ENTREVISTA

Suma Cruz: “Soy un alma del siglo XVIII en un cuerpo del XXI”

Susana Cruz, la creadora del brazalete de Doña Letizia, reivindica la artesanía, la fantasía y la conexión con la naturaleza como el verdadero lujo contemporáneo

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Susana Cruz, diseñadora de Suma Cruz

Visionaria y fiel a su esencia, Susana Cruz ha convertido sus joyas (Suma Cruz) en un lenguaje propio. En sus manos, la naturaleza, los recuerdos y la imaginación se funden para dar forma a creaciones que trascienden lo ornamental; son esculturas que cuentan historias. La artista madrileña, admirada por figuras como la reina Letizia y la princesa Leonor, sigue explorando la frontera entre lo clásico y lo transgresor, entre lo terrenal y lo místico.

Con una sensibilidad que bebe tanto del arte como de la antropología y la mitología, defiende un concepto de lujo que va más allá del precio: “El lujo reside en el tiempo, en la artesanía y en la exclusividad de lo hecho a mano”, afirma. En esta conversación, comparte sus fuentes de inspiración, su visión del poder femenino y el alma que esconden sus joyas.

¿Qué te inspira más a la hora de crear: la naturaleza, un recuerdo personal, un viaje… o el estado de ánimo del momento?

Mi inspiración proviene de una variedad de fuentes. La naturaleza es una constante: animales, plantas, tribus indígenas, etnias ancestrales, los colores de la tierra, elementos de lo salvaje. También hay experiencias personales; todo forma parte de mi mundo interior. La fantasía, la mezcla, lo onírico, lo infantil, lo misterioso. Mis piezas expresan una “energía” emocional, no solo estética.

La diseñadora Susana Cruz

Tus piezas tienen un aire de joya-escultura. ¿Con qué tres palabras describirías el estilo Suma Cruz?

Maximalista, escultural y con un aire teatral.

¿Qué importancia tiene para ti el concepto de lujo hoy en día? ¿Es una cuestión de exclusividad, de tiempo, de artesanía?

Para mí, el lujo no necesariamente significa algo caro o inaccesible. El lujo reside mucho más en la exclusividad, en el hecho de que una pieza sea única o limitada, en el diseño y en la artesanía, el tiempo dedicado, el detalle, lo hecho a mano. También en la capacidad de cada joya de tener historia, de sentir que no es solo un objeto decorativo.

¿Cómo es tu propio ritual de vestir y combinar joyas en el día a día?

Me gusta mezclar muchas piezas. Para mí, lo accesorio es lo principal, por lo que siempre voy a priorizar las joyas al vestuario. Prefiero las joyas con volumen, con formas que enmarquen el cuerpo o el rostro, con presencia. Las combino con joyas antiguas y prendas especiales que conservo por lo especial de su diseño, por su calidad u origen, y por valor sentimental.

Anillo ciervo volador rosa, de Suma Cruz

Si solo pudieras llevar una de tus piezas durante una semana entera, ¿cuál sería y por qué?

Elegiría el Liguero Champagne. Es una de mis piezas fetiche que levantan cualquier look y  puede llevarse tanto cinturón como collar.

La reina Letizia y la princesa Leonor han llevado tus creaciones. ¿Qué sentiste al verlas en ese contexto tan simbólico? ¿Hay alguna mujer, real o ficticia, a la que sueñes con ver llevando tus joyas?

Siempre es una alegría ver que alguien que representa España, lleve tus joyas. Todavía me parece un sueño que mujeres así nos elijan para estos momentos. Me encantan las mujeres con carácter como Florence Welch, Isabelle Huppert, Benedetta Porcaroli y Glenn Close.

Pulsera Acacia de Suma Cruz

¿Cuál es tu relación personal con la moda? ¿Te sientes más cercana a lo clásico, a lo transgresor, o a una mezcla de ambos?

Me sitúo bastante entre esa mezcla de clásico con transgresor. Tengo un profundo respeto por lo hecho como antaño, por lo atemporal en cierto modo, y por elementos históricos/tradicionales, pero no tengo miedo de romper con lo esperado, de jugar con las formas exageradas y la fantasía. Siempre digo que soy un alma del S. XVIII o XIX en el cuerpo y con influencias de una persona del S. XXI.

¿Qué iconos de estilo te han marcado en tu vida, dentro o fuera del mundo de la joyería?

Vivienne Westwood siempre ha sido una inspiración, tanto la diseñadora como la mujer. Los colores de Matisse, Jane Goodall…

Susana Cruz

En una cena íntima, ¿prefieres un look sobrio con una sola joya protagonista o apostarías por el exceso de piezas?

Mi estilo en general varía poco entre el día a día y un evento cualquiera por la noche. Mi inclinación siempre va a ser hacia el exceso (más es más) que hacia lo sobrio.

¿Qué significa para ti el lujo en tu vida cotidiana fuera del trabajo?

Poder rodearme de belleza (arte, naturaleza, colores, objetos). Tiempo para hacer aquello que me inspira, sin prisas.

¿Tienes un lugar, un viaje o una experiencia que asocies con la palabra “lujo verdadero”?

Tanzania fue un viaje inolvidable con mi familia, en contacto profundo con la naturaleza y el silencio. Esperando, contemplando la fauna… este tipo de experiencias representan para mí un lujo auténtico.  

Brazalete Helechos de Suma Cruz

¿Hay algún objeto, además de tus propias piezas, que siempre lleves contigo porque sientes que te da fuerza o suerte?

Unos de mis primeros talismanes me los dio mi abuela: unos anillos que vienen de la India. Mi abuelo se los regaló cuando eran novios, y siempre me han fascinado. No estoy segura de si todavía me quedan, pero durante mucho tiempo siempre iban conmigo. Podría adaptarlos para volver a ponérmelos, pero me gusta conservarlos intactos porque son verdaderos tesoros que me han acompañado y guiado a lo largo del tiempo. Como ves, todo gira en torno a las joyas.

¿Cómo imaginas a la mujer que lleva Suma Cruz dentro de diez años? ¿Qué estilo de vida tendría, cómo se movería en el mundo?

¡Espero que se encuentren en muchos lugares del mundo! Será una mujer con un estilo personal fuerte, que valora el diseño y lo artesanal, lo que cuenta historias. Que se sienta cómoda expresándose con lo que lleva puesto. Que no siga tendencias mecánicamente, sino que use joyas como extensión de su identidad, no solo para adornar.

La diseñadora Susana Cruz

Tus piezas de Ratas rinden homenaje a la rata como símbolo de protección y prosperidad, algo poco habitual en joyería. ¿Qué te inspiró a elegir este animal y cómo fue el proceso de traducir su significado espiritual en una pieza estética y elegante?

Me fascinó la idea de tomar un animal tan simbólico y, a la vez, inesperado, y convertirlo en un objeto de belleza. Percibo las joyas como amuletos, y la rata, efectivamente, representa protección, prosperidad y también astucia, cualidades que quería que se representasen. El proceso fue una mezcla entre historia de infancia, y diálogo entre su forma natural y la sensibilidad estética. Estudiar sus líneas, su gesto, y reinterpretarlas de manera que se transformaran en una pieza que pudiera llevarse con orgullo.

En tus creaciones siempre hay un equilibrio entre fuerza, feminidad y mito. En esta colección, ¿cómo dialogan esas ideas con las referencias a China e India, y qué quieres que sienta la mujer que lleva estas joyas?

China e India son culturas con historias profundas, llenas de símbolos y rituales. Busqué una vez más fusionar la fuerza de la naturaleza con el cuerpo femenino. Mi intención es que la mujer que lleve estas joyas sienta poder y protección, pero también conexión con algo ancestral.

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