EE UU

“Débil y woke”: el Partido Demócrata no levanta cabeza

Las encuestas auguran malos presagios a los demócratas, incapaces de liderar una alternativa atractiva a Donald Trump. Michelle Obama, Alejandra Ocasio-Cortez y Gretchen Whitmer son las tres mujeres que influirán en el futuro del partido

Michelle Obama, Gretchen Whitmer y Alexandria Ocasio Cortez
Kiloycuarto

Tras la contundente victoria electoral de Donald Trump, que supuso el retorno del líder republicano a la Casa Blanca en enero, el Partido Demócrata no levanta cabeza. El tardío reemplazo de Joe Biden por Kamala Harris en plena campaña no logró alentar a su electorado y, tras seis meses de trumpismo, los sondeos auguran un futuro oscuro para el partido.

Según una encuesta elaborado por Unite the Country, un comité político demócrata (PAC), muchos votantes estadounidenses conciben al partido como “fuera de lugar, woke y débil”. Los demócratas, que perdieron en la mayoría de los estados en las elecciones de noviembre de 2024, han perdido apoyos entre hombres blancos, hispanos y la clase trabajadora. En estos sectores, su índice de aprobación no supera el 35%.

“Esta es la realidad de la percepción que se tiene de nosotros como partido, y hasta que la aceptemos, será difícil avanzar”, dijo el estratega demócrata Rodell Mollineau, asesor principal de este PAC. “Existe esta percepción más allá de las élites demócratas, y se ha arraigado no solo entre quienes apoyan MAGA (fieles a Trump), sino también entre quienes deberían apoyarnos”, agregó.

Sin presidencia ni Congreso

En noviembre, los demócratas no solamente perdieron la presidencia del país: también quedaron en minoría en el Congreso y el Senado. Desde entonces, los cabecillas del partido tratan de diagnosticar los errores cometidos, pero no logran dar con la tecla. Otra encuesta publicada en mayo reveló que solo el 35% de los demócratas se sienten optimistas respecto al futuro de la formación, y la mayoría considera que no dispone de líderes fuertes.

El Partido Demócrata podría haber plantado cara ante los aranceles impuestos por Trump a países de todo el mundo; las deportaciones de inmigrantes; o la “gran y preciosa ley” para reformar la administración pública y el sistema tributario. “Perdimos la oportunidad de definir una visión alternativa”, consideró el estratega demócrata Steve Sschale. Otros analistas apuntan a que el partido debe construir una nueva base de políticas económicas y sociales, y alejarse del estigma de ser considerado un partido que prioriza a las élites de Washington.

El entonces presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca
EFE/ CHRIS KLEPONIS / POOL

En marzo, oficiales del partido reconocieron al medio Axios que se encuentran en el “hoyo más profundo en 50 años”. Los motivos son evidentes: baja credibilidad; sin liderazgo nacional; incapacidad parlamentaria para parar leyes; minoría en la Corte Suprema; pérdida de influencia en los medios; o votantes jóvenes más alineados con ideas conservadoras.

“Algo anda mal en el Partido Demócrata”

Para Doug Sosnik, asesor del expresidente demócrata Bill Clinton, la derrota en 2024 no fue solamente una victoria y legitimización de las políticas de Trump, sino también un rechazo frontal a los demócratas. Y el futuro no es esperanzador. “Están viendo cómo sus apoyos entre los votantes no blancos se erosionan y desaparecen. Están perdiendo votantes jóvenes. Algo anda mal en el Partido Demócrata”, consideró el columnista Ezra Klein en el New York Times. Incluso comunidades de inmigrantes, afectadas por las políticas de Trump, dieron apoyo al Partido Republicano.

Ante la falta de liderazgo claro, la incógnita es que grado de influencia tendrán las tres mujeres que más influencia tienen en el partido. La más mediática es la joven Alexandra Ocasio-Cortez (AOC), la congresista por Nueva York que llegó a las altas esferas de la formación tras su victoria en las primarias de 2018.

AOC
La congresista Alexandria Ocasio Cortez
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AOC representa el ala progresista del partido -es miembro de Democratic Socialists of América-, y defiende la sanidad pública universal, educación universitaria gratuita, pagos por desempleo, un nuevo pacto verde o la abolición del ICE, el servicio de inmigración bajo el punto de mira por las deportaciones forzosas de migrantes en estados como California. Tiene apoyo especialmente entre sectores liberales de Nueva York, y empujó al partido a la izquierda gracias a su impacto en redes sociales.

La carta bajo la manga podría ser la vuelta de Michelle Obama a primera línea. La ex primera dama no ocupa ningún cargo electo, pero es una figura muy influente con gran proyección internacional. Su enfoque en la educación, el apoyo a niñas y jóvenes o a favor de una alimentación saludable la convierten en una figura popular en EE UU, aunque no expresó su deseo de sacar rédito de su prestigio. Su respaldo ha sido decisivo para decantar campañas de primarias, y tiene un perfil transversal, capaz de aglutinar apoyos en los sectores moderados y progresistas del partido.

Desde el estado clave de Michigan, emerge con fuerza la figura de Gretchen Whitmer, exsenadora y expresidenta del senado estatal de Michigan. En plena pandemia del Covid-19, ganó popularidad por su férrea defensa de la sanidad pública y por sus choques con los republicanos. Está asociada al ala moderada del partido, y se la considera una posible carta presidencial dado su potencial para equilibrar las tensiones internas de los demócratas.