Las Fuerzas de Seguridad marroquíes detuvieron en la noche del domingo en Rabat a la activista marroquí y psicóloga clínica Ibtissame Betty Lachgar acusada de difundir en redes sociales mensajes blasfemos contra el islam, según ha informado la Fiscalía. Lachgar, conocida por sus alegatos feministas y LGTBI en Marruecos, publicó en sus redes sociales una imagen suya vistiendo una camiseta con una frase considerada ofensiva hacia Dios.
En una nota firmada por el fiscal del rey de Marruecos ante el Tribunal de Primera Instancia de Rabat, la Fiscalía asegura que la activista difundió una imagen con “una publicación que contiene un insulto a la religión islámica”. El Ministerio Público ha abierto ya una investigación por este caso, al tiempo que se reserva el derecho a tomar “todas las medidas legales correspondientes” una vez concluyan las pesquisas en marcha, según la agencia de noticias oficial MAP. “Por necesidad de la investigación, la mujer implicada se encuentra en situación de custodia judicial con arreglo a la ley”, precisaba la citada nota del fiscal.
Au Maroc je me balade avec des t-shirts avec des messages contre les religions, l'islam etc. On fait des collages avec @MALImaroc
Vous nous fatiguez avec vos bondieuseries, vos accusations. Oui l'islam, comme toute idéoligie religieuse, est FASCISTE. PHALLOCRATE ET MISOGYNE. pic.twitter.com/o7H91acDwo— I. Betty Lachgar ♀️🔥 (@IbtissameBetty) July 31, 2025
El “delito” de Betty Lachgar
El pasado 31 de julio, Lachgar -que reside entre París y Rabat- divulgó en redes sociales una fotografía suya en la que posaba con una camiseta con el mensaje ‘Alá es lesbiana’, una frase que, como ella misma reconocía el domingo en la red X, le había valido “miles de insultos sexistas, amenazas de violación y de muerte, llamamientos al asesinato, a la lapidación, etc.” durante los últimos días. La marroquí acompañó la imagen con un mensaje en el que calificaba el islam, “como toda ideología religiosa”, de “fascista”, “falócrata” y “misógino”.
“El 99% (de estas amenazas) provienen de hombres. Están orgullosos de sus violencias misóginas, basadas en un marco religioso”, lamentó la activista antes de su detención. De la misma forma, al filo de las cinco de la tarde de este domingo la activista feminista marroquí relataba en su perfil de Facebook haber sufrido “tres días de ciberacoso, miles de amenazas de violación, de muerte y llamadas al linchamiento y a la lapidación. Por una camiseta con un eslogan feminista (indirecto) bien conocido”.

Entre quienes se pronunciaron públicamente en los últimos días contra la publicación de Lachgar -numerosos internautas expresaron su indignación y pidieron que se tomaran medidas legales contra la activista- se encuentra el ex ministro de Justicia islamista Mustafa Ramid, quien esgrimía en su cuenta de Facebook “las previsiones del Artículo 267,5 del Código Penal, que protege las constantes unificadoras consagradas en el Artículo 1 de la Constitución”.
Betty Lachgar, en perpetua amenaza en Marruecos
A comienzos del año pasado la activista detenida revelaba a Artículo14 haber sido objeto de amenazas de muerte a través de perfiles anónimos por sus posiciones a favor de los derechos de las mujeres y el colectivo LGTBI. Este medio trató ayer en vano de contactar con la activista y psicóloga clínica natural de la capital de Marruecos.
Citada por el diario francés Libération, la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), calificaba el caso contra la activista de “arbitrario y basado en un tuit de un antiguo ministro afiliado a la corriente islamista, el cual pedía su detención por haber criticado la religión y Dios”. “La crítica de las religiones es un derecho que depende de la libertad de opinión y expresión, e Ibtissame ha expresado (…) su visión de la religión en las redes sociales”, explicaban desde la presidencia de la delegación de la AMDH en Rabat.
En 2009, Betty Lachgar fundó junto a la periodista marroquí Zineb El Rhazoui el Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales (MALI), protagonista desde entonces de numerosas campañas públicas no exentas de polémica en el país norteafricano. Una de las más sonadas fue la celebración en 2013 de “un beso colectivo” en Rabat.