Un tribunal de Marruecos condenó este miércoles a la militante feminista Ibtissame Betty Lachgar a una pena de dos años y medio de prisión firme y a una multa de 50.000 dírhams (algo menos de 5.000 euros con arreglo al cambio actual) por “ofensa al islam”, según informaron sus abogados. El artículo 267-5 del Código Penal marroquí castiga “cualquier ataque al islam” con penas de hasta cinco años y multas de hasta 200.000 dírhams.
La fundadora del Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales (MALI) había difundido en sus perfiles en X y Facebook una fotografía en la que posaba con una camiseta sobre la cual podía leerse la frase (en inglés) ‘Alá es lesbiana’. Lachgar acompañó la imagen con un mensaje en el que calificaba el islam, “como toda ideología religiosa”, de “fascista”, “falócrata” y “misógino”.

Después de haber denunciado “miles de insultos sexistas, amenazas de violación y de muerte, llamamientos al asesinato, a la lapidación, etc.” , la publicación le valió a la psicóloga clínica la detención en la noche del 10 de agosto, y desde el día 12 de ese mes y hasta la celebración del juicio -la deliberación de la tercera y definitiva vista este miércoles se prolongó una hora- la activista nacida en Rabat ha permanecido detenida en la cárcel de El Arjat, cerca de la capital marroquí.
“Defender los derechos de las mujeres”
Ante el juez, la activista, de 50 años, declaró que el de su camiseta era “un eslogan feminista que existe desde hace años contra las ideologías sexistas y las violencias contra las mujeres” y “sin relación alguna con el islam”. No en vano, Lachgar insistió en varias ocasiones que su intención con la difusión de la fotografía era denunciar “los discursos masculinistas” y “defender los derechos de las mujeres”. Además, la activista, conocida por sus alegatos feministas y en defensa de la comunidad LGTBI en Marruecos, dejó constancia durante el juicio de haber difundido la misma instantánea en mayo de este año sin que ello hubiera provocado ninguna reacción y aseguró que sólo había exhibido públicamente el citado eslogan en manifestaciones feministas en suelo europeo.
Au Maroc je me balade avec des t-shirts avec des messages contre les religions, l'islam etc. On fait des collages avec @MALImaroc
Vous nous fatiguez avec vos bondieuseries, vos accusations. Oui l'islam, comme toute idéoligie religieuse, est FASCISTE. PHALLOCRATE ET MISOGYNE. pic.twitter.com/o7H91acDwo— I. Betty Lachgar ♀️🔥 (@IbtissameBetty) July 31, 2025
Preocupación por la salud de Lachgar
Su defensa anunciaba este jueves que recurrirá la sentencia y alerta de las secuelas “psíquicas” de la situación para Lachgar después de haber solicitado en vano su puesta en libertad por motivos de salud. No en vano, una de sus abogadas, Naima El Ghellaf, revelaba a finales de agosto que Lachgar padece un cáncer y que debería someterse este mes a “una operación crítica en su brazo izquierdo”. “Según sus médicos, existe la posibilidad de una amputación si la intervención quirúrgica no se lleva a cabo”, afirmaba la abogada.

Otra abogada marroquí, Ghizlane Mamouni, lamentaba el veredicto del tribunal de Rabat en declaraciones al semanario local TelQuel. “Como todo defensor de los derechos humanos, estoy en shock”. La abogada llama a “todos los sectores de la sociedad marroquí a movilizarse para expresar con claridad y firmeza su adhesión al Estado de Derecho, pilar fundamental de toda democracia digna de tal nombre”. Una campaña en redes identificada a partir del hashtag #FreeBetty comienza en las últimas horas a pedir en redes sociales la puesta en libertad de la activista marroquí.
A comienzos del año pasado la activista detenida revelaba a Artículo14 ha sido objeto de amenazas de muerte a través de perfiles anónimos por sus posiciones a favor de los derechos de las mujeres y el colectivo LGTBI. Desde la fundación en 2009 junto a la periodista Zineb El Rhazoui del citado colectivo MALI, Lachgar ha sido protagonista de numerosas campañas públicas no exentas de polémica en Marruecos.




