EE UU

Con 79 años y 102 kilos, ¿tiene Trump la resistencia suficiente para ser presidente de EE UU?

Los asesores del Ala Oeste trabajan para mantener la imagen de un mandatario incansable, pero lo cierto es que ha reducido sus viajes dentro de EE UU y comienza sus jornadas en torno al mediodía

Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump antes de partir a Mar-a-Lago
Efe

Durante décadas, Donald Trump ha cultivado una identidad política basada en el vigor: energía incansable, actividad nocturna y lo que a menudo promociona como una resistencia sin igual. Incluso cuando su rival era Hillary Clinton, llegó a decir hasta cinco veces durante un debate presidencial que ella no tenía “stamina”. “No tiene el aspecto adecuado. No tiene la resistencia necesaria, he dicho que no tiene la resistencia necesaria y no creo que la tenga“, insistió sobre la candidata demócrata, que entonces tenía 69 años.

Pero como la persona de más edad elegida para la presidencia, Trump, de 79 años, se enfrenta ahora a una realidad más complicada, en la que los signos de la edad son cada vez más visibles, incluso aunque él y sus asesores sigan proyectando una imagen de vitalidad incansable.

El presidente estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca
EFE/EPA/ANNA ROSE LAYDEN

El contraste se ha acentuado en los últimos meses. Tras un exigente viaje a Japón y Corea del Sur el día antes de Halloween, Trump regresó a Washington y repartió enérgicamente caramelos a los niños que pedían “truco o trato”, un episodio que sus aliados destacaron en internet como prueba de su resistencia. Sin embargo, solo una semana después, pareció quedarse dormido brevemente durante un acto en el Despacho Oval, con los párpados caídos mientras los ejecutivos de las empresas hablaban a su alrededor.

Menos actos públicos y jornada más tardía

Estos momentos subrayan una tendencia documentada por el New York Times: Trump se deja ver en público con menos frecuencia que durante su primer año en el cargo, y ahora sus jornadas comienzan notablemente más tarde. Un análisis de los datos de las agendas oficiales muestra que sus actos públicos, que en 2017 comenzaban por término medio alrededor de las 10:30 de la mañana, ahora suelen empezar después del mediodía. Aunque sus jornadas siguen prolongándose a menudo hasta primeras horas de la tarde, el número total de actos oficiales se ha reducido en casi un 40% en comparación con el mismo periodo de su primer mandato.

El presidente estadounidense Donald Trump habla con los medios de comunicación
EFE/EPA/GRAIG HUDSON

Trump y sus asesores insisten en que su salud sigue siendo “excepcional”, y a menudo lo comparan con su predecesor, el presidente Joe Biden. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha llegado a acusar a la Administración Biden de haber “encubierto el deterioro cognitivo” del ex presidente, al tiempo que destacó que Trump sigue siendo transparente sobre su propia salud.

Los achaques de Trump

Pero la transparencia ha sido selectiva. Trump reveló que se sometió a una resonancia magnética a principios de octubre, aunque el resumen publicado por su médico no mencionaba la prueba. También ha ocultado un hematoma en la mano derecha con maquillaje, que sus asesores atribuyen al uso de aspirina y a los frecuentes apretones de manos. También han circulado especulaciones en internet sobre sus tobillos hinchados y otros signos de envejecimiento.

Por su parte, los médicos de Trump han evitado dar explicaciones detalladas durante años, incluso durante su grave enfermedad por coronavirus y tras el intento de asesinato del verano pasado. Según recuerda “The New York Times”, su médico actual ha informado de una pérdida de peso -de 111 kg en 2020 a 102 kg este año- y ha descrito la salud cognitiva y física de Trump como “excelente”.

Sin embargo, muchos de los hábitos que antes suscitaban preocupación siguen sin cambiar. Trump evita el ejercicio físico estructurado, convencido desde hace tiempo de que los seres humanos funcionan con una reserva finita de energía que el esfuerzo físico agota. Su dieta, rica en carne roja y comida rápida (McDonald’s), no ha sido revisada públicamente. No obstante, habla con frecuencia de nuevos medicamentos para bajar de peso, como Ozempic, aunque no está claro si los utiliza.

Un presidente “incansable”

La investigación del diario neoyorquino revela que dentro del Ala Oeste, los asesores trabajan para mantener la imagen de un presidente incansable, incluso cuando su agenda se vuelve más limitada. La mayoría de las mañanas siguen dedicadas al “tiempo ejecutivo” en la residencia, como ocurría durante su primer mandato. Las apariciones públicas son más frecuentes y, aunque sigue viajando al extranjero a un ritmo acelerado -ocho viajes al extranjero en lo que va de año-, sus viajes nacionales se han reducido.

Acuerdo EEUU-Japón - Internacional
Donald Trump y Sanae Takaichi tras la firma del acuerdo
AP

En la escena internacional, Trump sigue siendo muy visible y a menudo contundente. Con todo, sus discursos son cada vez más divagantes, entremezclando anécdotas personales con afirmaciones que rozan la ficción, como la falsa afirmación de que su tío había sido profesor de Unabomber en el M.I.T.

El historiador presidencial Matthew Dallek sugiere que el equipo de Trump está llevando a cabo la misma representación selectiva que practican muchas administraciones, incluida la de Biden. “Han creado esta ficción sobre su salud para ocultar la dura y fría realidad”, aseveró, refiriéndose a la avanzada edad de Trump.

La primera dama y el presidente estadounidense, el 5 de octubre de 2025
EFE

Con la caída de los índices de aprobación y el aumento de la preocupación de los votantes por la economía y los archivos Epstein, los asesores de Trump le instan a dedicar más tiempo a los asuntos internos antes de las elecciones de mitad de mandato de 2026. Sin embargo, también está considerando apariciones internacionales de alto perfil, como un viaje invernal a Davos.

Trump también ha comenzado a hablar cada vez más sobre la mortalidad. El cielo y la vida después de la muerte han surgido repetidamente en entrevistas recientes, un cambio sorprendente para un presidente que construyó su marca política sobre la base de la invencibilidad. A punto de ser un octogenario, el choque entre la imagen y la edad en su presidencia nunca ha sido más visible.