siendo un estorbo.

En el terreno de las citas ocurre algo parecido: esa persona que te interesa aparece de la nada, te lanza un “¿cómo estás?” o un “¿qué haces?”, respondes… y después desaparece sin dejar rastro. Vuelve a dar señales cuando menos lo esperas, lo justo para engancharte de nuevo. El problema, igual que Clippy, termina siendo más molesto que útil.

 

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