Montero marca perfil bajo en el momento más difícil para Moreno

La candidata del PSOE, que fue consejera e Salud de la Junta, ha evitado el foco en la crisis que ha puesto en un brete a Moreno. “Lo de echarle la culpa a ella es un delirio”

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María Jesús Montero y Juanma Moreno.
KiloyCuarto

El caso de los diagnósticos tardíos de cáncer de mama por parte de la sanidad andaluza tiene en vilo a 2.000 mujeres, y ha supuesto un terremoto para el Gobierno de Juan Manuel Moreno. En una comunidad autónoma que ya vive en precampaña, que tendrá que pasar por las urnas a mediados de 2026 a más tardar, los fallos en la detección de estas enfermedades pueden convertirse en un factor que haga peligrar la mayoría absoluta de Moreno.

Este es, al menos, el diagnóstico del PSOE Andaluz, que considera esta crisis “un punto de inflexión”. “Hay miedo y descontrol en el PP”, asegura un dirigente socialista. En este marco, la líder del PSA y flamante candidata a recuperar la Junta, María Jesús Montero, ha medido sus pasos, hasta el punto de dejar “la voz cantante” en esta crisis a la portavoz del PSOE andaluz, María Márquez, y a la portavoz adjunta, Ángeles Ferriz.

“Me habría gustado que fuera más protagonista”, admite el dirigente en cuestión, que señala también que el esquema elegido perseguía ”evitar el electoralismo”. “Era importante que la ciudadanía entendiera que no era un asunto político”. “Que el debate no era una pelea Moreno -María Jesús, sino más grave que todo eso”, sintetiza.

En los últimos diez días de crisis, la también vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, enfrascada en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2026, y en la negociación de la senda de déficit, ha celebrado un acto de partido junto al expresidente José Luís Rodríguez Zapatero, en Sevilla (4 de octubre).

También ha tomado la palara en un evento sobre fondos europeos en Jaén (3 de octubre); ha respondido a preguntas de la oposición en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso (8 de octubre), y ha inaugurado la sede del Centro de Excelencia de Sistemas Navales de Navantia, en San Fernando (10 de octubre).

La agenda de Moncloa apenas recoge tres citas oficiales en la agenda de la mujer con más peso político del Ejecutivo, a menudo casi omnipresente en los medios y en la vida pública, como punta de lanza del ala socialista de la coalición. Los días 1, 2, 4, 5, 6, 7 y 9 de octubre, ni siquiera aparece mencionada en esta agenda.

María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda.

Sí está más presente en las redes sociales de su formación, pero no en entrevistas en los medios de comunicación. “También ha salido. Pero es verdad que no puedes estar a todas las horas en programas de televisión y radio”, afirman desde el PSA.

De hecho, en su entorno reconocen que han medido los pasos para que el PP no pueda acusarla de politizar esta cuestión; para evitar que dispararen contra ella y así desvíen el foco del escándalo. El viernes, la vicepresidenta evidenció esta cautela al evitar pedir la dimisión del presidente andaluz, para apostar por “lo urgente”: una solución para las mujeres afectadas.

“Prefiero concentrarme en las mujeres y ya habrá tiempo cuando se convoquen las elecciones de que los ciudadanos y las ciudadanas tomen la palabra para ver si una persona se encuentra o no capacitada para dirigir el sistema sanitario o, como parece, se encuentra absolutamente desbordada y sin capacidad”, afirmó.

“Hace 13 años que no soy consejera”

Por su parte, en el equipo de la también ministra de Hacienda afirman que no se trata de una estrategia premeditada. Y niegan rotundamente que esto obedezca a que pueda ser señalada como responsable de los protocolos que hoy aplica la Junta, tras su paso por la Consejería de Salud (2005-2013).

“Lo de echarle la culpa a ella es un delirio que no se aguanta”. “A una mujer tardan dos años en hacerle una mamografía tras un resultado dudoso y la culpa es de Montero que fue consejera en 2011”, ironizan.

El Ejecutivo andaluz se rige hoy por el protocolo de 2005, que fija un máximo de 30 días para informar a las mujeres de un pronóstico sospechoso. El protocolo fue reeditado en 2011, sin mencionar plazos, pero sin justificar que no se avise de este diagnóstico.

“Hace 13 años que no soy consejera de Sanidad. Y pretenden achacarle al Gobierno y a mi como consejera anterior lo que está ocurriendo, que es impresentable, con el cáncer de mama”, reprendió Montero al diputado del PP Juan Bravo el miércoles, en la Cámara Baja. “¿De verdad los andaluces se van a creer que el problema que han tenido ustedes se achaca a hace 13 años?”.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, a su salida de la sesión de control al Ejecutivo andaluz este jueves.
EFE/Julio Muñoz

El PSOE lleva meses haciendo hincapié en el deterioro del sistema sanitario para sacar cabeza

“Ustedes no solo han mentido, es que ustedes han querido aparentar como fallo” lo que en realidad es “el colapso” al que “tienen sometido al sistema sanitario en Andalucía”, afeó la vicepresidenta y candidata el miércoles. Y aquí anticipó que los fallos en el sistema que hoy se vislumbran son “la punta del iceberg”. “Los andaluces se preguntan qué está ocurriendo con el cribado de colón”, “cérvix” o “próstata”, remató.

Desde que Montero fue designada por Sánchez para disputar el liderazgo del PP andaluz, en el PSOE han insistido en que cuentan con serias opciones de disputar, al menos, algunos de los escaños del Parlamento que se reparten por un estrecho margen de votos en varias provincias. Entre los ases que Montero se guarda en la manga está su oferta para que la Administración General del Estado asuma 18.791 millones de euros de la deuda andaluza. Y que Moreno, como el resto de barones del PP, rechaza.

Al margen de la condonación de deuda, el deterioro del sistema sanitario es, según su lectura, uno de los flancos por los que puede erosionar al presidente andaluz. Las informaciones sobre estos fallos de diagnóstico son de tal gravedad que saben que deben jugar sus cartas con cuidado. No quieren que los andaluces perciban electoralismo, aunque tampoco están dispuestos a que Moreno zanje esta polémica con el cese de la consejera, del ramo, Rocío Hernández.

“La gente ya no se traga lo de la sanidad, ni la dependencia”, apuntaba hace un par de meses un dirigente socialista andaluz. El mismo que admitía que el PSOE ya estaba entonces inmerso en la precampaña por las llaves del palacio de San Telmo.