El otro cónclave: 900 monjas sin derecho a voto

Centenares de madres superioras de órdenes religiosas femeninas están reunidas en Roma pero no han tenido capacidad de voto. Rezan por un pontificado que "mantenga viva esa llama de renovación"

Papa
Un grupo de monjas en la Plaza de San Pedro
Efe

Mientras los ojos del mundo se centraban en el cónclave del Vaticano para elegir al sucesor del Papa Francisco, un evento paralelo reúne a casi 900 superioras de órdenes religiosas femeninas de todas partes del mundo en Roma. Aunque estas mujeres no tienen derecho a voto en la elección papal, su presencia recuerda la limitada participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones.

La reunión de las superioras se debe a la XXIII Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), programada del 5 al 9 de mayo de 2025 en Roma. Esta asamblea trienal congregó a líderes de órdenes religiosas femeninas de todo el mundo para reflexionar sobre el futuro de la vida consagrada y el papel de las mujeres en la Iglesia. Aunque la coincidencia con el cónclave fue fortuita, la proximidad temporal y geográfica resaltó la exclusión femenina.

Exclusión en el cónclave

A pesar de no poder participar, la hermana Mary Barron, presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales, instó a las comunidades religiosas a unirse en oración, pidiendo sabiduría para los cardenales en esta histórica elección.

Las monjas rezan en la Plaza de San Pedro en el segundo día del cónclave

La esperanza es que con el próximo pontificado no se retroceda en los avances hacia la igualdad. Barron dijo a la asamblea de hermanas: “Debemos estar vigilantes y hacer nuestra parte para mantener viva esa llama de renovación de la Iglesia”. Según Delphine Kalisha, de las Hermanas de la Misericordia de Zambia: “Eso nos ha dado esperanza para las mujeres en la iglesia”.

Avances hacia la inclusión

Durante el pontificado de Francisco, se han dado pasos hacia una mayor inclusión de las mujeres en roles de liderazgo dentro del Vaticano. Se han nombrado a mujeres en altos cargos, como el de prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, anteriormente reservado a cardenales varones.

En cuanto a la participación en los Sínodos, Francisco permitió por primera vez que las mujeres votaran en la Asamblea General del Sínodo de los Obispos. En la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, celebrada en octubre de 2023, más de 50 mujeres participaron con derecho a voto.

Sin embargo, en relación al diaconado femenino, el Papa Francisco consideró que no es el momento adecuado para debatir sobre este tema.

Monjas de la Orden de Santa Brígida asisten a la IV Misa de la Novendali

Fumata rosa

La lucha para que, con el tiempo, se reconozca plenamente el papel vital de las mujeres en la Iglesia y se les otorgue una participación equitativa en todos los niveles de liderazgo. También se ha manifestado por un grupo de mujeres activistas que con el inicio del cónclave lanzó una “fumata rosa” cerca del Vaticano. Este acto -inspirado en las tradicionales fumatas blanca y negra- buscó visibilizar esta exclusión.

Las manifestantes, pertenecientes a la organización Women’s Ordination Conference, utilizaron humo rosa, cantos y oraciones para reclamar la plena igualdad, incluyendo el derecho a la ordenación sacerdotal y la participación en el cónclave. En su comunicado, denunciaron que, a pesar de representar más de la mitad de los 1.400 millones de católicos en el mundo -y las más de 650,000 monjas activas en el mundo- , las mujeres siguen siendo excluidas de roles clave dentro de la institución.